La pol¨ªtica como -espect¨¢culo

Objetivo mortal es una historia de pol¨ªtica-ficci¨®n basada en ese tipo de literatura semidocumental y semifant¨¢stica que cultivan, bajo una f¨®rmula acreditada, los fabricantes de best sellers. Los elementos de actualidad se entremezclan con viejos esquemas de suspense, la realidad con la ficci¨®n. El punto de vista desde el que se observan las m¨¢s incre¨ªbles peripecias es el del sentido com¨²n, ese a priori por el que todos los pol¨ªticos son iguales, los ¨¢rabes unos fan¨¢ticos y detr¨¢s de cada asesinato hay un agente de la CIA.Que Richard Brooks sea el director de Objetivo mortal es una prueba de c¨®mo ha cambiado el cine, la industria y su comercializaci¨®n, en los ¨²ltimos veinticinco a?os. La propia pel¨ªcula es algo muy parecido a los actos terroristas de los que habla. El filme es una operaci¨®n puntual, s¨®lo posible si va acompa?ada de un gran despliegue publicitario, una razzia destinada a mantener el control del mercado.

Hace veinticinco a?os, Brooks llevaba ¨¢ Tennessee Williams a las pantallas con La gata sobre el tejado de zinc, experiencia que repetir¨ªa poco despu¨¦s con Dulce p¨¢jaro de juventud. En 1.957 se atrevi¨® a rodar Sangre sobre la tierra, tomando partido a favor de la liberaci¨®n de Kenia y el Mau Mau, y a finales de los a?os sesenta a¨²n daba muestras de mantener bien despierto su esp¨ªritu cr¨ªtico y la dimensi¨®n intelectual y ¨¦tica de su cine al dirigir A sangre fr¨ªa o The happy ending.

Posteriormente, sus pel¨ªculas han ido perdiendo inter¨¦s, hasta llegar a este extra?o Objetivo mortal en el que todo el entramado gira alrededor del petr¨®leo y la amenaza, a cargo de una suerte de Gadafi emparentado con la OLP y Jomeini -los best sellers fabrican extra?os h¨ªbridos-, de hacer explosionar dos bombas at¨®micas en Nueva York.

Basta con ver c¨®mo se resuelve la b¨²squeda y hallazgo de las bombas para comprender hasta qu¨¦ punto Brooks es un cineasta que se adapta mal al tebeo cinematogr¨¢fico que le ha tocado dirigir.

Mentira y verdad

Otro aspecto central del filme es la cr¨ªtica, tan c¨ªnica como superficial, que se hace de los medios de comunicaci¨®n. Se nos dice qu¨¦ todo, desde un bombardeo a un discurso, desde un atentado terrorista hasta una investigaci¨®n policial, se hace en funci¨®n de la repercusi¨®n televisiva que se piensa obtener del acto. Al margen de la exageraci¨®n que hay en ello, el planteamiento obvia el problema del control de dichos medios.Todo es susceptible de interpretaci¨®n y justificaci¨®n, pero s¨®lo algunos se libran de la condena radical.

En definitiva, Objetivo mortal es, sin duda, uno de los filmes m¨¢s extra?os y ex¨®ticos de entre todos los que este a?o van a estrenarse, una mezcolanza de trivialidad y trascendencia, tonter¨ªa o inteligencia, oportunismo y discurso personal, mentira y verdad.