Una decisi¨®n pasional
"No ha pasado absolutamente nada", declaraba ayer tarde el presidente del Gobierno. Algunas horas despu¨¦s el portavoz del Gobierno trasladaba a la opini¨®n p¨²blica noticia de la medida m¨¢s espectacular y pol¨¦mica que ha producido hasta ahora la gobernaci¨®n socialista.Si para el presidente Gonz¨¢lez no es "absolutamente nada" la nacionalizaci¨®n de 131 empresas habr¨ªa que echarse a temblar cuando pase realmente algo.
En nuestro editorial de ayer, titulado "El s¨ªndrome del poder excesivo", d¨¢bamos una voz de alarma sobre los excesos a que puede conducir la concentraci¨®n de poder en pocas manos, en una sola mano. "La borrachera de poder", se titula un editorial de hoy de nuestro colega 5 D¨ªas. Y los riesgos de una concentraci¨®n de poder pol¨ªtico deber¨ªan ser perfectamente entendidos y valorados por quienes tan sensibles son a la concentraci¨®n de poder econ¨®mico. Que en un caso exista el respaldo de millones de votos y en otro la decisi¨®n m¨¢s o menos minoritaria o grupal no concede patente de corso a nadie, en ning¨²n caso. No hay Gobierno, en este mundo, capaz de hacer, leg¨ªtimamente, de su capa un sayo por muy respaldado que se sienta. S¨®lo en una dictadura -?Y qu¨¦ bien lo sabemos nosotros!- se pueden tomar medidas, las que sean, las que se quiera, las m¨¢s graves, sin recurso alguno a la opini¨®n p¨²blica.
?Es la medida nacionalizadora del Gobierno, con relaci¨®n al holding Rumasa, una medida racionalizada, pensada, constrastada, sentida pero inevitable, absolutamente inevitable? ?O podr¨ªa ser una medida de fuerza s¨®lo en parte justificada y en parte forzada por orgullos personales y altaner¨ªas gubernativas? (...)
Muy dif¨ªcil va a ser que el Gobierno convenza a nadie, excepto a los convencidos de antemano, de que la nacionalizaci¨®n de Rumasa era necesaria, imprescindible aqu¨ª, ahora y de la forma en que se ha hecho.
24 de febrero
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