Una historia del cine espa?ol ser¨¢ publicada el a?o pr¨®ximo
Espasa Calpe se hace cargo de un proyecto que ha pasado por varias editoriales
La editorial Espasa Calpe prepara la publicaci¨®n de cuatro vol¨²menes sobre la historia del cine espa?ol. Los tres primeros aparecer¨¢n a mediados del a?o pr¨®ximo. La edici¨®n del cuarto volumen se retrasar¨¢ para poder incorporar al mismo las primeras l¨ªneas de trabajo de la nueva Administraci¨®n socialista en el sector cinematogr¨¢fico. Los directores del trabajo son Rom¨¢n Gubern y Julio P¨¦rez Perucha.
El proyecto es antiguo, ha pasado por m¨¢s de una editorial y ha tenido redactores circunstanciales que no figuran en la edici¨®n definitiva que ir¨¢ firmada por Gubern, P¨¦rez Perucha, Ram¨®n Sala, Rosa ?lvarez, F¨¦lix Fan¨¦s, Javier Maqua, Garc¨ªa Segu¨ª, Francisco Llin¨¢s y Alberto Fern¨¢ndez Torres. En un principio debi¨® aparecer en Lumen y de hecho se inici¨® su publicaci¨®n con el libro de Rom¨¢n Gubern El cine sonoro en la II Rep¨²blica, que apareci¨® en 1977. Sin embargo, un cambio en la programaci¨®n de la citada casa editorial paraliz¨® la distribuci¨®n de otros vol¨²menes ya ultimados por sus autores. El trabajo de Ram¨®n Sala y Rosa ?lvarez sobre el cine republicano durante la guerra civil estuvo a punto de aparecer en Gustavo Gili hace un par de a?os y ya exist¨ªa un precontrato, pero la escasa venta de los t¨ªtulos dedicados al cine aconsej¨® a la editorial paralizar la publicaci¨®n de m¨¢s libros sobre el tema. Epis¨®dicamente se habl¨® de su aparici¨®n en una colecci¨®n de la Filmoteca Nacional que no lleg¨® a cuajar. Por fin, Espasa Calpe ha decidido hacerse cargo del proyecto ¨ªntegramente.
Bibliograf¨ªa dispersa
La bibliograf¨ªa sobre el cine espa?ol es muy dispersa y existen pocos intentos sistematizadores. Los trabajos m¨¢s globales de Juan Antonio Cabero, Fernando M¨¦ndez-Leite o Vizca¨ªno Casas no est¨¢n planteados con una m¨ªnima metodolog¨ªa, al margen de sus impl¨ªcitos ideol¨®gicos. A falta de una tarea totalizadora, de manera espor¨¢dica han ido apareciendo estudios centrados en alg¨²n aspecto de la historia del cine espa?ol. Las empresas editoriales tampoco han mantenido colecciones especializadas. La excepci¨®n m¨¢s notoria, fue Rialp, cuyo cat¨¢logo a partir de 1957, sin embargo, descubre la militancia cat¨®lica de la misma. Es sintom¨¢tico que el primer libro sobre cine que se publica en la posguerra se llame Cine y moral, hoy de monse?or Cirardi. Luego aparecer¨ªan t¨ªtulos como Moral y pedagog¨ªa del cine, Cine y juventud, Un cat¨®lico va al cine, Dios en el cine, ?El cine tiene alma?, El cine y lo sagrado y Fray Mauricio de Bego?a publicar¨ªa Elementos de Filmolog¨ªa.... Lumen, Anagrama, la desaparecida Fernando Torres y Gustavo Gili son algunas de las casas que mayor atenci¨®n han prestado a la tem¨¢tica cinematogr¨¢fica.El primer volumen de esta historia del cine espa?ol contendr¨¢ un estudio sobre el per¨ªodo del cine mudo de Julio P¨¦rez Perucha y dos trabajos de Rom¨¢n Gubern sobre el cine de vanguardia y el de la II Rep¨²blica, revisi¨®n ampliada del trabajo ya publicado. El segundo volumen, se abrir¨¢ con la historia del cine espa?ol durante la guerra civil. Rosa ?lvarez y Ram¨®n Sala, sus responsables, han ampliado la investigaci¨®n inicial, centrada en el bando republicano, a la escasa actividad cinematogr¨¢fica del bando franquista durante estos tres a?os ya que, salvo la producci¨®n documental y propagand¨ªstica, los pocos filmes de ficci¨®n fueron rodados, principalmente, en estudios alemanes e italianos -cuyos reg¨ªmenes apoyaban la sublevaci¨®n- dado que toda la infraestructura industrial espa?ola -Madrid, Valencia y Barcelona permaneci¨® en 61 sector rep¨²blica no hasta casi el final de la guerra. Alberto Fern¨¢ndez Torres suscribe, en este mismo volumen, un estudio sobre el nuevo marco jur¨ªdico-econ¨®mico que supone la dicta dura y su evoluci¨®n.
El per¨ªodo del franquismo aut¨¢rquico y su posterior debilitamiento (1939-51), as¨ª como las consecuencias que tiene en la industria del cine, abre el tercer volumen con un estudio de Garc¨ªa Segu¨ª. Rom¨¢n Gubern analiza los a?os cincuenta y Javier Maqua hace una consideraci¨®n sobre la relaci¨®n entre literatura, cultura en general y cinematograf¨ªa. Ram¨®n Sala asume un cap¨ªtulo dedicado al No-Do.
