Washington desea aumentar su presencia militar en Portugal
El Gobierno portugu¨¦s ha solicitado al Parlamento autorizaci¨®n para continuar negociando con Estados Unidos la renovaci¨®n del acuerdo de utilizaci¨®n, por las Fuerzas Armadas norteamericanas, de la base de Lajes, en las islas Azores, y, por primera vez, la posible ampliaci¨®n de este acuerdo a la Pen¨ªnsula para la utilizaci¨®n de la base de Beja, situada en el Alentejo, al sur del pa¨ªs, y la construcci¨®n de una estaci¨®n de seguimiento de sat¨¦lites.
Esta y otras medidas de ¨¢mbito militar e internacional figuran en la lista de problemas urgentes a resolver antes de la disoluci¨®n del actual Parlamento, anunciada por el presidente Eanes y que ser¨¢ probablemente formalizada antes del 4 de febrero.La urgencia de las negociaciones con Estados Unidos es evidente. El acuerdo en vigor, y que concierne exclusivamente la base de Lajes, firmado en 1979, con efecto retroactivo a partir de 1978, expira el 4 de febrero.
Renovaci¨®n autom¨¢tica
En cualquier caso, el acuerdo en vigor incluye una cl¨¢usula de renovaci¨®n autom¨¢tica por un a?o en caso de que no se concluyan las negociaciones en el plazo anteriormente fijado, seg¨²n informa desde Lisboa Nicole Guardiola.Francisco Pinto Balsemao, que visit¨® Washington escasos d¨ªas antes de renunciar a la presidencia del Gobierno portugu¨¦s, analiz¨® el problema de las bases con los dirigentes norteamericanos.
Las conversaciones evidenciaron el mutuo deseo de mantener y ampliar los acuerdos existentes, pero Portugal plante¨® la necesidad de una doble negociaci¨®n: por un lado, para la renovaci¨®n del contrato ya existente acerca de la base de Lajes; por otro, la posible utilizaci¨®n de otras instalaciones militares por Estados Unidos, ¨¦stas en la pen¨ªnsula.
La primera sesi¨®n de negociaciones deb¨ªa tener lugar en Llsboa en el preciso momento en que Balsemao renunci¨® al cargo, abriendo una crisis pol¨ªtica, a¨²n no resuelta, y que plantea, a corto plazo, la eventualidad de un cambio pol¨ªtico importante en Lisboa con la llegada de los socialistas al poder.
Sin embargo, el dirigente socialista portugu¨¦s, Mario Soares, declar¨® ayer en Jerusal¨¦n que si su partido triunfa en las pr¨®ximas elecciones su Gobierno no defender¨¢ la retirada de su pa¨ªs de la OTAN, ni eliminar¨¢ la presencia de las bases norteamericanas.
Bases vitales
Los estrategas norteamericanos consideran la base de Lajes, y otros puntos de apoyo en territorio portugu¨¦s, de importancia vital para cualquier intervenci¨®n en Oriente Pr¨®ximo, e incluso en Europa, de su Fuerza de Despliegue R¨¢pido.Estos nuevos puntos de apoyo incluyen importantes ampliaciones de la base a¨¦rea y naval de las Azores, la utilizaci¨®n permanente de la base de Beja, en el Alentejo, actualmente alquilada a la Rep¨²blica Federal de Alemania, posibilidad de utilizaci¨®n de todos los aeropuertos y puertos portugueses y la instalaci¨®n en territorio luso de importantes reservas de carburante.
Otra cuesti¨®n es la del centro de telecomunicaciones de la isla de Santa Mar¨ªa, en las Azores, que, a pesar de la inexistencia de una autorizaci¨®n formal de las autoridades de Lisboa, estar¨ªa ya en funcionamiento al servicio de las Fuerzas Armadas norteamericanas.
La prisa de Washington por alcanzar un acuerdo qued¨® en evidencia en la inclusi¨®n de un cr¨¦dito de 67 millones de d¨®lares, destinado a financiar las nuevas instalaciones a construir en Lajes, que figura en el presupuesto militar norteamericano para 1984, presentado la semana pasada en el Congreso por el secretario de Defensa, Caspar Weinberger.
Tambi¨¦n est¨¢n muy interesados en la r¨¢pida conclusi¨®n de los nuevos acuerdos el alto mando militar portugu¨¦s y el Gobierno aut¨®nomo de Azores, principales beneficiarios de las contrapartidas, ofrecidas por Estados Unidos.
Ayuda militar
Con el actual acuerdo, Estados Unidos concede a Portugal 60 millones de d¨®lares, unos 7.800 millones de pesetas, en ayuda militar. Por un acuerdo paralelo, los norteamericanos entregaron en los ¨²ltimos cuatro a?os al Gobierno aut¨®nomo de las Azores 80 millones de d¨®lares en ayuda econ¨®mica.El presidente Reagan ha solicitado al Congreso norteamericano que la ayuda militar para Portugal sea aumentada en 30 millones de d¨®lares, hasta un total de 90 millones, para el pr¨®ximo a?o.
El acuerdo militar entre Estados Unidos y Portugal, que data de 1951, ha sido renovado en cuatro ocasiones y ha sido la principal fuente de ayuda militar para el Ej¨¦rcito portugu¨¦s.
La cuesti¨®n que se plantea actualmente es la de la capacidad negociadora del Gobierno dimisionario de Pinto Balsemao, en el per¨ªodo preelectoral ahora abierto en Portugal.
EL principal efecto que tendr¨ªa una autorizaci¨®n dada por el Parlamento antes de su disoluci¨®n ser¨ªa la de permitir la continuidad de los contactos que se vienen desarrollando a nivel t¨¦cnico y militar, preparando as¨ª las bases para que el futuro Gobierno pueda. concluir, en el m¨¢s corto plazo, los acuerdos.
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