Reagan espera una reacci¨®n favorable de la Uni¨®n Sovi¨¦tica a su nueva propuesta de desarme en el continente europeo
El presidente norteamericano, Ronald Reagan, pidi¨® ayer a la Uni¨®n Sovi¨¦tica que acepte negociar un acuerdo interino para la reducci¨®n y el control de misiles de alcance medio (euromisiles) cuando, el pr¨®ximo 17 de mayo, sovi¨¦ticos y norteamericanos se re¨²nan otra vez en Ginebra para continuar las negociaciones de desarme en Europa. Reagan no present¨® cifras concretas sobre el n¨²mero de misiles y cabezas nucleares ' en que deber¨¢ basarse el compromiso provisional, aunque diversas fuentes hablan de 100 misiles o 300 cabezas nucleares por cada bando.
El presidente Reagan a?adi¨®, en una alocuci¨®n en presencia de todos los embajadores de la OTAN, incluido el de Espa?a, que EE UU "mantiene sobre la mesa la opci¨®n cero-cero", destinada a eliminar todos los misiles, pero, ante la presi¨®n pol¨ªtica y p¨²blica de los pa¨ªses de Europa occidental, la Administraci¨®n Reagan se ve obligada a marginar la idea de que la URSS acepte desmantelar todos los misiles SS-20 a cambio de que la OTAN renuncie a instalar sus 572 misiles Tornahawk y Pershing 2.El anuncio de Reagan fue presentado en la Casa Blanca, justo al cumplirse el segundo aniversario del atentado que sufri¨® el 30 de marzo de 1981. Espa?a estuvo representada por el ministro consejero, al no haber presentado todav¨ªa cartas credenciales el nuevo embajador, Gabriel Ma?ueco. "Los sovi¨¦ticos han lanzado una amplia campa?a de propaganda destinada a dividir Am¨¦rica de nuestros aliados, y a nuestros aliados entre s¨ª", dijo Reagan. "Pero", a?adi¨®, "Estados Unidos ha negociado en Ginebra durante m¨¢s de un a?o con el soporte total de nuestros aliados". Caso de fracasar las negociaciones de Ginebra, la OTAN deber¨¢ instalar los 572 nuevos misiles en territorios de la Rep¨²blica Federal de Alemania, el Reino Unido, Italia, Holanda y B¨¦lgica.
Compromiso provisional
El presidente de EE UU dijo que la presentaci¨®n de ofertas para un compromiso provisional est¨¢ justificada porque los sovi¨¦ticos rechazaron, a lo largo de 18 meses de negociaciones en Ginebra, el proyecto de eliminar "todos los misiles de alcance medio, que amenazan tanto a nuestros aliados europeos como a nuestros aliados asi¨¢ticos". "En materia de misiles de alcance medio en Europa", dijo Reagan, "mejor ser¨ªa no tener ninguno que alguno. Pero si debe haber alguno, mejor que haya pocos que muchos". Reducir las fuerzas de misiles de alcance medio a un "nivel equilibrado entre ambas partes" es la nueva oferta que Reagan presenta a Mosc¨².
Reagan a?adi¨® que los sovi¨¦ticos pretenden continuar con el monopolio de misiles de alcance medio. "Seg¨²n sus ¨²ltimas propuestas", a?adi¨® el presidente de EE UU, Ios sovi¨¦ticos, quieren guardar unas 500 cabezas nucleares de sus SS-20 en Europa, junto a otras centenas en Extremo Oriente, mientras nosotros permanecemos a cero". Reagan cifr¨® en 350 el n¨²mero de misiles SS-20 equipados con triple cabeza nuclear.
Concluy¨® afirmando que el negociador de EE UU en Ginebra, Paul Nitze, ha informado a los sovi¨¦ticos de la nueva oferta. Y que EE UU est¨¢ dispuesto a "explorar toda sugerencia sovi¨¦tica seria". Pero, advirti¨®, los pa¨ªses de la OTAN instalar¨¢n los Tomahawk y Pershing 2 "si no hay acuerdo en Ginebra".
