FACA contra faca
A ver si lo entiendo. Tenemos una ideolog¨ªa de izquierda, pero una tecnolog¨ªa de derecha. Sospechamos con histeria de los productos culturales fabricados en los USA, pero no de sus mortales productos de combate. Nos autoproclamamos neutrales y europeos, pero siempre terminamos haciendo cola colonial en el mismo supermercado b¨¦lico. Es que acabo de enterarme de que la suerte ya est¨¢ echada en contra de la opci¨®n europea y a favor de la americana. Compraremos los F-18 de la McDonall Douglas y no los Tornado alemanes o los Mirage del se?or Dassault. Las razones de la preferencia militar son de mucho cuidado. Por lo visto, los F-18 americanos atacan con m¨¢s eficacia el norte de Africa que sus colegas europeos, ingenios s¨®lo aptos para disuadir divisiones acoraza das. Personalmente hubiera argumentado al rev¨¦s: no me preocupan las oxidadas facas puntiagudas del Magreb, sino los blindados antidemocr¨¢ticos, las divisiones acorazadas nost¨¢lgicas, el acero inconstitucional.Pero las objeciones profundas a los F-18 tienen bastante m¨¢s que ver con la nueva cultura occidental que con las viejas guerras africanas. Dispuestos a incurrir en FACA, lo sensato hubiera sido que el futuro avi¨®n de combate permitiera el desarrollo nacional de esas tecnolog¨ªas llamadas de punta y que est¨¢n en el origen de nuestra agobiante dependencia econ¨®mica y cultural respecto de otros pa¨ªses m¨¢s astutos, que han sabido reciclarse a tiempo para la inevitable tercera industrializaci¨®n. La diferencia est¨¢ en que, con el F-18, los americanos nos venden polivalencia destructiva, pero nos escamotean celosamente las tecnolog¨ªas que hicieron posible el ingenio. Mientras que con los Tornado y Mirage hubi¨¦ramos compartido, con Francia y Alemania, investigaci¨®n electr¨®nica, cibern¨¦tica, audiovisual, inform¨¢tica y otras tecnolog¨ªas de amplio uso pac¨ªfico, cient¨ªfico y cultural cuya factura ya resulta m¨¢s espeluznante que la del petr¨®leo. O sea que no lo entiendo. Nos endeudamos con un fant¨¢stico avi¨®n para las guerras coloniales del pasado a costa de transformarnos en una indefensa colonia del futuro.
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