Miriam y Dick, una pareja estable
La hija mayor de los marqueses de Urquijo, Miriam de la Sierra, tiene veintisiete a?os. A diferencia de su hermano Juan, el nuevo marqu¨¦s, no es universitaria. Prefiri¨® hacerse decoradora y, como buena arist¨®crata, estudiar la carrera de piano. Sus padres vieron clara la conveniencia de que hablara idiomas y, como Juan, pasaba veranos enteros en Europa. Miriam habla ingl¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n.Asegura haber sido educada en la necesidad de valerse por uno mismo en la vida y no del dinero f¨¢cil de los antecesores. "As¨ª que desde los catorce a?os he ganado dinero suficiente para mis gastos de bolsillo y mis caprichos, fundamentalmente dando clase a ni?os peque?os". En esto se distingue de Juan a quien sus padres asignaban generalmente unas 25.000 pesetas mesuales para que pudiese seguir sus estudios universitarios.
"Aunque de todas formas", coment¨® a EL PAIS el ex-mayordomo Vicente D¨ªaz Romero, "no ten¨ªa ni para gasolina. Se ten¨ªa que pagar los libros y sus gastos de copas, etc¨¦tera, lo normal. Le deb¨ªa dinero a alguna gente. Por ejemplo, a su a¨ªna de llaves. Cuando muri¨® esta buena se?ora el se?orito Juan le deb¨ªa unas 30.000 pesetas".
Es cordial, aunque cauta, con los que la abordan pero, seg¨²n cont¨® a este periodista ayer por la ma?ana, el martes pasado recibi¨® el aldabonazo definitivo. Un diario de Madrid le atribu¨ªa esta frase, dicha por lo bajinis en la zona del p¨²blico, mientras un testigo declaraba ante la Sala: Te est¨¢s ganando una hostia.
-"Hemos tenido que aguantar lo indecible. No solo asesinan a mis padres y detienen a mi marido como el presunto asesino, es decir, dos traumas enormes, sino que tengo que aguantar calumnias de todo tipo, tengo que soportar que hablen sobre nosotros (se refiere fundamentalmente a Dick y a su hermano Juan) de cosas que est¨¢n al margen del juicio, etc¨¦tera. Y ahora esto. Nunca he dicho una blasfemia. Para m¨ª esa palabra es sagrada. Soy una mujer con unos pr¨ªncipios morales muy r¨ªgidos, aunque no lo parezca"
-?Por qu¨¦ aunque no lo parezca?".
-"Porque los medios de comunicaci¨®n est¨¢n presentando de m¨ª una imagen de fr¨ªvola, casquivana e intrascendente que no corresponde en absoluto con la realidad. Y lo hacen aprovech¨¢ndose de una circunstancia muy dolorosa: el asesinato de mis padres. Tengo decidido inicialmente no volver al Palacio de Justicia.
Se siente igualmente molesta porque a Richard Denis Rew, Dick, su actual pareja, se le aluda como el americano. "Es una falta de respeto, porque da la sensaci¨®n de que es el ¨²nico americano que hay en Espa?a. Ello, sin entrar en las cosas tan tremendas que se dicen de ¨¦l dentro y fuera de la Sala. Nadie se ha preocupado en todo este caso de conocer a fondo quien ¨¦s y como es Dick", afirma Miriam.
Un americano polifac¨¦tico
Richard Denis Rew tiene 42 a?os y naci¨® en Seattle (Estados Unidos). Se licenci¨® en la Universidad de Washington, donde luego fue profesor de Literatura. Hizo un master de periodismo y lo que en Espa?a ser¨ªa la carrera de Magisterio. Es igualmente entrenador de f¨²tbol americano y, al decir de Miriam, si entr¨® en el mundo de los negocios fue por su tremenda val¨ªa. Entre otros paises donde le llev¨® el mundo de las multinacionales figuran Suecia, Dinamarca y Sud¨¢frica. Hab¨ªa hecho el servicio militar en Alemania. Igualmente asesor¨® a los ol¨ªmpicos espa?oles en su preparaci¨®n psicol¨®gica. Est¨¢ divorciado en Estados Unidos y tiene dos hijos, uno de los cuales suele vivir la mayor parte del a?o con su padre.
Estuvo dos a?os en Espa?a desde 1977 a 1979 como director de la empresa Golden -oro, en ingl¨¦s-, donde conoci¨® a Miriam y a Escobedo, ya que los dos trabajaban en la compa?¨ªa. Se uni¨® sentimentalmente a la hija de los marqueses de Urquijo en la Semana Santa de 1979 (los Escobedo se hab¨ªan casado unos meses antes), aunque en el verano de ese a?o abandon¨® Espa?a y se estableci¨® en Estados Unidos y en Canad¨¢, pa¨ªs donde estuvo estudiando las vitaminas naturales.
