La URSS intenta demostrar que no supera militarmente a Estados Unidos

El Kremlin realiz¨® ayer dos nuevos intentos simult¨¢neos para tratar de desmentir su supuesta superioridad militar sobre Estados Unidos. A trav¨¦s de un largo editorial de Pravda y con la presentaci¨®n p¨²blica de un folleto que contesta a los estudios difundidos recientemente por Washington, Mosc¨² intentaba nuevamente hacer o¨ªr sus argumentos, en un momento en que Europa occidental ve renacer la protesta de los movimientos pacifistas y antinucleares.Una serie de expertos -civiles y militares-, que integran el Comit¨¦ Sovi¨¦tico para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa, present¨® ayer una publicaci¨®n titulada C¨®mo evitar la amenaza a Europa, que ha sido editada en Mosc¨² por la editorial Progreso.

El libro presenta un di¨¢logo en el que se exponen las razones contra la pr¨®xima instalaci¨®n de los euromisiles y recoge toda una serie de tesis que ya son bien conocidas, no a?adi¨¦ndose ning¨²n argumento nuevo.

Por su parte, el diario Pravda publicaba ayer un extens¨ªsimo editorial de 18 folios, en el que se respond¨ªa a la nueva edici¨®n hecha por el Gobierno de Washington de su folleto sobre El poder militar sovi¨¦tico. El art¨ªculo, titulado La fiebre militarista de Washington, calificaba a la publicaci¨®n norteamericana de "sucio invento", lleno de "mentiras deliberadas".

Los 18 folios del editorial de Pravda expon¨ªan cu¨¢les eran esas mentiras, tratando de desmontarlas. As¨ª, por ejemplo, se afirmaba que el folleto sobre El poder militar sovi¨¦tico hab¨ªa hinchado deliberadamente las cifras de las inversiones militares sovi¨¦ticas, bas¨¢ndose en estimaciones muy distintas a la realidad. Tambi¨¦n se pon¨ª como ejemplo el hecho de que Washington no contabilice entre sus fuerzas a los efectivos de la Guardia Nacional ni a los reservistas, cuyos hom¨®logos s¨ª son, sin embargo, contados entre las fuerzas sovi¨¦ticas. El principal diario de la URSS a?ad¨ªa igualmente que todas las nuevas armas nucleares sovi¨¦ticas no hab¨ªan sido sino una respuesta a los sistemas similares desarrollados previamente en Estados Unidos.

En c¨ªrculos occidentales de Mosc¨² se interpretan estos dos trabajos dados a conocer ayer como dos nuevos intentos del Kremlin de tratar de ganar la confianza de la opini¨®n p¨²blica de Europa occidental.