El cuarto volumen, cuya publicaci¨®n se retrasar¨¢, contendr¨¢ un estudio sobre el llamado nuevo cine espa?ol de Francisco Llin¨¢s, un trabajo de F¨¦lix Fan¨¦s sobre el desarrollo de un cine catal¨¢n espec¨ªfico (la Escuela de Barcelona y su enfrentamiento est¨¦tico con el nuevo cine espa?ol) y un estudio de P¨¦rez Perucha sobre el cine de la transici¨®n (1973-82), adem¨¢s de un an¨¢lisis sobre la pol¨ªtica cinematogr¨¢fica del Gobierno socialista.
P¨¦rez, Perucha ha manifestado a este diario que sin poder hablarse de una metodolog¨ªa com¨²n existe entre todos los colaboradores de la obra una confluencia en la manera de ver el cine espa?ol. "Hay, no obstante, diferencias de tono debidas a la antig¨¹edad del proyecto. Nos planteamos redescubrir el cine espa?ol y buscamos establecer un punto de partida que revitalice el discurso existente sobre el tema. El libro propone una interpretaci¨®n, pero sin dogmatismos". P¨¦rez Perucha ha analizado el per¨ªodo inicial de la historia del cine espa?ol. "Hay un problema de entrada y es el de la escasa conservaci¨®n de las pel¨ªculas, lo que te obliga a recurrir a fuentes hemero gr¨¢ficas de la ¨¦poca que no se plantean el fen¨®meno cinematogr¨¢fico con rigor". En esta ¨¦poca ya se aprecia el esp¨ªritu tercermundista de la industria del sector. Los buenos profesionales dependen, b¨¢sicamente, de productoras francesas o marchan a trabajar a otros pa¨ªses y en Espa?a se instala la mediocridad. Se desaprovecha, por ejemplo, la estancia de Max Linder en Espa?a que s¨®lo recibe ofertas para protagonizar carteles publicitarios de an¨ªs. El segundo trabajo de P¨¦rez Perucha, enmarcado en la transici¨®n pol¨ªtica, parte de la premisa de que ya antes de la muerte de Franco se hac¨ªa un cine posfranquista que, en cierta manera, todav¨ªa se mantiene.
Alberto Fern¨¢ndez Torres se centra en el estudio de la evoluci¨®n industrial desde 1939. En los a?os cuarenta, la pol¨ªtica proteccionista viene justificada ideol¨®gicamente por la necesidad de tener un cine nacional. Los prop¨®sitos expl¨ªcitos de las medidas que se toman contradicen sus reales efectos. Se impone el doblaje obligatorio para defender el idioma castellano y, en la pr¨¢ctica, favorece la exhibici¨®n del cine extranjero, cuyos techos de censura eran muy superiores al espa?ol. Se conceden licencias de importaci¨®n de pel¨ªculas extranjeras para compensar el te¨®rico esfuerzo inversor de los productores espa?oles y algunos de ellos se dedican a realizar filmes infectos, que jam¨¢s exhiben, porque el negocio radica en la reventa de las licencias, etc¨¦tera. Para Fern¨¢ndez Torres, los a?os cincuenta marcan el intento de crear una infraestructura, que fracasa. En este per¨ªodo se abre la pol¨ªtica de coproducciones que, a priori, deb¨ªan servir para el aprendizaje de los t¨¦cnicos espa?oles y conseguir una mayor presencia internacional del cine espa?ol. En la realidad, los productores extranjeros se limitan a contratar mano de obra barata no especializada incrementando, tras su desaparici¨®n, el paro.
Dos alternativas
Tras las coyunturales medidas aperturistas de los a?os sesenta, forzadas por la necesidad de dar una imagen m¨¢s homologable del regimen y que contablizan fracasos como el de la prohibici¨®n de Viridiana, la actual etapa del cine espa?ol, a juicio del citado economista, viene definida por la aparici¨®n de un nuevo capital. "Aunque se trata de una hip¨®tesis a confirmar, existe un pacto entre algunas productoras espa?olas y las distribuidoras multinacionales para el reparto del mercado. Hay dos opciones: o restringir la realizaci¨®n a filmes de calidad o mantener una producci¨®n masiva. Creo que nos estamos orientando hacia la primera alternativa. Tamb¨ªen ha de citarse la incorporaci¨®n de TVE como productora, aunque el volumen de su iniciativa no tiene comparaci¨®n con la presencia de otras televisiones europeas en la industria del cine".La aparici¨®n del sonoro, estudiada por Gubern, que data del estreno en el cine Coliseum. de Barcelona de La canci¨®n de Par¨ªs, el 19 de setiembre de 1929, es la primera gran oportunidad de la industria norteamericana, que aporta la tecnolog¨ªa del sonoro, de penetrar en el sector. En los a?os treinta aparecer¨¢ Cifesa y tendr¨¢ lugar la peculiar movilizaci¨®n de los intelectuales mon¨¢rquicos para crear una plataforma de producci¨®n de cine sonoro alineado con su pensamiento. CEA, as¨ª se llam¨® el proyecto, no pas¨® a mayores. Durante la guerra civil la colectivizaci¨®n del sector hizo pensar en un esfuerzo por convertir el cine en instrumento de la lucha ideol¨®gica. Partidos y organizaciones sindicales produjeron documentales. Sin embargo, en el terreno del cine de ficci¨®n, comenta Ram¨®n Sala, no se plante¨® una alternativa a los g¨¦neros existentes y todo en vistas a perpetuar el mecanismo ¨ªndustrial del sector.
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