"Sinceramente cre¨ª que no le volver¨ªa a ver", dice Miriam. La casualidad hizo que un a?o m¨¢s tarde un ciudadano sueco le propusiera montar un negocio de bisuter¨ªa en Espa?a. Reemprendi¨® nuevamente las relaciones sentimentales con la esposa de Escobedo y, poco despu¨¦s, las comerciales, porque tras romper coh su socio, Dick forma una nueva compa?¨ªa con Miriam: Shock S A, para dedicarse a la venta de objetos de bisuter¨ªa y de detergentes.
La hija mayor de los fallecidos marqueses se define como una mujer ambiciosa, "pero eso no quiere decir que me agobie si no tengo un cierto dinero, como dijo Rafael de m¨ª en el juicio. Efectivamente las desavenencias con mi marido vinieron en ocasiones por culpa del dinero. El ganaba menos que yo y parec¨ªa no hacer nada por evitarlo".
-Influy¨® en su separaci¨®n que Dick le ofrec¨ªa una posici¨®n econ¨®mica m¨¢s desahogada?
-No se pueden comparar Dick y Rafael. Son distintos.
Cuatro de familia
Rechaza categ¨®ricamente cualquier rumor sobre sus malas relaciones con su hermano Juan a causa de la herencia. "Eso es una calumnia. Ni Juan ni yo hemos discutido un solo segundo. Nos limitamos a presentamos ante elalbacea testamentario y a hacernos cargo cada uno de los nuestro. Juan es una persona maravillosa, llena de cari?o. Adem¨¢s, estamos solos en el mundo, como suele decirse. Somos los ¨²nicos Urquijo que quedamos, adem¨¢s de las dos abuelas".
Tanto Manuel de la Sierra como Lourdes Urquijo, a quien llamaban familiarmente Marieta, -la marquesa era la madre- eran hijos ¨²nicos. Los padres de ambos han muerto igualmente. Solo viven las abuelas, una de las cuales asiste diariamente a las sesiones de la vista oral sentada entre el p¨²blico. Las dos pudieron ver a las v¨ªctimas unas horas antes de que fueran asesinadas, ya que el 31 de julio de 1980, en la finca de Somosaguas, estuvieron almorzando en la casa, donde tambi¨¦n estuvieron Miriam y el hijo de Richard.
El parque m¨®vil de los nuevos Urquijo
La hija mayor de los anteriores marqueses de Urquijo cree que la Prensa ha distorsionado en numerosas ocasiones su vida. Por ejemplo, apunta, en el caso de la casa que he comprado en La Moraleja "Por supuesto que no cost¨® 20 millones como se ha dicho. Fue una aut¨¦ntica oportunidad. Un ejecutivo italiano de la Kodak fue destinado a otro pa¨ªs y le urg¨ªa veder la casa. Como ten¨ªa dinero, la compr¨¦. Estaba buscando algo as¨ª por que tenemos cuatro perros y ya era imposible tenerlos en el apartamento de la calle Orense. Luego, adem¨¢s, tuve la suerte de venderlo enseguida, porque est¨¢ en muy buen sitio y es una monada, con lo: que la operaci¨®n result¨® muy favorable", concluye Miriam.
Es un chal¨¦ no muy grande, con un sal¨®n comedor amplio, cocina, oficio, dos dormitorios principales y una zona de servicio. Tiene porche y jard¨ªn -"que es lo que me gusta de la casa"-, donde suelen estar sueltos los cuatro perros, y un garaje donde se guarde un Porsche tambi¨¦n comprado recientemente. Richard tuvo anteriormente un BMW.
Juan de la Sierra, que sigue viviendo en Somosaguas, a la espera de que salga alg¨²n comprador para la finca, suele utilizar una moto BMW o conducir el mismo el Mercedes familiar heredado de su padre, ya que, Antonio, el chofer, se despidi¨® poco despu¨¦s del suceso, "aunque luego vino con un abogado laboralista en cuanto se dio cuenta de que pod¨ªa sacarme algo de dinero", coment¨® a este periodista el nuevo marqu¨¦s.
El Seat 128 que algunas veces usaba el marqu¨¦s para sus desplazamientos desde la casa de Somosaguas a su oficina del banco de Urquijo lo conduce ahora el administrador. Este hab¨ªa adquirido un Citr?en despu¨¦s de los asesinatos, pero lo vendi¨® al poco tiempo.
Miriam ha llevado puesto a Las Salesas, al menos en una ocasi¨®n, un modelo de su difunta madre. "Efectivamente mi madre y yo ten¨ªamos la misma talla y yo utilizo una parte de su vestuario". Lo mismo suele hace Juan, que se ha hecho arreglar una buena parte de los trajes de su padre. Seg¨²n el ex-mayordomo, "el vestuario de los marqueses era tan impresionante, que Juan y Miriam no tendr¨¢n necesidad de comprar ropa en toda su vida".
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