La Junta Militar de Buenos Aires da oficialmente por muertos a los desaparecidos en su declaraci¨®n sobre la 'guerra sucia'
La Junta Militar argentina dio a conocer ayer lo que ser¨¢ su "¨²ltima" declaraci¨®n sobre los desaparecidos y la guerra sucia. Tras reconocer que, en un marco "casi apocal¨ªptico" de la lucha contra la guerrilla, pudieron cometerse errores que quedan sujetos al juicio de Dios y a la comprensi¨®n de los hombres, dio por muertos a todos aquellos ciudadanos desaparecidos (incluidos los ni?os) que no est¨¦n exiliados o no figuren en las actuales listas de detenidos. El rechazo pol¨ªtico y social ha sido un¨¢nime e indignado.
Fue a las diez de la noche del jueves (tres de la madrugada del viernes en Madrid), con las calles de Buenos Aires vac¨ªas, cuando los canales de la televisi¨®n comenzaron a emitir en cadena la "definitiva" acta institucional de la Junta Militar sobre la guerra antisubversiva y la suerte de los desaparecidos. Durante 45 minutos, una voz masculina ley¨® el documento militar sobre un v¨ªdeo-montaje con im¨¢genes relativas al terrorismo urbano y la guerrilla en la provincia de Tucum¨¢n, fundidas con planos subliminales de trabajadores agr¨ªcolas e industriales trabajando bajo la paz de las armas.Como en una broma macabra o, cuando menos, en un alarde de imprevisi¨®n, el documento fue le¨ªdo el mismo d¨ªa en que las madres cumpl¨ªan sus seis a?os de pat¨¦tica presencia en la plaza de Mayo. Acompa?adas de alg¨²n sacerdote y alg¨²n fraile y de miembros de otras asociaciones humanitarias, marcharon a primera hora de la tarde portando grandes reproducciones fotogr¨¢ficas de sus parientes desaparecidos, hacia su cita de todos los jueves con la plaza.
Los aparatosos motoristas de la polic¨ªa federal intentaron dificultar su marcha, y cuando fueron increpados de palabra y a paraguazos, recibieron orden por radio de retirarse. Posteriormente, en la plaza hizo acto de presencia, a pie y de paisano, el general Sassiain, jefe de la polic¨ªa de Buenos Aires, quien tuvo que refugiarse en su auto, insultado y apedreado con la gravilla de los jardines. Bajo una lluvia inmisericorde que anegaba la ciudad, las madres permanecieron m¨¢s de una hora ante la Casa Rosada reclamando a gritos a sus hijos.
La reacci¨®n m¨¢s dura ha sido la de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos: "La Junta Militar", afirman sus responsables, "en un vano y soberbio intento de poner punto final al grave problema de la violaci¨®n de los derechos humanos, ha producido un informe en el que desprecia la vida al no dar respuesta sobre el destino de miles de detenidos-desaparecidos entre los que se encuentran cientos de ni?os. La Junta Militar falta a la verdad porque pretende que en el pa¨ªs hubo una guerra sucia, mientras existen innumerables pruebas que nos permiten afirmar que el 82% de los desaparecidos fueron secuestrados de sus hogares, en la v¨ªa p¨²blica o en sus lugares de trabajo y ante testigos".
Dirigentes del Centro de Estudios Legales y Sociales imputan a la Junta "cobarde ocultamiento de sus cr¨ªmenes" y "ausencia de hombr¨ªa para afrontar la verdad". Las madres preguntan: "Secuestrar, ?es un acto de servicio?; torturar, asesinar, mentir, ?son actos de servicio?". Las abuelas de la plaza de Mayo sentencian: "Si se acogen al juicio de Dios es que est¨¢n pensando en el infierno".
Con mayor moderaci¨®n verbal, pero id¨¦ntica energ¨ªa, destacados representantes del peronismo, radicales, intransigentes y desarrollistas rechazan el documento por insatisfactorio y reconocen todos que ¨¦ste no puede ser el punto final del drama argentino, y que el juicio de Dios deber¨¢ ser completado, aqu¨ª en la Tierra, por el juicio de la justicia democr¨¢tica argentina.
Los puntos del documento
Los puntos principales de la larga exculpaci¨®n militar son los siguientes:
1. "Las Fuerzas Armadas asumen la cuota de responsabilidad hist¨®rica que les compete frente a la naci¨®n en el planeamiento y ejecuci¨®n de las acciones".
2. "La Rep¨²blica Argentina, a partir de mediados de la d¨¦cada del sesenta, comenz¨® a sufrir la agresi¨®n del terrorismo, que intentaba hacer efectivo un proyecto pol¨ªtico destinado a subvertir los valores morales y ¨¦ticos de la inmensa mayor¨ªa de los argentinos".
3. "La infiltraci¨®n en el aparato del Estado abri¨® el camino para que a partir del 25 de mayo de 1973, con la asunci¨®n del Gobierno constitucional, los grupos terroristas abandonaran la clandestinidad e iniciaran el ataque al poder".
4. "Miembros activos de las organizaciones terroristas ocuparon posiciones relevantes en el Gabinete nacional y en los Gobiernos provinciales, en el Congreso y en el poder judicial. Ni las organizaciones religiosas estuvieron a cubierto de esta infiltraci¨®n".
5. "El a?o 1976 marca la m¨¢xima escalada de la violencia. Los secuestros llegaron a 600 y los asesinatos a 646, con un promedio de dos v¨ªctimas diarias del terrorismo".
6. "Entre 1969 y 1979 se registraron 21.642 hechos terroristas. Esta cifra guarda relaci¨®n con la magnitud de la estructura subversiva, que lleg¨® a contar en su apogeo con 25.000 subversivos, de los cuales 15.000 fueron combatientes".
7. "En ese crucial momento hist¨®rico, las Fuerzas Armadas fueron convocadas por el Gobierno constitucional para enfrentar a la subversi¨®n por medio de un decreto que ordenaba 'ejecutar las operaciones militares necesarias para neutralizar y / o aniquilar a los elementos subversivos que act¨²an en la provincia de Tucum¨¢n' y 'ejecutar las operaciones militares y de seguridad necesarias a efectos de aniquilar a los elementos subversivos en todo el territorio del pa¨ªs'".
8. "En este marco, casi apocal¨ªptico, se cometieron errores que, como sucede en todo conflicto b¨¦lico, pudieron traspasar a veces los l¨ªmites del respeto a los derechos humanos fundamentales y que quedan sujetos al juicio de Dios en cada conciencia y a la comprensi¨®n de los hombres".
9. "Debe quedar definitivamente claro que quienes figuran en n¨®minas de desaparecidos y que no se encuentran exiliados o en la clandestinidad, a los efectos jur¨ªdicos y administrativos, se consideran muertos, aun cuando no pueda precisarse hasta el momento la causa y oportunidad del eventual deceso ni la ubicaci¨®n de sus sepulturas".
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