Las crecientes divergencias entre Washington y sus aliados multiplican los riesgos de desintegraci¨®n de la OTAN

La tensi¨®n entre Estados Unidos y sus aliados europeos es tan fuerte que, a menos que Washington reaccione r¨¢pidamente para mejorar las relaciones, "no puede descartarse la posibilidad de un colapso de la OTAN", seg¨²n el informe anual del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS), hecho p¨²blico ayer en Londres.

La prestigiosa asociaci¨®n estima que "el futuro de la Alianza est¨¢ en juego en las negociaciones de Ginebra" para la reducci¨®n de armas nucleares de alcance intermedio (SS-20 contra euromisiles) y advierte que 1983 puede ser un a?o decisivo, porque los principales puntos de desacuerdo entre Estados Unidos y Europa occidental no s¨®lo no han sido resueltos sino que pueden agudizarse a la hora de desplegar en suelo europeo los 572 Pershing 2 y misiles de crucero.El informe, de 175 p¨¢ginas, analiza detalladamente la situaci¨®n internacional en 1982 y afirma que fue un mal a?o tanto para la OTAN como para el Pacto de Varsovia, organizaci¨®n ¨¦sta que tuvo que hacer frente a los problemas internos de Polonia y a la profundizaci¨®n de su crisis econ¨®mica. El IISS resalta, como uno de los principales problemas en el seno de la Alianza Atl¨¢ntica, la diferencia de criterio entre Washington y los europeos sobre las relaciones econ¨®micas que deben mantenerse con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. "Incluso los europeos m¨¢s conservadores contemplan con gran reserva la teor¨ªa de un inminente colapso econ¨®mico de la URSS", afirma el documento.

Las divergencias sobre el futuro de las relaciones Este-Oeste se vieron complicadas en 1982 por el conflicto entre Washington y cuatro capitales europeas respecto al gasoducto siberiano, las dif¨ªciles relaciones comerciales entre Estados Unidos y la CEE (guerra del acero, la batalla por los mercados de alimentos y el aumento del proteccionismo en general) y por una diferente apreciaci¨®n, a uno y otro lado del Atl¨¢ntico, de las prioridades de defensa. "Estados Unidos y Europa occidental consiguieron dividirse tan espectacularmente que la Uni¨®n Sovi¨¦tica s¨®lo tuvo que recoger los beneficios", dice el informe.

Seg¨²n los expertos del IISS, la Alianza corre un serio riesgo. La opini¨®n p¨²blica europea puede llegar a no percibir el nivel de amenaza que supone la URSS, y si la tensi¨®n econ¨®mica aumenta y la pol¨ªtica de Estados Unidos sigue mostr¨¢ndose ante los ojos del Europa como m¨¢s beligerante que la de la URSS, "no puede descartarse la posibilidad de un colapso de la OTAN".

Momento clave

Uno de los momentos claves para el futuro de la Alianza ser¨¢ el resultado de las negociaciones de Ginebra. "Muchos occidentales contemplan el despliegue de los euromisiles como el paso del Rubic¨®n nuclear y temen que la tecnolog¨ªa nuclear est¨¦ escapando a cualquier control". Los l¨ªderes occidentales, y particularmente los norteamericanos, a?ade el informe, han de tener en cuenta este factor a la hora de presionar para lograr un acuerdo con la URSS.

El Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos hace hincapi¨¦ en el hecho de que los dos gigantes han. demostrado que son incapaces de impedir o parar guerras locales en diferentes partes del mundo, con el consiguiente riesgo de conflicto mayor que ello supone. "Ir¨¢n e Irak siguen luchando cerca de la sensible frontera sur de URSS y de una zona vital para Occidente. Israel desde?a el disgusto norteamericano por la invasi¨®n de L¨ªbano, el general Jaruzelski no puede controlar al pueblo polaco y el presidente Reagan no es capaz de impedir que el general Galtieri invada las islas Malvinas". La mejor esperanza, sin embargo, es que ambos superpoderes, prosigue el informe, son conscientes del peligro de una confrontaci¨®n directa y no muestran ning¨²n deseo de verse arrastrados a la destrucci¨®n por culpa de un aliado menor.

El informe concluye que las fuerzas favorables a la moderaci¨®n y al compromiso sigue ofreciendo un fundamento para la esperanza, "por muy tenue que ¨¦sta sea".