Fallece un Sacerdote cuando oficiaba en Salamanca un funeral por una hija de Unamuno

El sacerdote Ram¨®n Cid (el padre Atanasio en la orden de los carmelitas) falleci¨® ayer en la Iglesia del Carmen, de Salamanca, mientras recordaba en la homil¨ªa la figura de la ¨²ltima hija de Miguel de Unamuno, su amiga Mar¨ªa, que hab¨ªa muerto pocas horas antes. Ambos se hab¨ªan conocido en su juventud, cuando el sacerdote carmelita fue disc¨ªpulo de don Miguel, y desde entonces manten¨ªan relaciones amistosas. El padre Atanasio sufri¨®, al parecer, un infarto que le provoc¨® la muerte inmediata en la sacrist¨ªa del templo.

La ¨²ltima de las hijas de Miguel de Unamuno y Concha Lizarraga, Mar¨ªa, pose¨ªa un car¨¢cter parecido al de su padre, recordaba el carmelita en la homil¨ªa con voz no tan firme como en otras ocasiones. "Emocionado", comentaban personas asistentes al funeral. Mar¨ªa hab¨ªa heredado del c¨¦lebre rector su agudeza de ingenio, su agilidad mental, su humor sarc¨¢stico. "Duro, acre", a?adir¨ªa despu¨¦s el esposo de una de las nietas de don Miguel, "contrario a todo". Mar¨ªa era adem¨¢s, a sus ochenta a?os, simp¨¢tica y alegre.Recordaba el orador cuando conoci¨® a la familia. Habl¨¦ de Unamuno, al que todo el mundo calificaba de ateo y al que ahora los sacerdotes citan continuamente. Mar¨ªa, en eso tambi¨¦n se parec¨ªa. No ejerc¨ªa normalmente la pr¨¢ctica religiosa. Pero el padre Atanasio, Ram¨®n Cid en su ¨¦poca seglar, cuando conoci¨® a Mar¨ªa, contaba que entre ¨¦l y su amiga siempre hubo un respeto mutuo por las creencias ¨ªntimas y continuaron vi¨¦ndose con frecuencia.

Mar¨ªa Unamuno, despu¨¦s de la muerte de don Miguel, march¨® a Estados Unidos. En la universidad de Nasville fue, hasta su jubilaci¨®n, profesora de Literatura Espa?ola. Con su pensi¨®n de la universidad americana volvi¨® a vivir a Salamanca, primero en, un centrico piso, despu¨¦s, desde hace dos a?os, en una residencia para mayores, recibiendo amigos y haciendo una vida alegre y social. No se cas¨®, y fue asistiendo poco a poco a la muerte de sus siete hermanos.

Hace dos d¨ªas, Mar¨ªa Unamuno, que padec¨ªa arteriosclerosis, sufri¨® una hemorragia cerebral con una hemiplej¨ªa y subida fuerte de tensi¨®n. Sin embargo, manten¨ªa sus facultades mentales, e incluso los sobrinos, que residen en Madrid, decidieron volver a su casa el domingo. No obstante, por la tarde, su estado empeor¨® y falleci¨® poco antes de media noche.

El padre Atanasio se dirig¨ªa a los descendientes de don Miguel, 13 nietos de 3 hijos, Salom¨¦, Fernando y Pablo. Cooficiaba junto al p¨¢rroco del Carmen. "Perdonen, no puedo hablar", repiti¨® en dos ocasiones. "Est¨¢ emocionado", comentaron algunos asistentes. "Pero es que estoy mareado". Se le cay¨® el misal. Le rodearon los fieles y se desplom¨®.

Despu¨¦s de introducirlo en la sacrist¨ªa, de las idas y venidas de los m¨¦dicos, de la entrada de la Polic¨ªa Nacional para ayudar, de la llamada a otro sacerdote oficiante para administrar los ¨²ltimos sacramentos, el funeral por do?a Mar¨ªa continu¨®.