Torear bajo m¨ªnimos
Con este fr¨ªo no se puede torear, dec¨ªa alguien del p¨²blico. Tal vez. Sin embargo era m¨¢s evidente que con aquel fr¨ªo no se pod¨ªa estar. En el tendido, por lo menos, no. De cualquier forma, nos hac¨ªamos cargo de lo que deb¨ªa suponer torear bajo m¨ªnimos, pegando bofetadas de hielo el viento serrano y peg¨¢ndolas tambi¨¦n los toros, por si fuera poco, que salieron con un trap¨ªo, una fortaleza y unas ganas de coger a los toreros por la ingle, como si los hubiera puesto en escena Solana para pintar uno de sus cuadros de tragedia.Est¨¢bamos en la plaza bajo m¨ªnimos y por eso no aterrizaron aviones ayer en Valdemorillo. Por eso tambi¨¦n corrieron a venta libre el vino y el co?¨¢, lo cual produjo, festejo adelante, una euforia a duras penas contenida. A la altura del quinto toro se desbord¨® en una especie de baile de claqu¨¦, que hac¨ªa trepidar la plaza, y al final, porque dos se quer¨ªan pegar, hasta hubo conato de pelea colectiva en uno de los tendidos. Menudos estaban los ¨¢nimos.
Plaza de Valdemorillo
6 de febrero. Cuarta corrida de feria.Toros de Diego Garc¨ªa de la Pe?a, con trap¨ªo, broncos. Ra¨²l S¨¢nchez. Pinchazo y estocada perdiendo la muleta (oreja protestada). Estocada (oreja). Luis Miguel Ruiz. Dos pinchazos perdiendo la muleta, rueda insistente de peones y estocada corta de la que sale cogido (silencio). Fue atendido por los m¨¦dicos de un varetazo en el t¨®rax y volvi¨® a salir para lidiar el sexto toro. Media estocada perdiendo la muleta (silencio). Gallito de Zafra. Pinchazo hondo y tres descabellos (silencio). Pinchazo saliendo perseguido, otro perdiendo la muleta, pinchazo, media delantera baja, dos pinchazos m¨¢s, metisaca -primer aviso-, estocada atravesada, dos descabellos -segundo aviso- y tres descabellos (silencio).
A esas alturas el p¨²blico prestaba m¨¢s atenci¨®n al baile y a la reyerta que a lo que suced¨ªa en el ruedo, y lo que suced¨ªa en el ruedo era que breaban a los toros a puyazos para quitarles la fortaleza y la sa?a con que hab¨ªan salido del chiquero. Pero no se los quitaban. Castigados a modo, sangrando hasta la pezu?a, aterrorizaban a las cuadrillas con sus inciertas embestidas y en el ¨²ltimo tercio permanec¨ªan a la defensiva, sin que los matadores supieran por d¨®nde meterles mano. Luis Miguel Ruiz y Gallito de Zafra pasaron muchas fatigas para hacerse con sus dos ¨²ltimos toros, correosos y de sentido, y casi lo mismo en sus primeros, pues toda la corrida result¨® bronca.
Ra¨²l S¨¢nchez no tuvo mejor suerte con el lote, pero ocurre que Ra¨²l S¨¢nchez es un caso aparte entre la torer¨ªa actual. Le han colocado la etiqueta de legionario, y ¨¦l la convierte en condecoraci¨®n cada tarde, pues asume su responsabilidad de torero a carta cabal, acepta lo que le echen, y as¨ª eso que le echan tire cornadas a una mosca ebria que sobrevuele la candente (ayer g¨¦lida), apura toda posibilidad de sacar partido a las descompuestas embestidas, consigue pases, se juega el tipo.
Le correspondieron un toro de escasa fijeza que se quedaba corto y otro que no humillaba. Este ¨²ltimo, por cierto, fue el toro de la corrida y uno de los m¨¢s impresionantes buenos mozos que veremos en la temporada. Largo, serio, enmorrillado y ensillado, ten¨ªa una cabeza cornalona y astifina, de arm¨®nica curvatura, que estremec¨ªa. Las cuajadas hechuras del toro y la belleza dram¨¢tica de sus g¨¹ada?as de muerte cautivaron al p¨²blico, que rompi¨® a aplaudir en cuanto salt¨® a la arena.
Ni el fr¨ªo, ni su ant¨ªdoto el ca?¨¢, liberaron la tensi¨®n que produc¨ªa la lidia del torazo, con el cual se emple¨® a fondo Ra¨²l S¨¢nchez en una sorda porf¨ªa por hacerlo humillar, lo cual logr¨® en media docenas de pases, y no m¨¢s, aunque se expuso a la cornada en todos. Los de pecho, por el contrario, emocionantes y hondos, le salieron perfectos, y un par de ellos provocaron los m¨¢s un¨¢nimes ol¨¦s de la tarde.
Ning¨²n toro recibi¨® menos de las tres varas, hubo varios de cuatro, y a¨²n as¨ª los toreros, matadores y subalternos, pasaron malos tragos. Comentan taurinos que este ganado es excesivo para una plaza modesta como la de Valdemorillo, y podr¨ªa ser verdad, si lo que temen es que la derrumben con sus bestiales derrotes, pero no si se refieren a la brillantez del espect¨¢culo, pues, como se demostr¨® ayer, con el toro de trapio y empuje no pasa nada irremediable en el ruedo, y en cambio la lidia es emocionante e interesant¨ªsima, se acent¨²an las capacidades reales de cada torero y la afici¨®n asiste satisfecha al festejo. En Valdemorillo aterida tambi¨¦n, pero es presumible que menos toro no le dar¨ªa m¨¢s calor, sino todo lo contrario.
Renovaci¨®n de abonos para Las Ventas
Los d¨ªas 14, 15, 16 y 17 de este mes se renovar¨¢n en las taquillas de la madrile?a calle de la Victoria las tarjetas de abono para la temporada 1983 de Las Ventas, correspondientes a los j¨®venes y a la tercera edad. Las sobrantes, si las hubiere, se pondr¨¢n a la venta el d¨ªa 18. Los precios de dichas tarjetas oscilan entre 3.913 pesetas y 2.966, lo que supone una media de 60 y 45 pesetas, respectivamente, por festejo programado.
Por otra parte, en San Sebasti¨¢n de los Reyes se anuncia corrida de toros para el pr¨®ximo domingo, d¨ªa 13, en la que tomar¨¢ la alternativa el novillero Carlos Arag¨®n Cancela.
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