El ministro de Cultura ha ofrecido a Alfonso P¨¦rez S¨¢nchez la direcci¨®n del Prado

Alfonso E. P¨¦rez S¨¢nchez, catedr¨¢tico de Historia del Arte en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, probablemente aceptar¨¢ hoy por la tarde el ofrecimiento del ministro de Cultura, Javier Solana, para dirigir el Museo del Prado, cargo del que fue destituido ayer Federico Sope?a. Gran conocedor de la primera pinacoteca del pa¨ªs, de la que fue subdirector durante tres a?os, de aceptar la direcci¨®n, su pol¨ªtica estar¨ªa "perfectamente acotada en las cuatro direcciones de debe atender un museo: la conservaci¨®n, la exposici¨®n, la educaci¨®n y la investigaci¨®n".

"Hasta ma?ana por la tarde (por hoy) no puedo decir si aceptar¨¦ o no la direcci¨®n del Museo del Prado", manifest¨® ayer por la noche, Alfonso E. P¨¦rez S¨¢nchez ya que "tengo qu¨¦ consultar con la almohada y con mi conciencia". "De todas formas yo creo que aceptar¨¦ porque conozco bien la primera pinacoteca del pa¨ªs, en la que he trabajado muchos a?os".Sobre cual es, a su modo, la pol¨ªtica que debe seguirse al frente del Prado, P¨¦rez S¨¢nchez se remiti¨® a una serie de conferencias que dict¨® en la Fundaci¨®n Juan March en 1976, con el t¨ªtulo de Pasado, presente y futuro del Museo del Prado y, m¨¢s concretamente, a la conferencia-ep¨ªlogo El Museo posible y deseable.

Para P¨¦rez S¨¢nchez un museo "posible y deseable" debe atender a la conservaci¨®n, la exposici¨®n, la educaci¨®n y la investigaci¨®n. "Ante todo, en primer lugar, la conservaci¨®n, es decir, la cuestodia con las m¨¢ximas garant¨ªas, de supervivencia del tesoro recibido con la obligaci¨®n de transmisi¨®n a las generaciones sucesivas; en cuanto a la exposici¨®n, "un museo ha de ser ante todo algo visitable, algo 'mostrado', para diferenciarse as¨ª del archivo que es lo conservado y registrado, pero accesible s¨®lo al investigador, al que bucea". En cuanto al aspecto educativo, P¨¦rez S¨¢nchez era rotundo al afirmar que "la idea nada infrecuente de que el museo ha de ser algo para selectos, para las gentes que ya 'lo saben todo', que no necesitan de r¨®tulos, ni gr¨¢ficos, ni explicaciones porque enturbiar¨ªan la l¨ªmpida claridad de la pura contemplaci¨®n, del goce est¨¦tico, est¨¢, en las ant¨ªpodas de una visi¨®n abierta y pedag¨®gica como la que propugnamos".

En ese museo posible y deseable hay que incluir tambi¨¦n la investigaci¨®n "especialmente en el Prado que posee fondos ricos, perfectamente coherentes y pr¨¢cticamente inamovibles y convertirlo necesariamente en un centro de estudio en contacto e strecho con la Universidad".

Una vez aceptada la direcci¨®n por parte de Alfonso E. P¨¦rez S¨¢nchez, los cambios en el Museo del Prado se completar¨¢n en los pr¨®ximos meses con la dotaci¨®n de un estatuto de autonom¨ªa en el que se delimitar¨¢ con exactitud el r¨¦gimen jur¨ªdico de esta instituci¨®n y se clarificar¨¢n sus objetivos y las actuaciones concretas de las partes que deber¨¢n responsabilizarse del museo con el fin de consolidar este centro como un foco de proyecci¨®n cultural tanto nacional como internacional.

