"Querida compa?¨ªa teatral"

Queridos compa?eros, que form¨¢is la querida compa?¨ªa teatral tan inmensa:Una vez m¨¢s -y pocas en situaci¨®n tan dif¨ªcil- vamos a celebrar el D¨ªa Mundial del Teatro. Que lo que celebremos en esta significativa semana de Pasi¨®n, sea su resurrecci¨®n o su muerte, depende en buena parte de nosotros. Es cierto que el teatro, como hecho social, depende ante todo de la sociedad a la que va dirigido (de su asistencia, en el doble sentido de comparecencia y de ayuda), pero no descuidemos nosotros el cumplimiento de nuestra elegida obligaci¨®n profesional. En un momento en que todos los sectores sociales vibran, resurgen, reclaman y proyectan, el teatro no puede quedarse mano sobre mano aguardando que le sirvan una triste cena fr¨ªa. El teatro no puede ya reducirse al teatro; ha de salir a los lugares de que procede, en los que tantos tiempos de gloria y participaci¨®n tuvo: las plazas, las calles, las tertulias, los mentideros, los peri¨®dicos y las casas y el alma de las gentes. Es decir, aquellos sitios donde la vida palpita y florece, en una permanente primavera, desafiando al envejecimiento y a la muerte.

Dar vuestra fe de vida es lo que os pido ahora. Una afirmaci¨®n de alegr¨ªa, de libertad, de movimiento jubiloso y seguro. Vamos a poner flores ante las estatuas de los que nos precedieron -nuestros hermanos mayores- en este af¨¢n l¨²dico, maravilloso y ejemplar de hacer teatro. Pero vamos tambi¨¦n a prepararnos para que los que nos sigan -nuestros hermanos menores- se sientan ma?ana un poquito orgullosos de nosotros. Vamos a procurar escribir un p¨¢rrafo, no s¨¦ si bello, no s¨¦ si inolvidable, pero s¨ª personal y valeroso en la azacaneada historia del teatro en Espa?a.

Y eso, s¨®lo con una esperanza solidaria y una ilusi¨®n activa podremos conseguirlo. Nunca de uno en uno, sino entre todos, gozosos y ufanos de ser profesionales de una de las profesiones m¨¢s antiguas del mundo. No mendigando, no resign¨¢ndonos, sino proclamando nuestra tarea y exigiendo la atenci¨®n que, de su sociedad, tiene derecho a exigir el teatro. Espa?a no ser¨¢ del todo Espa?a sin nosotros. En el amanecer que todos deseamos se echar¨ªa apasionadamente de menos, si faltara, nuestra luz.

S¨¦ que vais a colaborar en los actos que os proponemos, y al invitaros a hacerlo de todo coraz¨®n, de todo coraz¨®n os doy las gracias.