La tragedia de ser esp¨ªa
Asheden, un personaje de W. Somerset Maugham que se hac¨ªa pasar por escritor, le respondi¨® un d¨ªa a un tal R. que le contaba una historia de pelirroja seductora que enreda a un esp¨ªa: "Debo decirle, se?or, que si eso es todo lo que pueden ustedes ofrecer en el servicio secreto, me temo que, como fuente de inspiraci¨®n para un escritor de obras de ficci¨®n, de nada sirva".Y esto es lo que ha sucedido en el g¨¦nero de esp¨ªas, tanto en su soporte literario como cinematogr¨¢fico. Al final, s¨®lo las rocambolescas argucias tecnol¨®gicas de Misi¨®n imposible intentaban sorprender al espectador. Al me nos los James Bond de Ian Fleming, igualmente beligerantes en el esp¨ªritu de guerra fr¨ªa, tienen la modestia de ironizar sobre su propia apostura y la vergonzosa garant¨ªa de su ¨¦xito. Por esta raz¨®n, por verosimilitud, s¨®lo sobreviven aquellos autores que ¨²nicamente pretendieron descifrar enigmas cerebrales o aquellos, como Graham Greene, que se interesan m¨¢s por la tragedia del esp¨ªa asalariado (a quien sus propios clientes venden sin remordimientos) que por los ardides del oficio.
La carta del Kremlin se emite hoy a las 22
30 horas por la primera cadena.
John Huston no pod¨ªa coger la novela de Noel Belin s¨®lo para relatar minuciosamente c¨®mo se cumple un encargo en la inteligencia secreta. Los disturbios emocionales que rodean la intriga, la corrupci¨®n pol¨ªtica, la degradaci¨®n de los personajes, el erotismo y la iron¨ªa, acercan este filme al esp¨ªritu del cine negro.
En La carta del Kremlin, Charles Rone (Patrick O'Neal), un fr¨ªo oficial de la inteligencia naval norteamericana se re¨²ne con una variopinta tropa de esp¨ªas para intentar rescatar de la Uni¨®n Sovi¨¦tica un comprometedor documento en el que sovi¨¦ticos y norteamericanos plantean la hip¨®tesis de un ataque a China.
Mu?ecos
Un filme rodado en plena presidencia de Richard Nixon deb¨ªa tratar con miramientos al peligro amarillo que ya no llevaba tanto riesgo ni era tan lim¨®n. En el grupo hay astutas expertas en el vicio, homosexuales y siniestros profesores. La artima?a principal del equipo es la corrupci¨®n, tanto moral como econ¨®mica.
Algo falla, sin embargo, y el grupo, salvo Rone, cae en una encerrona. Secuestros y torturas se convierten en el pan de cada d¨ªa de un filme que combina la compasi¨®n por los mu?ecos con el espect¨¢culo circense de su actuaci¨®n, la desesperaci¨®n con la impasibilidad un tanto existencialista, la guerra fr¨ªa con la tragedia.
La pel¨ªcula ten¨ªa que estar protagonizada por Steve McQueen. Su ausencia se compens¨® con un reparto all stars con Bibi Andersson, Richard Boone, George Sanders, Raf Vallone, Max von Sydow, John Huston y Orson Welles.
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