La Sociedad brit¨¢nica para la Eutanasia Voluntaria podr¨¢ distribuir un folleto sobre suicidio
La Sociedad para la Eutanasia Voluntaria (anteriormente conocida por Exit) podr¨¢ seguir distribuyendo entre sus socios un folleto explicando las formas menos dolorosas y m¨¢s seguras de cometer suicidio. Un tribunal brit¨¢nico decidi¨® ayer no prohibir la difusi¨®n de folleto por considerar que deb¨ªa ser un jurado el que decidiera cu¨¢l habia sido su influencia en cada caso concreto de suicidio. Para el juez Harry Woolf, en algunas circunstancias, el folleto puede haber ayudado o ayudar en el futuro a que ciertas personas se quiten la vida, pero en otras la lectura del mismo libro puede desanimar a quien quiera suicidarse.La sentencia ha sido acogida con satisfacci¨®n por los responsables de la Sociedad, que han manifestado repetidas veces que no promueven el suicidio sino que se limitan a defender el derecho de las personas adultas a tomar sus propias decisiones en casos de enfermedad incurable y dolorosa o extrema vejez. La presidenta de la Sociedad para la Eutanasia Voluntaria, B¨¢rbara Smoker, se?al¨® que reanudar¨ªan la distribuci¨®n del libro, que hab¨ªa sido suspendida a la espera de la sentencia. "Creemos que el gobierno debe revisar la ley para permitir que personas que padecen enfermedades incurables o que est¨¢n incapacitadas se quiten la vida, si as¨ª lo desean libre y conscientemente", afirm¨®.
El juicio se celebr¨® a iniciativa del fiscal general, sir Michael Havers, para quien est¨¢ probada la vinculaci¨®n entre 15 casos de suicidio cometidos en los dos ¨²ltimos a?os y la publicaci¨®n del folleto. Si su tesis hubiera sido aprobada por el juez, los responsables de la publicaci¨®n del libro hubieran podido ser condenados hasta a 14 a?os de c¨¢rcel, pena que fija la ley brit¨¢nica para quien coopera o ayuda a que otra persona se suicide. El juez ha preferido plantear el problema en t¨¦rminos muy distintos, sin pronunciarse sobre el tema de fondo: ?debe castigarse o no a la persona que ayuda, mediante informaci¨®n o por otros medios, a que otra persona cometa suicidio? Para Woolf, se trataba unicamente de establecer si existe fuera de toda duda una conexi¨®n entre casos concretos de suicidio y el folleto en cuesti¨®n. El libro en s¨ª mismo, leido en su totalidad, afirma el juez, puede tener precisamente el efecto contrario, aunque contenga informaci¨®n que, te¨®ricamente, puede hacerlo m¨¢s facil.
El folleto, titulado A guide to self deliverance, fue prologado por el escritor Arthur Koestler, quien se suicid¨®, junto con su mujer, a principios de este a?o, en su apartamento londinense. Desde su publicaci¨®n, en 1981, se han vendido 10.000 ejemplares, al precio de 6 libras (1.200 pesetas). Para poder adquirirlo es necesario tener m¨¢s de 25 a?os, no padecer una enfermedad mental, y ser miembro de la Sociedad para la Eutanasia Voluntaria, domiciliada en el n¨²mero 13 de Prince of Wales Terrace, en el distrito W8 5PG de Londres, desde al menos seis meses antes de la compra.
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