Hablamos de la vida humana
Andal¨¢nLas primeras cargas en profundidad han sido lanzadas contra el joven Gobierno socialista. Ni siquiera los cien d¨ªas de cort¨¦s espera concedidos por la oposici¨®n y los poderes econ¨®micos se han cumplido y las prontas declaraciones del titular de Sanidad, inmediatamente acompa?adas de la urgente tramitaci¨®n de un proyecto de ley sobre la regulaci¨®n del aborto, recordatario aqu¨¦llas de lo contenido en el Programa Electoral y posici¨®n ¨¦sta absolutamente legitimada por el resultado de las urnas, han tenido la virtud de agitar los esp¨ªritus controlados, abriendo una pol¨¦mica incontenible. ( ... )El proyecto de ley, cuyas directrices han sido anunciadas, es enormemente restrictivo. Va a gozar de la virtud de no convencer ni a tirios ni a troyanos. Ni sus enemigos dar¨¢n su brazo a torcer, acumulando a su alrededor colectivos que aceleren el desgaste gubernamental, ni quienes piensan que, inequ¨ªvocamente, las organizaciones feministas ten¨ªan algo fundamental¨ªsimo que aportar, mostrar¨¢n excesivo contento. Las restricciones son, afectivamente, sustanciales y, bajo su reconocimiento, se oculta la raz¨®n de ser fundamental que debiera inspirar una ley de tal finalidad: el derecho de la mujer a decidir en conciencia sobre su destino singular. Y, como en fechas recientes ha quedado evidenciado en reportajes y juzgados, hay razones de hecho que pesan m¨¢s rotundamente que los motivos terap¨¦uticos o el embarazo por violaci¨®n en la decisi¨®n jam¨¢s buscada por la mujer: la sospecha de un futuro siniestro, la negativa a verse convertida en esclava.
Los cientos de miles de espa?olas que han abortado en cl¨ªnicas extranjeras se sentir¨¢n culpabilizadas a la vista de la ley. Y el continuo ¨¦xodo no se interrumpir¨¢. Que el PSOE despenalice algunas pr¨¢cticas debe ser saludado con tanta efusi¨®n como con similar respeto deben indicarse las insuficiencias de su proyecto. Mientras tanto, o¨ªdos sordos a quien asegura que los hijos no deseados pueden encontrar el hogar que sus padres les negaron, afirmaci¨®n tan gratuita como indecente: los orfelinatos est¨¢n a rebosar. Y es que este pueblo ha comprendido que el Premio a la Natalidad no era una bicoca.
1-15 de febrero
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