David Bowie protagoniza en el festival de Cannes pel¨ªculas de Oshima y Scott
El cantante David Bowie es el int¨¦rprete de dos pel¨ªculas muy esperadas en el Festival de Cine de Cannes, presentadas en la programaci¨®n oficial. Una de ellas, Feliz Navidad, mister Lawrence, del realizador japon¨¦s Nagisa Oshima, de quien no se ha visto obra alguna desde El imperio de los sentidos y El imperio de la pasi¨®n, con las que obtuvo en Europa un inter¨¦s popular no logrado hasta entonces, participa en la competici¨®n. El otro filme es The hunger, de Tony Scott, dentro del genero de terror, y en ambos Bowie no interviene como cantante.
A juzgar por los fuertes aplausos o¨ªdos tras la proyecci¨®n, Feliz Navidad, mister Lawrence, puede ser ya candidata a alg¨²n premio del jurado. Su descripci¨®n del duro campo de concentraci¨®n de Java, en el que los japoneses tratan de imponer a los soldados brit¨¢nicos su f¨¦rreo y cruel sentido del honor, entusiasma a cuantos han apreciado que es ¨¦sta la primera vez que el cine japon¨¦s habla de la segunda guerra mundial en t¨¦rminos autocr¨ªticos.La pel¨ªcula, sin embargo, no se limita a tal denuncia, sino que se ampl¨ªa a una condena global del militarismo. De hecho, los personajes de la pel¨ªcula, y entre ellos el intr¨¦pido mayor Cellers, que interpreta Bowie, son capaces de mantener unas relaciones afectivas que ning¨²n c¨®digo de guerra podr¨ªa tolerar; la fascinaci¨®n que por el mayor siente uno de los militares japoneses encargados del campo no es m¨¢s que un dato de entre los muchos que la pel¨ªcula va desarrollando en este sentido.
El final de la guerra obliga a que los refugiados del campo sean los verdugos de los perdedores: el cambio de juego en la relaci¨®n de dominante a dominado no afecta a los sentimientos de unos individuos que, desde distintas cultura les han sufrido por igual los desastres de la guerra. Alg¨²n flash- back puede ser discutido en el trabajo de Oshima, empe?ado en describir el pasado del personaje de Bowie. Una sumisi¨®n, quiz¨¢, al origen literario de la pel¨ªcula, que se inspira en el relato autobiogr¨¢fico de sir Laurens van der Post, uno de los habitantes de aquel campo de concentraci¨®n y probable nost¨¢lgico de sus afectos por los compa?eros muertos, a quienes respeta por encima del inter¨¦s objetivo de su narraci¨®n.
Terror sin m¨²sica
La conferencia de prensa de Feliz Navidad, mister Lawrence, tuvo que ser realizada en un lugar m¨¢s amplio del habitual, dada la expectaci¨®n despertada por la presencia de David Bowie, quien, curiosamente, ha decepcionado a los seguidores de su m¨²sica. En ninguna de sus pel¨ªculas interpreta canci¨®n alguna. Esa decepci¨®n fue m¨¢s evidente en la sesi¨®n nocturna de The hunger (que, al parecer, se traducir¨¢ en Espa?a como El ansia), ya que la publicidad de la pel¨ªcula la relacionaba con un espect¨¢culo punk.Esta primera pel¨ªcula de Tony Scott, hermano del director de Alien y Blude Runner, se inscribe, sin embargo, en el g¨¦nero de terror. Aliando pasajes de Dr¨¢cula con otros de La noche de los muertos vivientes, El incre¨ªble hombre menguante o El relato de Dorian Gray, su historia, que fascina desde las primeras im¨¢genes, va interrumpi¨¦ndose continuamente, girando en cambios bruscos, sin que el espectador pueda resumir en un solo problema los que atormentan a los protagonistas.
Bowie, que envejece varios a?os en un solo d¨ªa, desaparece r¨¢pidamente de la historia cuando su esposa (Catherine Deneuve) le encierra en un ataud junto a sus v¨ªctimas anteriores. Necesitada de un nuevo sujeto para mantenerse sin edad, eterna como el tiempo, la esposa fija su atenci¨®n en una cient¨ªfica (Susan Sarandon) preocupada por el envejecimiento y el sue?o. La relaci¨®n entre ambas mujeres incluye el sexo, pero, ante todo, una lucha por vencer en el juego que destruir¨¢ a una de ellas para conservar eternamente a la otra.
