Ma?ana, elecciones generales en Senegal en un clma de libertad inusual en ?frica
Puede que el resultado de las elecciones de ma?ana en Senegal se conozca ya de antemano con cierta aproximaci¨®n, pero nadie, ni los miembros del Partido Socialista, en el Gobierno, ni los de los trece partidos legalizados de la oposici¨®n, toman la ocasi¨®n a la ligera. La caracter¨ªstica fundamental de los comicios de hoy en el pa¨ªs africano es que permiten salir a la luz a grupos izquierdistas hasta ahora en la clandestinidad. El autor de este trabajo es profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Escuela de Estudios Orienta les y Africanos de la Universi dad de Londr¨¦s.
El actual presidentede Senegal, Abdou Diouf, figura como virtual ganador de las elecciones del pr¨®ximo domingo. Ve las elecciones del domingo como una ocasi¨®n para crearse su propia legitimidad pol¨ªtica: lleva en el cargo desde 1980, gracias a una cl¨¢usula de la Constituci¨®n que hace autom¨¢ticamente sucesor al primer ministro en caso de dimisi¨®n del presidente. Abdou Diouf ha sido, en gran medida, el debrin del presiden te Leopold Sedar Senghor; sus diez a?os como primer ministro los pas¨® a la sombra pol¨ªtica de Senghor. Las elecciones de hoy domingo, en las que se renueva tanto la Presidencia como el Parlamento, han dado a Abdou Diouf la posibididad de afirmarse como dirigente nacional. Como primer ministro tuvo fama de ser un tecn¨®crata honrado y eficaz, aunque se dudaba de su habilidad pol¨ªtica y de su atractivo personal; una prueba de su ascenso es el hecho de que constituye el principal valor electoral del partido del Gobierno: "Me ha designado Abdou Diouf", es la ¨¢firmaci¨®n m¨¢s eficaz -de que -puede jactarse cualquier candidato socialista. Desde lo alto de sus 1,97 metros, Diouf domina,la escena pol¨ªtica senegalesa.Si bien no se pueden albergar muchas dudas de que Abdou Diouf ganar¨¢ c¨®modamente las elecciones presidenciales, otros cuatro candidatos le disputan el cargo. El m¨¢s destacado es el antiguo primer ministro Mamadu Dia, desprovisto de su cargo a ra¨ªz de una lucha por el poder y una crisis constitucional, en 1962. Ahora, igual que antes, se relaciona el nombre de Dia con el fomento de las cooperativas de campesinos," la autogesti¨®n y la oposici¨®n a la dependencia neocolonial de Senegal de Francia. Tales ideas siguen siendo atractivas para la intelligentsia politizada de Senegal, si bien no lo son tanto para los campesinos. La extrema izquierda est¨¢ representada por el candidato Mahjmout Diop, del Partido Africano de la Independencia, marxista-leninista; y el centro izquierda por el candidato Ma?tre Abdulaye Wade. Lo m¨¢s probable es que los opositores a Abdou Diouf quieran simplemente hacer o¨ªr sus nombres para una ocasi¨®n posterior.Las elecciones en Senegal le han dado a la oposici¨®n una libertad de expresi¨®n bastante poco corriente en Africa, aunque sea el Gobierno quien se reserve todos los triunfos. En 1981 se legalizaron nada menos que catorce partidos pol¨ªticos, ocho de los cuales se presentan *a las elecciones legislativas de hoy. Entre la oposici¨®n legal se encuentran varios grupos y subgrupos de obediencia marxista.
Los estudiantes y los sindicalistas, sobre todo en la capital, Dakar, se han sentido atra¨ªdos desde hace ya tiempo por una tradici¨®n revolucionaria marxista. El significado de las.elecciones de hoy es que marcan la salida de los muchos grup¨²sculos revolucionarios clandestinos al combate abierto y legal. Tres partidos marxistas se presentan a los comicios.
