El Pont¨ªfice y el sindicalista 'jugaron al escondite' con 1.500 periodistas
El Papa Juan Pablo Il y el dirigente del sindicato prohibido Solidaridad, Lech Walesa, tuvieron un encuentro ayer, pero a ¨²ltima hora de la tarde no se sab¨ªa con certeza ni la hora, ni el lugar donde se celebr¨®. El Vaticano, el Episcopado, el Papa, Walesa y las autoridades polacas, jugaron al escondite con los casi 1.500 periodistas que seguian la visita papal a Polonia.El intento, con las notas a veces grotescas de propagar rumores y desinformaciones para tratar de dar un car¨¢cter privado al encuentro con Walesa, lo convirtieron en clandestino. La visita privada del dirigente sindical a Juan Pablo II adquiri¨®, gracias al misterio desplegado, el signo de acontecimiento casi c¨®smico. El mismo Walesa a su regreso ayer a Gdarisk se neg¨® completamente a hacer declaraciones sobre su encuentro con el Pont¨ªfice.
Seg¨²n una versi¨®n, el Papa vio a Walesa en una misa privada, celebrada en el palacio episcopal de Cracovia. La otra versi¨®n apunta a un encuentro en los montes Tatra, a donde el Papa vol¨® en helic¨®ptero al salir a las 10.30 horas de Cracovia.
La versi¨®n de la n¨²sa procede del fuentes vaticanas. Sin embargo el amigo personal del Papa y director del semanario Tygodnik Powszecmny, Jerzy Turowicz, que desayun¨® en el Papa en el palacio episcopal de Cracovia, coment¨® a este peri¨®dico que ¨¦l se inclinaba por la versi¨®n del encuentro en los bosques.
Esta suposici¨®n parece abonada por el hecho de que esa zona de los Tatra estaba ayer casi totalmente tomada por el Ej¨¦rcito, que hac¨ªa ejercicios all¨ª, y no permit¨ªa el paso a nadie.
En el momento en que el Papa sal¨ªa del palacio episcopal de Cracovia se paseaba, como un le¨®n enjaulado, el p¨¢rroco de la Iglesia de Santa Brigida de Gdansk, Henryk Jankowski. El sacerdote, que est¨¢ considerado como una especie de "padre espiritual" de Lech Walesa coment¨® que, desde su salida de Gdansk, hab¨ªa perdido completamente el contacto con el l¨ªder sindical. Todo parec¨ªa ayer indicar en Cracovia que el episcopado polaco no ve con buenos ojos la influencia de Jankowski sobre Walesa.
"Asusto de la Iglesia"
Desde el momento en que las autoridades polacas autorizaron el encuentro entre el Papa y la "persona privada Walesa", el Gobierno declar¨® que "es asunto de la Iglesia". Durante varios d¨ªas, el l¨ªder del sindicato prohibido qued¨® aparentemente convertido en un juguete en manos de los intereses de la Iglesia y del Estado.
La Iglesia impuso el deseo de realizar el encuentro, porque no ignora el valor que todav¨ªa conserva el s¨ªmbolo Walesa. Al mismo tiempo, la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica polaca ver¨ªa con buenos ojos una etapa de silencio y abstenci¨®n pol¨ªtica por parte de Walesa.
El encuentro con el Papa deja Ibierta la duda de si Walesa habr¨¢ conseguido establecer una l¨ªnea directa con Wojtyla. Tambi¨¦n cabe preguntarse si Woftyla consentir¨ªa un l¨ªder que pudiese hacerle sombra y robarle una parte del carisma y prestigio que tiene entre los polacos.
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