"Vivir en democracia es un privilegio", dijo el Rey en un brindis ante el presidente del Brasil
Anoche, en el palacio de Itamaraty, de Brasilia, sede de la canciller¨ªa, el general Jo?o Baptista Figueiredo, presidente del Brasil, y su esposa, ofrecieron una cena de gala a los Reyes de Espa?a, al t¨¦rmino de su primera jornada oficial en este pa¨ªs. Don Juan Carlos, en su brindis, pronunci¨® un discurso que ha colmado las expectativas y el inter¨¦s aqu¨ª, creados por su presencia y por el proceso democratizador espa?ol, que, a veces forzada e ilusionadamente, quiere tomarse como falsilla para la normalizaci¨®n pol¨ªtica en Am¨¦rica del Sur.
"Vivir en democracia es un privilegio", dijo el Rey. "Gobernar con las limitaciones exigidas por el respeto estricto a las libertades y derechos de los individuos -tanto desde el punto de vista jur¨ªdico, como desde el pol¨ªtico- es un dif¨ªcil quehacer que exige inteligencia, habilidad, sabidur¨ªa y continuado tacto pol¨ªtico. Si en el mundo de la organizaci¨®n social se puede hablar de algo m¨¢s dif¨ªcil que de gobernar en democracia, es de llevar a feliz t¨¦rmino un paulatino proceso de apertura pol¨ªtica".Los Reyes han venido a esta gira por Brasil y Uruguay acompa?ados de un s¨¦quito importante de su Casa y, entre otros, del ministro de Asuntos Exteriores, presidente del Instituto Cooperaci¨®n Iberoamericana (ICI), y del director general de Relaciones con Iberoam¨¦rica.
Pero a diferencia de anta?o, no acompa?an a los Reyes equipos de negociadores, y hasta de empresarios, para ir resolviendo problemas al pie de la visita. As¨ª las cosas, no se esperan resultados inmediatos de las conversaciones de hoy entre el ministro Mor¨¢n y su colega brasile?o, pese a la agenda pendiente entre los dos pa¨ªses, en la que destacan la cooperaci¨®n cient¨ªfico-tecnol¨®gica, el desequilibrio de la balanza comercial (desfavorable Para Espa?a) y la deuda brasile?a con la banca espa?ola, estimada en mil millones de d¨®lares, y en la que algunos bancos -al igual que ocurri¨® con M¨¦xico- se han pillado los dedos considerablemente.
Los Reyes han venido para estrechar relaciones entre los pueblos y descargar su simpat¨ªa y su apoyo t¨¢cito por los esfuerzos de democratizaci¨®n en esta parte del mundo. La transici¨®n pol¨ªtica espa?ola es aqu¨ª un paradigma. El domingo, el prestigioso Jornal do Brasil publicaba una de sus s¨¢banas, completa, con un art¨ªculo del soci¨®logo espa?ol Juan Linz, sobre los paralelismos entre la democratizaci¨®n espa?ola y la brasile?a.
Pasi¨®n por la pol¨ªtica espa?ola
La prensa escrita, la radio y la televisi¨®n, son un¨¢nimes al resaltar al Rey como impulsor de la devoluci¨®n de las libertades a su pueblo. En Brasil, en Uruguay, en Chile y en Argentina, se estudia con pasi¨®n la pol¨ªtica espa?ola de 1975 a 1977, pese a la pereza, la incuria, o la inercia de nuestra sosa presencia en Iberoam¨¦rica. En Montevideo cabe augurarle a los Reyes de Espa?a un recibimiento multitudinario. Nuestra diplomacia trabaja con las autoridades uruguayas por la liberaci¨®n de algunos -pocos- presos pol¨ªticos, inmediatamente antes o despu¨¦s de la visita, y como gesto de buena voluntad.En el impersonal aeropuerto de Brasilia, los Reyes fueron recibidos con honores militares por las vistosas tropas brasileiras. El presidente Figueiredo, y su esposa do?a Alma, saludaron a la pareja real al frente del Gobierno en pleno, mientras se disparaban las veintiuna salvas de ordenza. El recibimiento, ya en la ciudad, era obligadamente impersonal en una metr¨®poli como esta, tan hermosa como fr¨ªa, imposible de pasear, hecha para una sociedad ya extinguida, en la que el barril de petr¨®leo a¨²n estaba barato y no importaba hacer kil¨®metros en coche para comprar una aspirina.
El sue?o de Oscar Nyemeyer ha producido una ciudad helada de inmensas perspectivas, en la que los sugerentes edificios parecen dibujarse siempre en la distancia, sobre un cielo que no acaba nunca y que se apoya en los lejan¨ªsimos horizontes del altiplano central brasile?o. En esta ciudad, la mayor manifestaci¨®n europea en las fotograf¨ªas ser¨ªa una mancha oscura en una esquina de alguna gran avenida.
Los Reyes recibieron a los embajadores acreditados en Brasilia despu¨¦s que don Juan Carlos y el general Figueiredo se entrevistaran durante una hora. Los diarios de Brasilia destacan en sus primeras p¨¢ginas la entrevista concedida por el presidente a EL PA?S, en la que se, quiere entrever una sutil descalificaci¨®n de Figueiredo hacia los candidatos militarse a sucederle y su predilecci¨®n por un futuro presidente civil. Hoy la comitiva real continuar¨¢ su programa de actos en, Brasilia antes de emprender vuelo a R¨ªo de Janeiro, feudo del popular gobernador socialista Lionel Brizola, y "zona brasile?a liberada," como escriben ir¨®nicamente por aqu¨ª.
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