Tres partidos
Los principales partidos en la contienda son tres: la Alianza Nacional Democr¨¢tica (AND), dirigida por un intelecual, Cheij Anta Diop, representa una fr¨¢gil coalici¨®n de car¨¢cter fuertemente nacionalista. El punto del programa electoral del AND que m¨¢s le diferencia de los otros Partidos es la promoci¨®n de los idiomas africanos del pa¨ªs, especialmente el uolof, y su uso como lengua oficial; en lugar del franc¨¦l.Esta exigencia nacionalista toca un tema pol¨¦mico: si bien el 80% de la poblaci¨®n del Senegal entiende el uolof, una buena parte de ellos se opondr¨ªan a su promoci¨®n por encima de sus propias lenguas maternas (el empleo del franc¨¦s entre las elites puede ser, en t¨¦rminos pol¨ªticos, el menor de los males).
El Partido Democr¨¢tico de Senegal (PDS), dirigido por otro ¨ªntelectual, Abdulaye Wade, ha desempe?ado un papel de pionero,en -la creaci¨®n de una oposici¨®n de partidos legales en Senegal durante la pasada d¨¦cada. El PDS levanta, por un lado, sospechas en la izquierda, por su disposici¨®n en ciertas ocasiones a flegar a acuerdos con. el Gobierno, y, por otro, en el Gobierno, por sus coqueteos con la izquierda revolucionaria.
En 1981, Abdulaye Uade hizo un viaje a Libia por motivos poco claros, relacionados con el adiestramiento de los servicios de seguridad del PDS, que le ha hecho sospechoso de ambiciones extraparlamen tarias. La respuesta de Uade es que esos miembros de los servicios de seguridad hac¨ªan falta para proteger los m¨ªtines del PDS de los hostigamientos semioficiales, as¨ª como para proteger las vidas de sus dirigentes.
El PDS no tiene un programa muy,diferenciador: se opone a la mala administraci¨®n y a la corrupci¨®n del Gobierno, al igual que la mayor¨ªa de la oposici¨®n, pero los programas de los partidos no son necesariamente muy importantes para atraer al electorado. El prestigio personal de los dirigentes de los partidos y sus conexiones con los principales grupos regionales o religiosos van a contar m¨¢s, que su ideolog¨ªa a la hora de conseguir votos.
El Partido Socialista, en el Gobierno, sigue siendo, con mucho, la fuerza dominante. Jnmediatamente despu¨¦s de la dimisi¨®n de Senghor, a finales de 1980, hubo se?ales de desorden en el seno del PS, pero bajo la direcci¨®n de Abdou Diouf se han contenido las rivalidades personales y las facciones internas. El PS, como partido del Ciobierno, cuenta con la inmensa ventaja del pat-ronazgo oficial y de la distribuci¨®n de las inversiones de desarrollo y otros fondos: el votante racional, que busca una recompensa econ¨®mica en su elecci¨®n pol¨ªtica, tiene razones muy poderosas para votar al Partido Socialista.
Apoyo musulm¨¢n
No hay duda que por estos motivos los m¨¢s poderosos agentes electorales del pa¨ªs, que tienen poder para llevar los votos de sus seguidores en masa, se han alineado con el Partido Socialista. Los dirigentes de las dos sectas musulma-. nas dominantes, la Tijaniyya y la Murides, han,pedido a los fieles el voto para Abdou Diouf y el Partido Socialista. Esto deber¨ªa suponer un mill¨®n de votos, suficiente, para tener total seguridad del triunfo electoral del Gobierno.Y naturalmente, una de las ventajas del Partido Socialista es la posibilidad de dictar las reglas de la contienda electoral. Por ejemplo, se podr¨¢ disponer. de cabinas para efectuar el voto secreto, aunque tal medida es opcional, lo cual deja espacio para muchos abusos. El c¨®digo electoral prohibe la coalici¨®n de la oposici¨®n, haciendo que sus partidos se dispersen para la batalla electoral.
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