Nuevo par¨®n en las negociaciones sobre pesca y cooperaci¨®n entre Marruecos y Espa?a
A partir de hoy, s¨¢bado, las negociaciones hispano-marroqu¨ªes sobre pesca y cooperaci¨®n entrar¨¢n en un nuevo receso, que, debido a las festividades de fin de Ramad¨¢n de la pr¨®xima semana, puede muy bien durar hasta el lunes d¨ªa 18. La ausencia de la delegaci¨®n no implica, sin embargo, que no vaya a haber m¨¢s contactos con la parte marroqu¨ª hasta su regreso, ya que es posible que el embajador de Espa?a, Raimundo Bassols, que tiene a su cargo la direcci¨®n pol¨ªtica de estas dif¨ªciles conversaciones, pueda entrevistarse mientras tanto con los ministros marroqu¨ªes.
De hecho, la parte espa?ola, que parece entender que ya todas las discusiones preliminares, parciales, t¨¦cnicas y espec¨ªficas estar m¨¢s que agotadas y que s¨®lo resta que Marruecos tome definitivamente una decisi¨®n pol¨ªtica, present¨® el jueves por la tarde a los marroqu¨ªes un proyecto de acuerdo final que estos ¨²ltimos han considerado todav¨ªa muy lejano de sus aspiraciones.A pesar de que marroqu¨ªes y espa?oles se muestran extraordinariamente ahorrativos con los detalles de la negociaci¨®n, el propio embajador Bassols reconoci¨® ayer a EL PAIS que la ¨²ltima reuni¨®n "no ha permitido que se realice ning¨²n avance importante", que "el estado de la negociaci¨®n no permite a¨²n avizorar el final del acuerdo" y que, probablemente, para lograrlo -dada la lentitud con que la parte marroqu¨ª lleva esta negociaci¨®n- ser¨¢ necesario agotar todo el tiempo de la nueva pr¨®rroga", que expira el pr¨®ximo d¨ªa 31 de julio.
Los puntos donde todav¨ªa existe una importante distancia de criterios son los mismos desde el inicio de la negociaci¨®n:
1. El nivel de los c¨¢nones por pescar, que Marruecos, adem¨¢s de pretender cobrarlos en d¨®lares, desea aumentarlos considerablemente.
2. La reducci¨®n del esfuerzo pesquero, que Marruecos parece insistir en que sea alrededor del 60%, con el agravante de querer que m¨¢s de la mitad de ese porcentaje sea reducido en el primer a?o de vigencia del futuro acuerdo.
3. Las condiciones t¨¦cnicas de la pesca que Marruecos desea aplicar, que por s¨ª solas significan una reducci¨®n de las capturas.
4. El tiempo de duraci¨®n del acuerdo y la voluntad marroqu¨ª de mantener las restricciones por motivos de seguridad, que, independientemente de su car¨¢cter, equivalen a otra reducci¨®n m¨¢s de la pesca espa?ola en aguas marroqu¨ªes.
Naturalmente, y dadas todas estas ambig¨¹edades marroqu¨ªes en cuanto a reducci¨®n del esfuerzo pesquero, importe de los c¨¢nones, zonas de seguridad y otras anteriormente mencionadas, Espa?a se muestra renuente a determinar la cuant¨ªa de la cooperaci¨®n econ¨®mica -cr¨¦ditos comerciales, ayuda financiera, participaci¨®n en proyectos de inversi¨®n marroqu¨ªes-, que en cualquier negociaci¨®n internacional normal deperide de la contrapartida ofrecida.
Una cuesti¨®n espinosa y desde luego dif¨ªcilmente comprensible es la de las ventanas de seguridad en el S¨¢hara, que, independientemente del derecho soberano de Marruecos a imponer las que crea convenientes, en buena medida pueden ser interpretadas como un medio adicional de reducir el esfuerzo pesquero.
La realidad concreta de todas estas negociaciones es que se est¨¢ muy lejos de las buenas palabras y de las promesas y expectativas creadas por el propio rey Hassan II en sus ¨²ltimas conversaciones con los dirigentes espa?oles.
Es indudable que el Gobierno de Marruecos, y probablemente el propio monarca, se encuentran sometidos a las fort¨ªsimas presiones del nacionalismo marroqu¨ª, que nunca ha mirado bien la cooperaci¨®n con Espa?a, ni siquiera ahora que el Gobierno socialista espa?ol ha demostrado una comprensi¨®n mayor hacia los problemas marroqu¨ªes.
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