Soares: "No tolerar¨¦ otra patada de despedida en el trasero"

En caso de victoria socialista en las elecciones legislativas del pr¨®ximo domingo, Mario Soares no tolerar¨¢ ser "despedido, con una patada en el trasero", como lo fue en 1978 por el presidente Eanes. El secretario general del Partido Socialista portugu¨¦s utiliz¨® esta expresi¨®n popular para hacerse entender mejor por las vendedoras del mercado central de Lisboa, que visitaba en campa?a electoral.Por la noche, Soares recuperaba el tono serio de hombre de Estado preocupado por la "salvaci¨®n de Portugal" para explicar que la situaci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica y social del pa¨ªs no se arregla con elecciones cada dos a?os. "No toleraremos", dijo, "que al cabo de dos a?os de duros sacrificios para sanear la situaci¨®n financiera y econ¨®mica del pa¨ªs, una nueva disoluci¨®n anticipada del Parlamento permita a la derecha recuperar el poder que acaba de abandonar, desertando en vez de hacer frente a las consecuencias de su gobernaci¨®n desastrosa".

Est¨¢ visiblemente cansado, casi af¨®nico, pero satisfecho. No se considera optimista, sino m¨¢s bien "calmo, tranquilo". Por momentos, y cuando el p¨²blico se dirige a ¨¦l como al futuro presidente del Gobierno, el l¨ªder socialista se dice emocionado de poder prometer tan poco a quienes depositan en ¨¦l tantas esperanzas y tanta confianza.

Mario Soares quiere llevar al electorado la convicci¨®n de que existen remedios para todos los males de Portugal: "Juntos vamos a conseguirlo", rezan los carteles electorales del PS, sin precisar qu¨¦, ni c¨®mo, ni, sobre todo, con qui¨¦n.

Para los socialistas, cualquier definici¨®n de una pol¨ªtica de alianzas es prematura. La primera tarea, en caso de victoria, ser la elaboraci¨®n de un plan econ¨®mico que debe de ser apoyado, en un "pacto social", por la patronal y los sindicatos. Alcanzado el "consenso social", el PS exigir¨¢ su ratificaci¨®n por los ¨®rganos del poder, la presidencia de la Rep¨²blica y el Parlamento

Entonces ser¨¢ posible pensar en una coalici¨®n gubernamental, abierta en principio a todas las fuerzas dispuestas a colaborar en la ejecuci¨®n del programa as¨ª definido, y que "no puede ser, dadas las circunstancias presentes un programa socialista". En 1976 el PS asum¨ª¨® el poder para "salvar la democracia". Ahora se trata de "salvar Portugal", y esta debe ser una tarea "nacional, no partidista".

Hay apenas dos afirmaciones categ¨®ricas en el programa de acci¨®n del l¨ªder socialista portugu¨¦s: no har¨¢ alianzas con los comunistas, no volver¨¢ a formar un Gobierno minoritario en el Parlamento. En principio, no descarta la eventualidad de una victoria por mayor¨ªa absoluta, pero est¨¢ claro que tama?o ¨¦xito no cabe dentro de sus previsiones, aunque reh¨²se terminantemente dar cr¨¦dito a los resultados de encuestas de opini¨®n: "En Portugal", d¨ªce Soares, "los sondeos forman parte del arsenal de la contrainformaci¨®n".

La indicaci¨®n m¨¢s precisa la da Jaime Gama, uno de los m¨¢s directos colaboradores de Soares en la campa?a, miembro de la direcci¨®n nacional del Partido Socialista. Seg¨²n ¨¦ste, "el 32% ser¨ªa un resultado mediocre; el 35%, bueno; el 36%, muy bueno, y el 38%, ¨®ptimo", y a?ade: "Creo que tendremos un resultado bueno, pero no ¨®ptimo. La mayor¨ªa absoluta, hubiese sido posible con la realizaci¨®n de las elecciones en octubre pr¨®ximo en vez de ahora".