Marchais desmiente en Mosc¨² una noticia de Tass sobre sus conversaciones con Andropov

El incidente del martes en Mosc¨² entre el n¨²mero uno sovi¨¦tico, Yuri Andropov, y el secretario general de? Partido Comunista de Francia (PCF), Georges Marchais, a prop¨®sito de la valoraci¨®n que ambos dirigentes hacen sobre el desarme confirma las complicaciones que crea a los comunistas franceses su pertenencia al Gobierno socialista. Marchais tuvo que desmentir en Mosc¨² a las autoridades sovi¨¦ticas.

Al t¨¦rmino de la entrevista que mantuvieron Marchais y Andropov, la agencia sovi¨¦tica Tass hizo p¨²blica una declaraci¨®n del l¨ªder del PCF, seg¨²n la cual los partidos comunistas de ambos pa¨ªses "aprecian de manera coincidente la situaci¨®n internacional". De manera expresa, Marchais, como Andropov, habr¨ªa manifestado que "el peligro principal lo representa la intenci¨®n de los imperialistas norteamericanos de instalar en Europa sus nuevos cohetes".Marchais mostr¨®' instant¨¢neamente su disconformidad con el texto informativo e hizo saber que no hab¨ªa pronunciado tales palabras, sino que se hab¨ªa manifestado "por una reducci¨®n equilibrada de armamentos, teniendo en cuenta los existentes tanto en el Este como en el Oeste europeos".

Esto viene a significar meridianamente que los comunistas de Par¨ªs rechazan las tesis sovi¨¦ticas sobre la defensa y aceptan las del Gobierno franc¨¦s, que es partidario de la implantaci¨®n de los mis?les Pershing en diciembre pr¨®ximo, si antes los norteamericanos y los sovi¨¦ticos no han logrado un acuerdo en las conversaciones de Ginebra. El PCF, seg¨²n la misma declaraci¨®n de Mosc¨², se suma a la URSS en la exigencia de que a la hora de hablar de equilibrio de fuerzas Este-Oeste se contabilicen las armas at¨®micas francesas y brit¨¢nicas, en contra de lo que piden los interesados y los norteamericanos.

El r¨¢pido viaje de Marcha?s plantea m¨²ltiples interrogantes en la capital francesa. No se sabe de qui¨¦n es la iniciativa del desplazamiento, y se especula con la posibilidad de que fuese convocado por Andropov. El pasado d¨ªa 6, Marchais, de manera inesperada, almorz¨® con el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand. Marchais, con estas declaraciones y contradeclaraciones, se sit¨²a en una posici¨®n ambigua, a medio camino entre las tesis del Gobierno franc¨¦s y las del sovi¨¦tico en lo tocante al problema de los euromisiles. Por todo ello,nadie se atreve a asegurar si la rebeli¨®n de Marchais desmintiendo a Andropov responde realmente a una divergencia profunda en materia de desarme o a una exigencia de la solidaridad gubernamental.