Sharon sigue en el Gabinete israel¨ª como ministro sin cartera

"Quien no quiso a Ariel Sharon como jefe del Estado Mayor israel¨ª, le tuvo como ministro de Defensa; quien hoy no le quiere como ministro, le tendr¨¢ como jefe del Gobierno". Esta sorprendente declaraci¨®n de Uri Dan, consejero de Sharon, refleja el clima enrarecido propiciado por el abandono de la cartera de Defensa, que Sharon puso a disposici¨®n de Men¨¢jem Beguin. "No he dimitido; simplemente, mis funciones dentro del Gabinete han cambiado", declar¨® Sharon, que conserva el puesto de ministro sin cartera, nominaci¨®n que debe ser aprobada hoy por el Parlamento (Kneset).

Es posible que Sharon supervise los temas relacionados con los territorios ocupados y la evacuaci¨®n de L¨ªbano por parte de las tropas israel¨ªes.El principal partido de la oposici¨®n, el laborista, rechaza esta falsa salida de Sharon y estima que para "respetar el esp¨ªritu y la letra" de las recomendaciones de la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la matanza de Sabra y Chatila, Sharon debi¨® dimitir (o ser apartado de sus funciones) como miembro del Gobierno.

El dirigente laborista Shimon Peres declar¨® que su grupo emprender¨¢ la lucha parlamentaria y p¨²blica para la aplicaci¨®n sin trampas de la recomendaci¨®n de la comisi¨®n investigadora.

Cinco ministros, insatisfechos

Fuentes solventes consultadas afirman que al menos cinco ministros no est¨¢n satisfechos con la f¨®rmula de Beguin y les gustar¨ªa que el ex ministro de Defensa se marchase. Se sabe que a Moshe Arens, candidato al puesto dejado vacante por Sharon, no le gustar¨ªa aceptar un cargo que desempe?ar¨ªa "a la sombra de un hermano mayor" (Ariel Sharon).La diputada Geula Cohen (ultranacionalista y anexionista) declar¨® que "Peres, Yasir Arafat y Hosni Mubarak desean la salida de Sharon. Es un deber nacional mantenerle en el Gobierno para reparar, en parte, el error de haberle colocado al frente del Ministerio de Defensa".

El laborista Yosi Sarld mantiene que las palabras de Cohen, al poner en un mismo plano a Peres, Arafat y Mubarak" son una continuaci¨®n "de la propaganda insidiosa contra la oposici¨®n, a quien se quiere hacer pasar a toda costa por traidores y agentes del extranjero" y a?adi¨® que "incuestionablemente, para algunos, la bomba que mat¨® a Emilio Gryntzweig del movimiento Paz Ahora no es suficiente".

Movilizaci¨®n por el atentado

Toda la polic¨ªa ha sido movilizada para encontrar al autor del atentado.Las primeras conclusiones dicen que ¨¦ste fue organizado por un grupo de personas, y bien estudiado el momento del ataque y la retirada. El cart¨®n en que se escond¨ªa la bomba fue hallado junto a un poste hueco.

En este lugar se escuch¨® el grito de ?ahora! destinado, al parecer, a alertar a la persona que deb¨ªa arrojarla granada.

Una llamada an¨®nima al diario Maariv reivindic¨® la autor¨ªa de la orden de arrojar la granada. El comunicante agreg¨® que era profesor en la universidad de Jerusal¨¦n. Al preguntar el periodista por qu¨¦ daba este detalle, el an¨®nimo comunicante explic¨® que "lo hac¨ªa para que se sepa que no s¨®lo se reclutan las personas a favor del Gobierno en los ambientes populares".

El desconocido precis¨® que el objetivo del ataque era el general retirado Matti Peled (que se encontr¨® recientemente con Arafat en Tunicia). "Al no encontrar a Peled", a?adi¨®, "decidimos matar a Abraham Burg" (hijo del ministro del Interior). Y a?adi¨® que la bomba fue lanzada por un miembro del Ej¨¦rcito israel¨ª.