Reencuentro

Por la globalizaci¨®n, al entendimiento; por la puntualizaci¨®n, al conflicto; ese parece ser el sino de las relaciones hispano-francesas que impulsan los ministros de Exteriores, Fernando Mor¨¢n y Claude Cheysson. Son dos hombres de la misma generaci¨®n, de larga experiencia en los problemas internacionales, de afinidades human¨ªsticas an¨¢logas, que ayer no ocultaban su satisfacci¨®n. En el marco global del reencuentro surge siempre la perspectiva del entendimiento, pero en el detalle concreto de las cuestiones sectoriales amenaza agazapado el conflicto.Despu¨¦s de tantos a?os de relaciones tormentosas y crispadas empieza a divisarse un procedimiento de aproximaci¨®n reconciliadora. Se trata de abordar las diferencias desde el convencimiento rec¨ªproco de que la escalada del mutuo reproche, tantas veces ensayada, bloquea la obtenci¨®n de cualquier resultado.

Hay una clara apuesta hispano-francesa que requerir¨¢ todav¨ªa un gran derroche de esfuerzos pol¨ªticos, muchas veces a contracorriente de sentimientos muy extendidos propensos siempre a inflamarse en la direcci¨®n adversa. Espa?a ha vivido en el recelo y la desconfianza hacia Francia, seg¨²n Cheysson, pero nadie podr¨¢ discutir la insufrible ignorancia y el altivo desd¨¦n que Par¨ªs ha prodigado a su vecino transpiren¨¢ico.