Cinco ex miembros de ETApm regresaron ayer a Espa?a desde su exilio en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s

Un agotador viaje, qu¨¦ comenz¨® a las nueve de la noche del jueves en Hendaya (Francia), casi 24 horas despu¨¦s en Bilbao, San Sebasti¨¢n y Pamplona, despu¨¦s de un paso fugaz por la Audiencia Nacional de Madrid, condujo ayer a sus casas a cinco ex miembros de ETA acogidos a la negociaci¨®n entre Euskadiko Ezkerra y el Ministerio del Interior.

Despedidos por una treintena de sus compa?eros en la estaci¨®n de Hendaya, Javier Elguez¨¢bal, Jos¨¦ Leocadio Gast¨®n Foronda, Perico D¨ªez de Ulzurrun, Jos¨¦ S¨¢nchez Terradillos e Ignacio Mar¨ªa Yarza Utzeta, montaban en los coches de sus abogados para atravesar en direcci¨®n a Ir¨²n, la misma frontera que cruzaron antes en sentido inverso. Un par¨¦ntesis que va desde los relativamente cortos catorce meses pasados en Par¨ªs por el primero de ellos, hasta los cinco largos a?os del ¨²ltimo. Yarza Utzeta ve¨ªa por primera vez en dos polic¨ªas nacionales, que en la porter¨ªa dejaban paso a la comitiva sin casi comprobar sus documentos, unos uniformes marrones que ¨¦l dej¨® grises todav¨ªa.Superado el primer nerviosismo, el encuentro con una estaci¨®n de Ir¨²n semidesierta, unos bocadillos de pie en el bar, un compartimento de literas en el expreso de la 10.15 horas. Tambi¨¦n la extra?eza de pedir las cervezas y ver los r¨®tulos del camino en castellano.

Ulzurrun se acomoda en solitario en la ventanilla abierta del pasillo y, permanece ah¨ª hasta Vitoria, mientras Elguez¨¢bal tararea una vieja canci¨®n de los Rolling Stones. Gast¨®n Foronda hac¨ªa p¨²blica su ambici¨®n de llegar a ser concejal de Pamplona s¨®lo para presidir una corrida de los Sanfermines y pasa a enzarzarse en una discusi¨®n taurina con el abogado Juan Infante. La situaci¨®n en Centroam¨¦rica, la exposici¨®n de Oca?a en San Sebasti¨¢n, Marino Lejarreta y el Giro de Italia, el plan ZEN, chistes de catalanes jalonan una conversaci¨®n que se prolonga hasta las 2.30 horas, cuando la botella de whisky vac¨ªa parece sugerir a todo el mundo la hora de dormir. Cuando dicen "aqu¨ª", hab¨ªan a¨²n de Francia y todav¨ªa en Burgos, Yarza Utzeta se sorprende a s¨ª mismo extra?ado de o¨ªr hablar castellano en el compartimento de al lado.

El tr¨¢mite de la Audiencia Nacional pasa r¨¢pido. La bienvenida a la legalidad, se supone- del fiscal jefe y sus deseos de no volverlos a ver por all¨ª proceden a la entrega de un certificado que indica escuetamente, bajo el nombre de cada cual, que en el d¨ªa de la fecha se han reintegrado a sus domicilios respectivos.

Una visita al Guernica en el Cas¨®n del Buen Retiro precede a la comida en el mes¨®n del Conde. Las preferencias se inclinan hacia el potaje de garbanzos, a falta de cocido madrile?o, y el cochinillo o los callos.

A militar en EE, pero con calma

Todos tienen la intenci¨®n de militar en Euskadiko Ezkerra, pero con calma. "Mira ", dice S¨¢nchez Terradillo cuando surge lo del arrepentimiento, "no hemos renunciado a nada, a ninguna de nuestras ideas, sino al m¨¦todo que utiliz¨¢bamos para defenderlas"."El convencimiento de que las bombas y los muertos no conducen a nada, y a¨²n m¨¢s, interfieren gravemente el proceso pol¨ªtico en Euskadi y en el Estado espa?ol", cierra el argumento Ulzurrun, "nos han llevado a abandonar la violencia y a continuar la lucha con m¨¦todos pac¨ªficos y democr¨¢ticos".

El resto, dicen, las amenazas, los insultos, los desprecios de sus ex compa?eros no son para ellos sino "manifestaciones de impotencia de quienes no quieren mirar lo que tienen delante de los ojos y ven descomponerse de mala manera lo que nosotros hemos de mostrado que se puede resolver sin perder nada de lo que somos. De todas formas", tercia Gast¨®n Foronda, "esa intolerancia, esa crispaci¨®n no es privativa de los grupos armados, aunque en ellos se agudice. No hay m¨¢s que mirar la intransigencia entre los partidos pol¨ªticos en Euskadi y hasta en las relaciones personales muchas veces, porque tambi¨¦n ¨¦stas terminan mediatizadas por la pol¨ªtica, que hace y deshace amistades como por arte de magia".

La prisa por volver a casa puede m¨¢s que lo apasionante de la discusi¨®n pol¨ªtica. Un avi¨®n conduce a Ulzurrun y Gast¨®n Foronda a Pamplona, y otro lleva a Bilbao a Terradillos y Yarza. S¨®l¨® Elguez¨¢bal rompe con el comportamiento de la mayor¨ªa y se queda en Madrid para pasar unas cortas vacaciones de cuatro d¨ªas antes de volver a San Sebasti¨¢n.

Como despedida, arriesgan un pron¨®stico: en cinco a?os -apuestan- la violencia habr¨¢ desaparecido en Euskadi.