Thatcher presenta un programa electoral basado en la pol¨ªtica de recuperaci¨®n econ¨®mica

La primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, present¨® ayer el manifiesto electoral del partido conservador de cara a los comicios de pr¨®ximo d¨ªa 9 de junio. Thatcher, en un tono firme y convencido, afirm¨® que el Reino Unido hace frente a una elecci¨®n decisiva: "Continuar nuestra pol¨ªtica de progreso tenaz hacia la recuperaci¨®n econ¨®mica o seguir la pol¨ªtica m¨¢s da?ina y extrema que ha propuesto nunca la oposici¨®n".

Thatcher se mostr¨® en la conferencia de prensa segura y ¨¢gil, cuidadosa de la imagen de dama de hierro que tan buena acogida tiene en la opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica. La primera ministra, que va a cumplir 58 a?os, es, sin duda, el principal as que tiene el partido conservador para mantenerse en el poder y por ello pr¨¢cticamente toda la campa?a electoral se mueve alrededor de su persona.El manifiesto conservador no contiene ninguna sorpresa en los dos grandes cap¨ªtulos en los que se centran estas elecciones: econom¨ªa y defensa. Si Thatcher vuelve a ganar, su pol¨ªtica econ¨®mica ser¨¢ poco m¨¢s o menos la misma que ha desarrollado en los ¨²ltimos cuatro a?os. Tal vez la primera ministra se sentir¨¢ con m¨¢s fuerzas para redoblar una de las luchas m¨¢s importantes que ha llevado a cabo desde que est¨¢ en el Gobierno: la lucha contra el poder de los sindicatos.

"Algunos l¨ªderes sindicales siguen abusando de su poder, contra los deseos de sus miembros y los intereses de la sociedad", afirma el programa conservador. "Nosotros daremos a los miembros de los sindicatos el derecho a participar en la adopci¨®n de decisiones importantes, y a decidir peri¨®dicamente si los sindicatos deben proporcionar o no fondos a los partidos".

'Abusos' sindicales

M¨¢s importante a¨²n: Thatcher negar¨¢ a los dirigentes sindicales el derecho a convocar una huelga si previamente los trabajadores interesados no la han aprobado mediante voto secreto. No resulta extra?o que los dirigentes sindicales hayan puesto en juego toda su influencia para respaldar en estas elecciones a la oposici¨®n. Sin embargo, Margaret Thatcher sabe que la mayor¨ªa de los ciudadanos brit¨¢nicos recuerda a¨²n con irritaci¨®n las prolongadas huelgas del invierno 78-79 que costaron el poder a los laboristas. De hecho, algunos anuncios electorales de los conservadores reproducen fotograf¨ªas de la ¨¦poca con el eslogan "Gran Breta?a est¨¢ en el buen camino. No d¨¦ marcha atr¨¢s".Frente al problema del desempleo, que afecta ya a 3,5 millones de personas en el Reino Unido, la primera ministra ofrece, como ofreci¨® durante la segunda guerra mundial su antiguo colega Winston Churchill, "sangre, sudor y l¨¢grimas". 'No tengo miedo a que el desempleo se convierta en uno de los puntos centrales de estas elecciones -afirm¨®- Thatcher-; la soluci¨®n no consiste en que el Gobierno gaste dinero, como proponen los laboristas, sino en mantener la inflaci¨®n baja e ir recuperando poco a poco mercados. La ¨²nica esperanza la constituye la recuperaci¨®n de la econom¨ªa por medios naturales". La respuesta de la oposici¨®n no se ha hecho esperar: "Margaret Thatcher nos propone para el futuro miseria y desempleo", afirm¨® el portavoz de la alianza, David Owen. "La situaci¨®n ir¨¢ a peor a?adi¨® el l¨ªder laborista Michael Foot.

Pero la confianza de Thatcher es enorme. "Las propuestas laboristas", afirm¨®, "son temerarias e ingenuas. Ellos hablan de movimientos pacifistas pero la ¨²nica pol¨ªtica que ha conseguido mantener la paz en Europa es la nuestra".