Junto a los embajadores de los pa¨ªses de la OTAN, presenciaron la alocuci¨®n televisada del presidente Reagan el equipo completo de su Gobierno: el vicepresidente, George Bush; el secretario de Estado, George Shultz; el de Defensa, Caspar Weinberger, y el responsable del Consejo de Seguridad, William Clark, entre otros. Reagan record¨® que el proceso negociador de reducci¨®n de armas entre EE UU y la URSS "es un modelo de c¨®mo una alianza de pa¨ªses libres y democr¨¢ticos puede y debe trabajar conjuntamente en momentos cr¨ªticos".
El discurso en la Casa Blanca ser¨¢ completado por otros actos en la jornada de hoy en Los ?ngeles, hacia donde ha viajado el presidente de EE UU para pasar unas cortas vacaciones en su rancho del Cielo, en Santa B¨¢rbara (California). Adelant¨® en un d¨ªa su anuncio sobre negociaciones de euromisiles para que el mensaje pudiera ser publicado en la prensa europea de hoy, para no llegar con retraso ante la opini¨®n p¨²blica europea, al no publicarse la mayor¨ªa de diarios el S¨¢bado Santo.
Atr¨¢s qued¨® la 'opci¨®n cero'
Es evidente que, en el mejor de los mundos, lo ideal ser¨ªa lograr la desactivaci¨®n de todas las armas nucleares y -?por qu¨¦ no?- de las dem¨¢s. Pero, en la realidad, la idea es tan ut¨®pica como bonita. Cuando el presidente Ronald Reagan anunci¨®, hace a?o y medio, su opci¨®n cero en materia de euromisiles, lo hac¨ªa sentado sobre el Impresionante arsenal de armas at¨®micas que tiene el pa¨ªs que las invent¨® y utiliz¨®.?Por qu¨¦ Reagan margina ahora la opci¨®n cero? Posiblemente porque a lo largo de a?o y medio la sensibilizaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica y pol¨ªtica en Europa occidental se ha dado cuenta de que no ser¨¢ sumando nuevos misiles como se frenar¨¢ la carrera de armamentos. Tambi¨¦n porque Reagan -con elecciones en a?o y medio- no puede continuar s¨®lo amparado en su imagen militarista, cuando el fen¨®meno pacifista -sin manipulaci¨®n sovi¨¦tica, como aclar¨® el FBI- se ha contagiado a los norteamericanos; cuando los obispos se han pronunciado contra las armas at¨®micas; cuando el Congreso se prepara para aprobar una resoluci¨®n en pro de una congelaci¨®n de armas nucleares.
Sin embargo, durante a?o y medio, Reagan ha aprovechado para presentar el mayor presupuesto militar de la historia de EE UU en ¨¦poca de paz, utilizando un poco el coco del enemigo sovi¨¦tico. Son ya cl¨¢sicos los chistes en la Prensa de EE UU que presentan al presidente explicando la lecci¨®n en la televisi¨®n con cartas y gr¨¢ficos donde los misiles americanos, en azul, son siempre peque?os, mientras los sovi¨¦ticos, en rojo, son enormes. Entre tanto, Reagan y el Pent¨¢gono preparan una impresionante modernizaci¨®n del arsenal nuclear noteamericano (nuevos misiles MX, aviones B-1, submarinos Trident y futuras armas dignas para una guerra de las galaxias).
Quiz¨¢ haya que buscar en esa estrategia el porqu¨¦ del retraso en unas conversaciones de Ginebra sobre euromisiles que hoy parecen enfocarse hacia el camino realista de la balanza del terror nuclear, que desde hace tanto tiempo planea ya sobre los humanos; hacia un compromiso de equilibrio de misiles, que, dicho sea de paso, hab¨ªa ya pactado secretamente, en julio de 1982, el por entonces negociador norteamericano Eugene Rostow. Pero Reagan le destituy¨®, quiz¨¢ porque el acuerdo no coincid¨ªa en el calendario global de la pol¨ªtica de la actual Administraci¨®n norteamericana.
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