Luis del Sol

Fue futbolista profesional durante 20 a?os. Jug¨® en el Madrid, con Di St¨¦fano, Puskas y Gento, hasta que se march¨® al f¨²tbol italiano, el que m¨¢s pagaba en aquella ¨¦poca, como lo sigue siendo en ¨¦sta. Por su traspaso se pagaron 35 millones del a?o 1962. Sin embargo, de sus 20 a?os de gloria no le ha quedado una seguridad econ¨®mica. Sus negocios fueron mal y ahora es un estudiante m¨¢s del curso de entrenadores a la espera de un t¨ªtulo que le permita regresar al f¨²tbol profesional, del que se arrepiente de haber salido. A los 48 a?os, tiene que empezar de nuevo.

Han sido siete a?os en el Betis, tres en el Madrid m¨¢s glorioso que vieron los tiempos, ocho en la Juventus, dos en la Roma y uno m¨¢s en el Betis. "De todo aquello no me qued¨® mucho dinero. Los jugadores somos muy inconscientes, o al menos lo ¨¦ramos los de mi ¨¦poca. Vives al d¨ªa, piensas que eso va a durar siempre y no inviertes. Yo me compr¨¦ un piso en Madrid y otro en Sevilla, y poco m¨¢s". Al acabar con el f¨²tbol se meti¨® en un negocio, una f¨¢brica de muebles, y aquello no sali¨® bien. "Se comi¨® todos mis ahorros".Luis del Sol entiende que es dif¨ªcil para el futbolista incorporarse a la vida una vez acabada su carrera: "Nosotros somos gente con una juventud afortunada. Se nos da dinero por hacer algo divertido y eso te quita cualquier preocupaci¨®n. Tienes el presente asegurado y el tiempo libre lo dedicas a jugar a las cartas o a descansar. Nadie quiere preocupaciones. A los 35 a?os acabas y entonces te encuentras con que no est¨¢s preparado. Y fallas, como yo. Creo que algo parecido le ocurri¨® a Amancio".

Ahora, Luis del Sol, despu¨¦s de 10 a?os fuera del f¨²tbol, quiere volver a ¨¦l. De hecho, ya lleva tiempo metido en lo de entrenar, con el t¨ªtulo de regional. Ha entrenado al Carmona, al Jerez Industrial y al Betis juvenil, y ahora se ha mezclado, en el curso nacional, con una generaci¨®n 10 a?os m¨¢s joven que ¨¦l.

En el f¨²tbol se siente a gusto, aunque el de entrenador sea quiz¨¢ el oficio con m¨¢s alto ¨ªndice de paro de Espa?a, y aunque esa agitaci¨®n del curso, ese ir y venir con apuntes bajo el brazo, le agobie. "Yo s¨¦ f¨²tbol, pero a lo mejor no como me lo explican aqu¨ª. Yo s¨¦ desde los 10 a?os que si me viene una pelota de lo alto y tengo un contrario al lado, tengo que girar al recogerla con el pecho para alejarme de ¨¦l. Pero no sab¨ªa que eso se llamara control orientado, y eso me lo exigen saber aqu¨ª". Sin embargo, est¨¢ dispuesto a adaptarse, a reconocer que en preparaci¨®n f¨ªsica se ha avanzado mucho respecto a su ¨¦poca y a comprender la mentalidad de los j¨®venes de 20 o 25 a?os con los que va a trabajar. "Los tiempos han cambiado, y es m¨¢s f¨¢cil que me adapte yo a un grupo de 25 muchachos que lo contrario. Adem¨¢s, tengo ya hijos de esa edad".

?Y cuando tenga el t¨ªtulo? "Entonces estar¨¦ en la l¨ªnea de salida, como cuando a los 17 a?os me subieron de juveniles al Betis profesional. Con 10 a?os m¨¢s que Ir¨ªbar o Uriarte, eso s¨ª, pero espero que alguien me llame. Pienso que mi prestigio como jugador me tiene que ayudar, pero tengo que empezar poco a poco, desde abajo. No voy a ir por ah¨ª diciendo 'yo jugu¨¦ con Di St¨¦fano, con Puskas y con S¨ªvori', sino aceptar lo que haya y aprender un nuevo oficio". Como ha aprendido a moverse en un 127, despu¨¦s de conducir espl¨¦ndidos coches deportivos por las autopistas italianas. A los 48 a?os tiene que empezar. Depende de la nota de un examen.