Bush reitera en Roma el car¨¢cter 'moral' de las propuestas de Reagan sobre el armamento nuclear
El vicepresidente de Estados Unidos, George Bush, tuvo ayer una intensa jornada de conversaciones en la capital romana. Bush se entrevist¨® con Juan Pablo II, con el presidente de la Rep¨²blica (Sandro Pertini), con los principales l¨ªderes pol¨ªticos y con los presidentes de los dos c¨¢maras legislativas. Con estos encuentros terminaba la vista de dos d¨ªas de Bush a Italia, y en ellos ha insistido sobre el car¨¢cter moral de las posiciones norteamericanas en materia de armamento nuclear.
El vicepresidente norteamericano comi¨® con el jefe del Estado en el Quirinal y cen¨® en Palazzo Madama, cena organizada por el presidente del Gobierno, Amintore Fanfani. En estos y en otros encuentros, Bush no se cans¨® de reiterar la moralidad de las propuestas del presidente Ronald Reagan, "destinadas a borrar de la superficie del planeta una nueva generaci¨®n de ingenios nucleares de muerte".Con el jefe del Estado, el coloquio del dirigente norteamericano estuvo impregnado de deseos rec¨ªprocos de luchar "para defender con todos los medios posibles la paz en el mundo". A Pertini, el vicepresidente Bush le repiti¨® lo que ya hab¨ªa dicho a Fanfani: que las relaciones italonorteamericanas "nunca han sido mejores que en la actualidad".
Al l¨ªder socialista, Bettino Craxi, Bush quiso dedicarle el desayuno. El coloquio con el l¨ªder socialista dur¨® m¨¢s de una hora. Craxi dijo m¨¢s tarde que hab¨ªa hablado con Bush acerca de la necesidad de "restablecer equilibrios a niveles y condiciones que deber¨¢n ser aceptables por los europeos", y a?adi¨® que el problema no es la defensa de Estados Unidos, "superprotegido por su paraguas at¨®mico". El problema, coment¨®, es el de la defensa de Europa, "donde las relaciones entre Este y Oeste han sido profundamente alteradas".
Con el papa Juan Pablo II, George Bush convers¨® en audiencia privada 45 minutos sin int¨¦rpretes ni testigos. No hubo ning¨²n comunicado oficial de ninguna de las partes. En la entrevista se trataron, seg¨²n fuentes norteamericanas, los problemas del desarme y las tomas de posici¨®n de los obispos cat¨®licos norteamericanos sobre los peligros de una guerra nuclear. El vicepresidente estuvo tambi¨¦n conversando sin testigos durante 35 minutos con el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli. El Papa regal¨® a Bush un libro sobre Rafael y la medalla de oro de su pontificado, y el vicepresidente nortemericano a Juan Pablo II, una escultura de cristal con el borde del pedestal en plata y la inscripci¨®n latina Pax nobiscum.
Las declaraciones de Bush en Italia han puesto de manifiesto una cierta inflexi¨®n en el punto de vista norteamericano sobre la cuesti¨®n de los misiles, cambio que vendr¨ªa a significar, seg¨²n los observadores, que la defensa de la opci¨®n cero (no despliegue de los misiles norteamericanos en Europa a cambio del desmantelamiento de los cohetes sovi¨¦ticos de alcance intermedio) no es el ¨²nico lenguaje de Washington.
"Las propuestas norteamericanas no son de lo tomas o lo dejas" dijo Bush el s¨¢bado al llegar a Roma. Seg¨²n el vicepresidente norteamericano, los sovi¨¦ticos deber¨ªan sustituir su actual ofensiva verbal destinada a debilitar la alianza" por "propuestas serias".
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