Ha muerto Kai Winding, trombonista de 'jazz'

Kai Winding, trombonista de jazz fallecido anteayer en Nueva York, naci¨® en 1922 en Aarhus (Dinamarca), pero por formaci¨®n puede decirse que ha sido un m¨²sico americano. Comenz¨®, como tantos otros, en bandas blancas de swing, y se hizo notar en especial en la de Stan Kenton, a cuyos ¨¦xitos contribuy¨® en gran manera con su peculiar uso del vibrato, que le distingu¨ªa inmediatamente. Tambi¨¦n figur¨® en las orquestas de ganadores de la votaci¨®n popular de la revista especializada Metronome -las c¨¦lebres Metronome all stars-, y en grupo de Miles Davis que grab¨® el legendario Birth of the Cool.

Aunque ¨¦l sol¨ªa citar como precedesores a trombonistas tradicionales muy conocidos, lo cierto es que pocas de esas influencias se ve¨ªan en su estilo, en el que, sin embargo, era f¨¢cil advertir la huella de Lester Young, Dizzy Gillespie y Charlie Parker, innovadores en instrumentos aptos para fraseos m¨¢s fluidos. En este aspecto, su carrera march¨® paralela a la del primer modernista del tromb¨®n de jazz, Jay Jay Johnson. A ¨¦ste no le dej¨® de sorprender la coincidencia, y procur¨® establecer contacto con Kai. Tocaron primero en algunas sesiones informales; m¨¢s tarde, al amparo de una nueva ¨¦poca que ve¨ªa con agrado las formaciones poco usuales, Jay y Kai formaron un grupo en el que el protagonismo de los dos trombones se distribu¨ªa con gran inteligencia. En las diversas ediciones del conjunto, a veces separadas por lapsos de inactividad, Jay y Kai crearon un sonido muy peculiar, sorpredentemente ligero¨ª para provenir de donde ve¨ªa y, en fin, elegante y con bastante swing. Les ayudaba que ambos eran adem¨¢s de muy buenos int¨¦rpretes, exc¨¦lentes compositores y arregladores.

A esto ¨²ltimo se dedicaron fundamentalmente al disolverse el grupo, y Kai encontr¨® muchas oportunidades de ganar dineroen grabaciones comerciales y bandas sonoras de televisi¨®n. No perdi¨® el contacto con la escena, a la que volv¨ªa con bastante frecuencia, a veces en grupos estelares como aquel de Gigantes del Jazz, que se form¨® al comienzo de los setenta con gente como Monk, Gillespie y Art Blakey. Abandon¨® despu¨¦l parte de sus actividades por problemas de salud, y pas¨® temporadas de retiro, que le acercaron a nosotros porque eligi¨® como lugar para ellas el pueblo de Mijas, en M¨¢laga. Nunca dej¨® de actuar del todo, y en cualquier momento Pod¨ªa reaparecer en una de esas formaciones de trombone summit, con unos cuantos colegas de renombre. Le gustaba, en fin, su m¨²sica, y la ha dejado en la historia del jazz como el testimonio de la obra de un estilista.