Un profundo conocedor del Prado

Alfonso Emilio P¨¦rez S¨¢nchez (Cartagena, 1935) es un profundo conocedor del Museo del Prado en dos vertientes: en la acad¨¦mica, ya que ha analizado desde su perspectiva de catedr¨¢tico de Historia del Arte de la Universidad Aut¨®noma de Madrid el contenido de los tesoros art¨ªsticos del Prado; y en la pr¨¢ctica, puesto que ha sido subdirector del Museo del Prado durante los tres a?os de mandato de Jos¨¦ Manuel Pita Andrade, entre 1979 y 1981.Junto a sus actividades docentes destacan otras relacionadas con la publicaci¨®n de libros. Es autor de diversos estudios sobre la historia y la pintura espa?ola y extranjera, en especial del barroco itali¨¢no y el Siglo de Oro Espa?ol as¨ª como los de historia del dibujo y de trabajos monogr¨¢ficos sobre pintores barrocos espa?oles poco conocidos.

Alfonso E. P¨¦rez S¨¢nchez dimiti¨® el d¨ªa 27 de octubre de 1981 como subdirector del Museo del Prado precisamente por no estar de acuerdo con el nombramiento de Sope?a como director, a quien consideraba entonces "como una persona absolutamente ajena al museo". Posteriormente 148 empleados del museo, que supon¨ªa la casi totalidad de la plantilla, dirigieron un escrito al ministro de Cultura en el que manifestaban su total adhesi¨®n tanto con P¨¦rez S¨¢nchez como con Pita Andrade.

Un humanista de prestigio

Federico Sope?a, sacerdote, music¨®logo y escritor en cuya obra se incluye una amplia dedicaci¨®n a temas de artes pl¨¢sticas, de 66 a?os, fue nombrado director del Museo del Prado el 21 de octubre de 1981 por el entonces ministro de Cultura, I?igo Cavero, "por ser persona de prestigio intelectual, con un amplio conocimiento del Museo del Prado y con gran capacidad de gesti¨®n".Federico Sope?a naci¨® en Valladolid en 1917 y posteriormente curs¨® estudios universitarios en Madrid. Director del Real Conservatorio de M¨²sica durante un lustro, es catedr¨¢tico de Est¨¦tica e Historia de la M¨²sica. Fue comisario general de M¨²sica y es miembro fundador'de la Academia Europea de las Ciencias, las Artes y las Letras, de Par¨ªs. Miembro de la Academia de San Fernando, es correspondiente de la Academia de San Jorge, de Barcelona, y de la de Santa Isabel, de Sevilla. Durante cuatro a?os fue director de la Academia de Bellas Artes en Roma.

El ex director de la primera pinacoteca de Espa?a es autor de una extensa bibliograf¨ªa, entre la que destaca Dos a?os de m¨²sica en Europa, Joaqu¨ªn Turina, Joaqu¨ªn Rodrigo, La vida y opra de Stravinski, Liszt, Historia de la m¨²sica contempor¨¢nea espa?ola, Introducci¨®n a Gustav Mahler, Picasso y la m¨²sica, as¨ª como otros estudios sobre los pintores Delacroix y Klee.

Sope?a consigui¨® poco a poco conciliar las posturas en contra de su nombramiento (21 de octubre de 1981) hasta normalizar el per¨ªodo de su gesti¨®n en el que continuaron las obras de restauraci¨®n, se inauguraron varias salas y se celebraron exposiciones de la importancia.

Su nombramiento se produjo tres d¨ªas antes de la inauguraci¨®n oficial del centenario del nacimiento de Picasso y de la inauguraci¨®n de la exposici¨®n del Guernica. Sope?a se mantuvo tambi¨¦n en el cargo con la ministra de Cultura, Soledad Becerril.

En el transcurso de su gesti¨®n, se celebraron muestras tan importantes como las de El Greco, Murillo y la pintura flamenca del siglo XVII. Tambi¨¦n durante este tiempo se sucedieron diversas actividades de la fundaci¨®n Amigos del Museo del Prado que hab¨ªan comenzado a funcionar poco antes de su nombramiento. Una de las ¨²ltimas medidas que tuvo que tomar, a instancias del Ministerio de Cultura, fue la de hacer gratuita la entrada al museo.