Pocas descripciones caben, no obstante, para The hunger. Es en la utilizaci¨®n de las im¨¢genes donde Tony Scott crea una pel¨ªcula original, aunque recuerde diversos y distintos cuentos de terror anteriores. Un esteticismo que no pierde nunca su buen rumbo ilustra con imaginaci¨®n los distintos pasajes de la pel¨ªcula, sorprendiendo al espectador a cada momento. Una fuerte ovaci¨®n de los representantes de la prensa contrast¨® con los t¨ªmidos pateos de quienes hab¨ªan acudido al cine, a medianoche para ver una posible pel¨ªcula musical.
La mayor deserci¨®n tuvo lugar con Camina, camina, la pel¨ªcula fuera de concurso de Ermanno Olmi, que se presentaba por primera vez en Cannes tras la obtenci¨®n de la Palma de Oro en 1978 por El ¨¢rbol de los zuecos.
Durante tres horas, Olmi va relatando sus peque?as peripecias, sus c¨¢nticos, sus bondades, sin que ninguna de ellas logre realmente interesar. S¨®lo al final, en el ¨²ltimo minuto, Olmi, al explicar c¨®mo los reyes y los pastores, aunque enardecidos por la presencia del Mes¨ªas, fueron capaces de abandonarle ante las amenazas de Herodes, desarrolla en un breve di¨¢logo las contrapuestas posturas de la Iglesia cat¨®lica de nuestros d¨ªas frente a quienes opinan en la pel¨ªcula que los sacerdotes no son soldados y deben, por tanto, regresar a sus hogares y construir all¨ª un templo, surgen los que creen que su aut¨¦ntica misi¨®n consiste en enfrentarse a Herodes y defender al ni?o que motiva tan fuerte pasi¨®n religiosa.
Demasiado tarde, sin embargo, para que Camina, camina supere su hagiograf¨ªa de la m¨ªstica cristiana y el tono monocorde de su narraci¨®n.
Otras dos pel¨ªculas han iniciado ya las inevitables pol¨¦micas del festival. Un et¨¦ meurtrier, primera pel¨ªcula que dirige Jean Becker, hijo del fallecido Jacques Becker, desde los a?os sesenta, cuando se inici¨® en el cine con pel¨ªculas de aventuras al servicio de Jean Paul Belmondo, fue fuertemente pateada en la sesi¨®n para la prensa y aplaudida con id¨¦ntico entusiasmo por el p¨²blico local de la sesi¨®n nocturna, m¨¢s sensible a los encantos de la actriz Isabelle Adjani (que obtuvo hace dos a?os el premio de interpretaci¨®n femenina por Posesi¨®n, de Zulawski, y a quien recientemente ve¨ªamos en Antonieta, de Carlos Saura).
Es ella el punto central de una historia que roza el melodrama sin pudor, aunque se remita a los m¨¢s folletinescos esquemas del g¨¦nero.
La falsa vampiresa que acude a un peque?o pueblo y utiliza a uno de sus habitantes, con quien se casa para averiguar cu¨¢l de los tres hombres que violaron a su madre fue el que la engendr¨®, est¨¢ interpretado por la Adjani con toda suerte de tics; cada uno de ellos despert¨® tantas iras en una sesi¨®n como aplausos y risas en la otra.
Similar aceptaci¨®n ha tenido la pel¨ªcula neozelandesa Utu, que, con parecidos planteamientos comerciales a los del reciente cine australiano -es decir, repitiendo un sentido del espect¨¢culo inspirado en Hollywood, pero a?adi¨¦ndole unas gotas de fuerte violencia-, asegura que quiere narrar con rigor la lucha guerrillera de los maor¨ªes contra las tropas brit¨¢nicas de ocupaci¨®n durante el pasado siglo. Lo peor es que, adem¨¢s, George Murphy, el director, de quien en Espa?a hemos visto Good bye Pork Pie, asegura que su pel¨ªcula explica tambi¨¦n la situaci¨®n pol¨ªtica actual de Nueva Zelanda.
Babelia
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