Pasada por la ¨¦tica
Este pa¨ªs, o sea, estaba necesitando una pasada por la ¨¦tica. Los psocialistas, por hacer campa?a, lo llamaron "pasada por la izquierda". Pero todos sab¨ªamos que no era para tanto.Tiene uno escrito que la ¨¦tica es un valor burgu¨¦s, pues que se adscribe a la moral personal, y la moral de izquierdas es mayormente colectiva, funciona siempre en funci¨®n de los otros. Pero esto es, precisamente, lo que m¨¢s desconcierta a la burgues¨ªa patriarcalista ahora que el patriarca Fern¨¢ndez-Cuesta se retira a sus cuarteles de invierno: bien ganado se tiene un descanso. Pero, por tener avisada a la dere/dere, uno les recordar¨ªa que detr¨¢s de la oferta ¨¦tica del presidente Felipe hay una sucesi¨®n de ¨¦ticas, de derecha a izquierda, que garantizan a los infras cien a?os de gobierno, I'm sorry: los conciertos a cuatro manos de Castellano/G¨®mez Llorente; las Juventudes Socialistas; Gerard¨ªn con sus movidas mineras; Curiel, que es como un lig¨®n alto, joven y listo, y las bases, ay las bases, a quienes toda reivindicaci¨®n les parece buena y poca. O sea, que, los unos o los otros, van a estar lago en el poder, y la pasada por la ¨¦tica no se va a quedar en el madrug¨®n de los funcionarios, que tienen que estar al ?oro del despertador, sino que tambi¨¦n despierta a los notarios, un suponer, dormidos en los laureles jur¨ªdicos de un poder social y c¨ªvico muy bien ganado, pero quiz¨¢ descompensatorio. Y en este plan. Don Ramiro de Maeztu, qui¨¦n se lo hubiera dicho, nos presenta en su avenida el "Libro Sovi¨¦tico sobre Ciencias, Literatura, Arte y Tecnolog¨ªa".
Angel Guti¨¦rrez nos trae al Mar¨ªa Guerrero Las picard¨ªas de Scapin, de Moli¨¨re. Moli¨¨re (Poquelin) fue la pasada por la iron¨ªa que necesitaba la sociedad francesa. Alfredo Dom¨ªnguez -"la arruga es bella"- me invita a cenar esta semana. Alfredo ha conseguido darle a la moda una pasada por la izquierda, que es algo as¨ª como la ducha helada que me recomienda Jos¨¦ Luis G¨®mez (sin duda, para deshacerse de m¨ª), pero en m¨¢s c¨¢lido. As¨ª como el integrismo tiene una sola ¨¦tica, el honor y la honra, que he glosado para la tele, ante las c¨¢maras que vinieron a casa, capitaneadas por el inteligente y sensible Alfredo Castell¨®n, a prop¨®sito de El caballero de la mano en el pecho, del Greco, ocurre que el progresismo tiene sucesivas, renovables e intercambiables ¨¦ticas,algunas de las cuales he enumerado m¨¢s arriba. Seg¨²n como se ponga de estrecho/estricto (L¨¢zaro Carreter) el integrismo, as¨ª la progres¨ªa pol¨ªtica sacar¨¢ una u otra ¨¦tica, radical o burguesa, en las variadas mesas de la paz donde hoy tiene lugar el burle nacional, mientras los millonarios de Luis Berlanga se llevan lo colorado a Miami. El retroamarillismo, que se ha quedado sin la ¨¦tica -bandera ret¨®rica de su eterna pancarpia-, deforma las informaciones, porque la tragedia del integrismo integrista, en Espa?a y en el mundo, no es que se hayan quedado sin pela (la tienen toda), sino que se han quedado sin ¨¦tica. Hasta en las galer¨ªas de arte de Madrid hay una divisi¨®n pol¨ªtica guerracivilista, y llega a mi casa un prodigioso bodeg¨®n de Sof¨ªa Morales -peras y servilletas blanco/Zurbar¨¢n-, que est¨¢ ya entre Matisse y Cez¨¤nne.
Con la pasada por la ¨¦tica, el integrismo se est¨¢ quedando sin est¨¦tica. Paso el d¨ªa en Mataborricos, la finca del gran neur¨®logo Alberto Portera, y Alberto me habla de las depres, m¨¢s o menos, como de un necesario descenso a los infiernos.
En la finca, Marisol y Gades, Saura y su nueva esposa, Pablo Serrano, C¨¦sar Manrique, Sempere, Jos¨¦ Hern¨¢ndez, que es como un nieto natural del Bosco que al Bosco le hubiera salido rom¨¢ntico. Otra "reserva espiritual' y ¨¦tica del progresismo. La "pasada. por la izquierda" no era un programa de Gobierno, sino una realidad nacional. Ay.
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