La sintaxis
Al se?or Roca ha y que expropiarle la sintaxis castellana. Es el Ruiz-Mateos de la sintaxis. Un defraudador del idioma. Ahora coge, agarra, va y dice: "Somos un s¨ªmbolo que defiende en el Parlamento una expresi¨®n de reformismo europeo avanzado y civilizado. Con otro hemiciclo, con otra relaci¨®n de fuerzas, lo tendr¨ªamos que compartir quiz¨¢ con otros. Pero en este momento nos hemos quedado bastante solos en este tema". ?Qu¨¦ rayos es lo que tendr¨ªan que compartir con otros: el s¨ªmbolo, la expresi¨®n, el reformismo, el hemiciclo, el tema? Cuando se ha hablado de tantas cosas en pocas l¨ªneas -ayer mismo, con quien dice- no puede resumirse todo eso en un art¨ªculo indefinido o en el pobr¨ªsimo (paup¨¦rrimo) comod¨ªn verbal del tema, clavo ardiendo de pol¨ªticos ¨¢grafos. ?C¨®mo se puede uno quedar solo, oiga, en un tema, como s¨ª un tema fuese una whisker¨ªa?Mayormente, no sabiendo cu¨¢l es el tema. Al se?or Roca, ya digo, hay que nacionalizarle la sintaxis. Lo suyo era m¨¢s urgente que lo de Rumasa/Rumasina. "?Lo ven c¨®mo las promesas socialistas no funcionaban?". Trastocamiento de tiempos verbales, otra vez ese lo innecesario, obsedente y hortera. "?Lo ven c¨®mo las cumplen?". C¨®mo es, el t¨ªo. ?Para m¨ª el tema Rumasa ha sido bastante s¨ªmbolo. Porque, primero, es un cierto desprecio a la razones jur¨ªdico-formales". "Con el tema Rumasa se recupera una imagen de los socialistas que hab¨ªamos ya olvidado". Se ve que para este se?or todo es un tema: los s¨ªmbolos, el Parlament¨®, el reformismo, el hemiciclo, las promesas socialistas, don Zoilo, todo. De acuerdo con Paul Val¨¦ry, la sintaxis es una facultad del alma", lo que revela en el se?or Roca una indigencia pol¨ªtica de alma, una limitaci¨®n, una incapacidad de expresi¨®n que nos deja en la duda entre nacionalizarle o enviarle a un colegio de sordomudos. A mi no me importa nada la pol¨ªtica -o lo que sea- que hace este se?or, si es que hace alguna, o sea, que no me importa el tema, pero se repite tanto en los peri¨®dicos que nos los va a dejar hechos una braga.
"Si se han cometido errores, que se tomen las medidas necesarias para solucionarlos". Los errores no se solucionan, sino que se rectifican. A m¨ª este'hombre es que me trae por la calle de la amargura. Tambi¨¦n dice el se?or Roca que la pol¨ªtica informativa del Gobierno "es del m¨¢s puro estilo franquista". Aqu¨ª no me duele la sintaxis, pero me duele Roca. El se?or Roca, que es el roneo que no cesa, ha hablado asimismo en estos d¨ªas del "tema de la OTAN". La OTAN tambi¨¦n es un tema, claro. Un pol¨ªtico que reduce todos los problemas nacionales a temas parece m¨¢s bien un opositor de notar¨ªas. Luego est¨¢ el "tema aut¨®nomo". Y todo un d¨ªa. "Ha habido algo de rechazo a las declaraciones del presidente". No alg¨²n rechazo, sino "algo de" rechazo. Digo del estilo oratorio/parlamentario del se?or Roca lo que Miguel Delibes dice del m¨ªo:
-A ti, Paco, es que te sale adornado.
Con la misma naturalidad, al se?or Roca le sale desmanganillado. El se?or Roca dice que, de momento, no hay alternativa al se?or Gonz¨¢lez, y "veremos si en el a?o 1986 puede haber una". Por este una vemos que el se?or Roca est¨¢ morfologizando su pensamiento, o lo que sea, en lenguas extrapeninsulares. Mientras el se?or Poca barbarizaba a pantal¨®n ca¨ªdo, el maestro "a dec¨ªa en la Academia de Ciencias que los cient¨ªficos tambi¨¦n tienen que hacer idioma. A m¨ª se me ocurre, maestro La¨ªn, que mientras no nacionalicemos a los violadores nocturnos, macarras, chorizos y membrillos del idioma no hay nada que hacer, jefe. Ayer he estado en Pueblo Nuevo hablando de Blas de Otero al persorial. El mayor poeta de los 40/40 escribi¨® un castellano entre Quevedo y Unamuno, poderoso, y era de Bilbao.
Almuerzo con Carmen Garrigues y Sisita Pastega, n¨¦o Milans del Bosch. C¨®mo canta el idioma en estas "altas damas, calandrias". Bien recibido mi amigo y maestro Garc¨ªa Nieto en la Academia, maestro La¨ªn, pero t¨², tipo Boyer, tienes que nacionalizar la sintaxis de Roca. Espa?a te necesita.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.