Victoria y se?orita
Las pantallas cinematogr¨¢ficas espa?olas presentan desde esta semana las dos pel¨ªculas que tienen el mayor n¨²mero de selecciones para los pr¨®ximos premios de la Academia de Hollywood. Diez selecciones tiene Tootsie, una comedia de Sydney Pollack sobre el papel de la mujer en la sociedad actual, ocasi¨®n para el lucimiento interpretativo de Dustin Hoffman. Veredicto final, de Sidney Lumet, protagonizada por Paul Newman, Charlotte Rampling y James Mason, tiene cinco selecciones para los oscars y constituye una vuelta al mejor cine de juicios. Para los oscars, coinciden a la mejor pel¨ªcula, mejor director y mejor actor.A?os despu¨¦s de que Jaime de Armi?¨¢n y Jos¨¦ Luis Borau crearan el personaje de Mi querida se?orita, el cine norteamericano parece interesarse por el problema del travestismo o, lo que es lo mismo, por el de la ambig¨¹edad sexual y, por cuestiones de urgencia, por el de la situaci¨®n de la mujer en el mundo contempor¨¢neo.Armi?¨¢n lamentaba junto con su personaje -aquella solterona de provincia que descubr¨ªa con dolor su identidad masculina- la situaci¨®n de inferioridad que la mujer padece, al mostrar que su personaje s¨®lo sab¨ªa para enfrentarse a la vida "algo de costura y de piano".
Tootsie
Direcci¨®n: Sydney Pollack. Gui¨®n: Don McGuire y Larry Gelbart. Fotograf¨ªa: Owen Roizman. M¨²sica. Dave Grusin. Int¨¦rpretes. Dustin Hoffman, Jessica Lange, Teri Garr, Dabney Coleman, Charles Durning. Norteamericana, 1982. Comedia. Locales de estreno: Palacio de la M¨²sica, Benlliure, Juan de Austria.
Ahora, Sydney Polack abunda en aquel planteamiento siguiendo la trayectoria de su personaje protagonista -un actor en paro que debe disfrazarse de mujer para encontrar trabajo- y descubriendo a su lado que el conocimiento que tiene el var¨®n del papel social de la mujer es siempre escaso cuando no equivocado.
En un solo a?o, es esa ya la segunda pel¨ªcula norteamericana importante que intenta analizar los diferentes planteamientos a que est¨¢n obligados, por su condici¨®n sexual, tanto el hombre como la mujer. Victor o Victoria, la excelente comedia de Blake Edwards, llevaba el tema de la ambig¨¹edad por los derroteros de la comedia, mientras que Tootsie lo hace por los del astrac¨¢n. En esta pel¨ªcula no hay dudas er¨®ticas en el personaje femenino que interpreta brillantemente Dustin Hoffman aunque tambi¨¦n d¨¦ pie a situaciones equ¨ªvocas; su conflicto es, digamos, interior, lo que no evita, desgraciadamente, las secuencias que intentan encontrar el humor vulgar que provocan estas situaciones.
Ambos t¨ªtulos son candidatos a los oscar de Hollywood y ello ayuda a compararlos, pero no hay que entrar en tal, juego. Tootsie, que poco recuerda a los mejores t¨ªtulos de su director como Danzad, danzad, malditos, Las aventuras de Jeremiah Johnson, Tal y como ¨¦ramos o Una vida, un instante, donde la sociedad norteamericana era retratada con una lucidez ejemplar, tiene su m¨¢ximo atractivo en la interpretaci¨®n de Dustin Hoffman que, en su vertiente femenina, logra una creaci¨®n que, aunque de cierto histrionismo, alcanza momentos admirables.
Tootsie incide con inteligencia en denunciar la incomunicaci¨®n entre los sexos, pero el desarrollo de la parte astracanesca se orienta por un camino distinto: no toda la pel¨ªcula tiene la misma direcci¨®n. Se ha dicho repetidas veces que hubo problemas durante el rodaje ya que el actor y el director pretend¨ªan metas opuestas. Probablemente esto influya en la tibieza final de la pel¨ªcula, que parece improvisar su mensaje, sin haber canalizado la historia previa en el mismo tono.
Dustin Hoffman hace un trabajo serio, ayudado por su peculiar rostro que tiene connotaciones inesperadas al traducirse en mujer. Lamentablemente, el doblaje espa?ol no le ayuda, y no, por cierto, en el momento en que se dobla su vertiente femenina, sino por la que traduce sus parlamentos de hombre. En Espa?a tiene una voz m¨¢s recia de la que corresponde al original.
Con independencia del valor del trabajo del doblador, es algo que ya no debe sorprendemos: el doblaje espa?ol va deterior¨¢ndose escandalosamente. Lo que hace a?os se hac¨ªa con mayor rigor, obligando, por ejemplo, a que los actores espa?oles vieran y oyeran la totalidad de la pel¨ªcula original, ahora se interpreta con prisas y desconocimiento, ahorrando un dinero que perjudica notablemente la calidad final de lo que consumimos.
Con Tootsie se inaugur¨® el ¨²ltimo Festival de Berl¨ªn. Es probable que de presentarse al concurso hubiera alcanzado un gran premio. Es una pel¨ªcula brillante e inteligente que puede interesar seriamente al margen de su originalidad.
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