La crisis economica posibilita, un triunfo conservador
Unos cuatro millones de finl¨¢ndeses concurrir¨¢n los pr¨®ximos do mingo y lunts a las urnas para elegir los doscientos miembros que integrar¨¢n el Parlamento durante los cuatro a?os venideros. Desde hace una semana ya lo est¨¢n haciendo los ciudadanos radicados en el extranjero, la, mayor parte de ellos residentes en Suecia. Del resultado de estas elecciones depender¨¢ tambi¨¦n la composici¨®n del nuevo. Gobierno.
Las expectativas en torno a este acontecimiento, acentuadas de por s¨ª en raz¨®n de la crisis econ¨®mica y las tensiones en el plano internacional, crecieron el pasado fin de semana cuando se divulgaron los resultados de un sondeo de opini¨®n efectuado por la Gallup finlandesa por encargo del diario Helsingin Sanomat. Seg¨²n dichos pron¨®sticos, el Nationella Samiingspartiet (conservador) habr¨ªa experimentado un aumento en las simpat¨ªas de los electores del 4,3% en relaci¨®n a las anteriores elecciones parlamentarias de 1979, llegando ahora al 26%, mientras que el partido socialdem¨®crata s¨®lo ha crecido el 2,6% respecto a 1979, y totaliza ahora el 26,5%, es decir, apenas un 0,5% m¨¢s que su rival m¨¢s cercano.Otro dato interesante del mismo sondeo es el aumento que registra el Partido Agrario Finiand¨¦s, un desprendimiento del Partido del Centro, fundado por Veikko Vennamo a ra¨ªz de la enconada rivalidad de ¨¦ste hacia la persona de Urho Kekkonen. De confirmarse el pr¨®ximo lunes las tendencias indicadas, cabe esperar cambios en el mapa pol¨ªtico de Finlandia.Se confirmar¨ªa tambi¨¦n que los tiempos de crisis suelen ser capitalizados, al menos transitoriamente, por los partidos de orientaci¨®n, conservadora.
Estas ser¨¢n, por otra parte, las primeras elecciones parlamentarias desde 1956 sin la presencia de Urho Kekkonen en la escena pol¨ªtica. La era Kekkonen qued¨® definitivamente clausurada el 27 de octubre de 1981 a consecuencia de una enfermedad irreversible en raz¨®n de su edad. Interinamente, fue sustituido en el cargo por el entonces primer ministro, Mauno Koivisto. Luego de un per¨ªodo cr¨ªtico en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs y de una lucha a veces no muy sorda por el poder, Koivisto fue confirmado c¨®mo sucesor, el 27 de enero de 1982, por una holgada mayor¨ªa de los 301 delegados que por mandato constitucional debieron escoger de una n¨®mina de ocho candidatos.
En su calidad de nuevo presidente -primer. presidente socialdem¨®crata en la historia de la Finlandia independiente-, Mauno Koivisto encarg¨® al l¨ªder de su partido, Kalevi Sorsa, la formaci¨®n de Gobierno, que deber¨¢ ser cambiado una vez conocidos los resultados de las elecciones.
Inicialmente integrado por una coalici¨®n de cuatro partidos, el del Centro, el Popular Sueco y los dem¨®cratas populares (comunistas), adem¨¢s de la socialdemocracia, la coalici¨®n se redujo a tres cuando en diciembre de 1982 los tres ministros comunistas fueron sustituidos por Kalevi Sorsa tras haber votado en contra de una propuesta del Gobierno sobre gastos de defensa.Un nuevo estiloKoivisto, uno de los pocos pol¨ªticos finlandeses que resisti¨® los embites de la fuerte personalidad del presidente Kekkonen, subi¨® a la presidencia rodeado de una incontestable popularidad, esa popularidad que, seg¨²n los ¨²ltimos sondeos de opini¨®n, habr¨ªa empalidecido, sin que haya razones aparentes para ello. Su acceso al Gobierno estuvo acompa?ado de un estilo diferente al de su antecesor, consistente en el mantenimiento de un di¨¢logo m¨¢s intenso con los partidos y el Parlamento, restituyendo a ¨¦ste los verdaderos fueros asignados por la C¨®nstituci¨®n, a menudo dejados de lado por el estilo Kekkonen.
Este objetivo cumplido de democratizaci¨®n de la vida pol¨ªtica se tradujo en la discusi¨®n sin inhibiciones de los problemas de la vida nacional tanto como los de pol¨ªtica exterior, de por s¨ª sensibles,en Finlandia. El debate lleg¨® en algunos casos a traspasar las fronteras, como ocurri¨® recientemente con Noruega a ra¨ªz de una discusi¨®n interna sobre seguridad nacional.
No cabe imputar a ese nuevo estilo de -Mauno Koivisto desde la presidencia la raz¨®n de la pronosticada p¨¦rdida de popularidad. Quiz¨¢ deba buscarse en la crisis econ¨®mica, una de las razones, si no la principal.
Pese a que Finlandia ha sufrido en menor medida que sus vecinos n¨®rdicos las consecuencias de la baja coyuntura internacional -prev¨¦ un crecimiento del 1,5%. para este a?o, contra el 0,5%. de 1982-, no ha podido evitar las secuelas de la crisis. Uno de l¨®s puntos m¨¢s preocupantes es el del n¨²mero de parados (unos 170.000, un 7% de la poblaci¨®n laboral). Aunque las exportaciones crece-r¨¢n este a?o en un 1,5%, algunas industrias han sufrido las consecuencias de, entre otros factores, la devaluaci¨®n sueca del 16% en octubre pasado, que oblig¨® a Finlandia a devaluar por segunda vez su moneda en un lapso de quince d¨ªas. Por otra parte, el retorno de ,una buena cantidad de finlandeses, principalmente de Suecia -donde tambi¨¦n el paro golpea-, ha contribuido a agravar no s¨®lo la sitpaci¨®n del mercado de trabajo, sino la de la vivienda, educaci¨®n y servicios en general.
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