Remedios 'la bella', un toque de bronce para Eurovisi¨®n
Un cintur¨®n de hombres sol¨ªcitos -productor, manager, gentes de la c¨¢sa de discos, a la postre amigos suyos todos- rodea el cuerpo oliv¨¢ceo de Mar¨ªa Dolores Amaya Vega, ya irremisiblemente convertida en Remedios Amaya por la devoci¨®n de su madre a esa virgen y la necesidad de meterse en el mundo del espect¨¢culo con un nombre m¨¢s contundente. Tiene 21 a?os y esa cualidad mineral de las gitanas, clue est¨¢n como si no estuvieran y, a la vez, parece que hubieran estado siempre.
Remedios Amaya admira sobre todo al Camar¨®n de la Isla, y ella misma es camar¨®nica en su cante, con una voz que se inicia solapadamente bajo su cintura y luego se agranda y se enronquece y te parece que Remedios no es nada m¨¢s que eso, una voz invasora, desordenada, sulf¨¢rica. Poco importa que Remedios cante en Eurovisi¨®n, ese escaparate de croquetas de plastilina envueltas en albal; poco importa tambi¨¦n lo que cante, aunque, en este caso, la canci¨®n elegida -Qui¨¦n maneja mi barca-. tenga poco, nada que ver con lascretineces precedentes. Lo que importa es Remedios, su voz hilando quejas v¨ªa sat¨¦lite.Naci¨® en Triana, y eso quiere decir, en su caso, crecer bajo los toldos, escudri?ar el cielo cada noche, arropada por la comunidad gitana. Quiere decir tambi¨¦n ver c¨®mo la ciudad enrojece por la tarde al otro lado del r¨ªo, c¨®mo el cielo se pincha hasta sangrar en la diadema del Giraldillo. Y pensar que m¨¢s all¨¢ hay m¨¢s cosas.
?India Chica?
Todo esto no te lo dice Remedios la Bella, que podr¨ªa volar como el personaje de Garc¨ªa Marquez cada vez que se queda callada y parece que no est¨¦, y que, pese a ello, s¨ª est4, como su madre y su abuela y todas las mujeres que le pasaron el cante, est¨¢n como las piedras y como las ra¨ªces bajo el tronco, con una solemnidad que a las mujeres de razas inciertas y caminar apresurado nos hace sentir repentinamente torpes, troqueladas con piezas de deshecho.Canta desde ni?a, como suele ocurrir en estos casos: con otras gitanillas festejaba bautizos, bodas, comuniones. Un padre bailaor la llevaba al tablao siempre que pod¨ªa, y Remedios se quedaba callada, mirando, hasta que los propios bailaores le pidieron que subiera con ellos. "Ese d¨ªa dejaron de llamarme India Chica, recuerda".
A los 14 empez¨® a trabajar como profesional, en el tablao Los Gallos, de Sevilla. El primer disco naci¨® de su encuentro con Manuel P¨ªo Halc¨¢n, Gonzalo Garciapelayo, Julio Palacios, Gualberto y Juan Manuel Flores, y a?o y medio m¨¢s tarde -con apenas 18- sac¨® el segundo LP. Su ¨²ltimo disco es Luna Nueva, al que pertenece la canci¨®n eurovisiva y en el que ninguno de los temas restantes tiene desperdicio.
?Cosas? de Remedios
La lanzan con un eslogan: Remedios Amaya, el reflejo de la luna nueva. Y bueno. No parece que las frases hechas puedan definirla, ni que lo suyo, que en este tercer ¨¢lbum es flamenco electronizado sin vulgaridad, m¨²sica joven para no desarraigados, para no deudores del amo anglosaj¨®n; no parece que lo suyo pueda etiquetarse f¨¢cilmente. Habr¨¢ que decir que son cosas de Remedios. Y escucharla y punto."Quiero llegar muy alto, lo m¨¢s arriba", te dice, con inocencia de ni?a que quiere ser artista. Y una quisiera contestarle que eso importa muy poco, que palabras como llegar, triunfar, se quedan muy vac¨ªas para alguien que limit¨¢ndose a ser puede expandirse tanto. Pero es muy joven, Remedios la Bella, y esas son cosas que se aprenden con la edad: que nada est¨¢ nunca tan alto como lo que uno vuela cuando sabe quedarse adentro.
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