Homenaje de los cr¨ªticos a Ren¨¦ Metras, galerista franc¨¦s afincado en Barcelona
La Asociaci¨®n de Cr¨ªticos de Arte de Catalu?a dar¨¢ hoy un homenaje a diversas personas e instituciones, entre quienes figura el galerista Ren¨¦ Metras. Los veinte a?os de su galer¨ªa barcelonesa dan pie a reconocer el apoyo a la vanguardia pict¨®rica que dio Metras en los a?os en que su pasaporte franc¨¦s le permit¨ªa airearse por esos mundos y yolver a la encerrona cultural de la dictadura con algo tan elemental como la informaci¨®n.
Metras tra¨ªa datos de lo que se coc¨ªa en el arte europeo, informaci¨®n que rescataba de la soledad a los artistas catalanes cuyas intuiciones, como las de Antoni T¨¢pies, superaban las mediocres fronteras espa?olas, dentro de las cuales los retratistas y figurativos m¨¢s flo?os eran el ¨²nico arte reconocido.En 1912, con cinco a?os, Ren¨¦ Metras llega por primera vez a Barcelona. Pero es despu¨¦s de la segunda guerr¨¢ mundial cuando se afinca definitivamente. "Mi padre ten¨ªa una f¨¢brica de estampados y ello ya supon¨ªa una primera preocupaci¨®n por la creaci¨®n de colores. Por deberes de hijo ¨²nico prosegu¨ª durante muchos a?os con el negocio familiar, pero muy pronto me orient¨¦ hacia el mundo de las artes pl¨¢sticas. La colonia veraniega de Sant Celoni, con las familias Cuixart, Barba, Goday; su alcalde, Llu¨ªs Maria Riera; los se?ores Muntcanuts, el doctor J. Ravent¨®s -amigo de Picasso- y el entonces desconocido Antoni T¨¤pies, constituirnos un grupo preocupado por la vanguardia cultural". Esta congregaci¨®n, que tuvo vida azarosa, fue un n¨²cleo de activismo intelectual. De ah¨ª sali¨® el Club 49 y Dau al set (1948-1951), ef¨ªmera revista que agrup¨® a algunos de los que despu¨¦s ser¨ªan grandes nombres de la vanguardia, como Joan Broosa, el cr¨ªtico Arnau Puig, Modest Cuixart, Joan Pong, T¨¤pies, Juan Eduardo Cirlot... y en la que Ren¨¦ Metras figuraba como tesorero. "Yo hab¨ªa realizado algunas pinturas de inspiraci¨®n surrealista-cubista, pero me di cuenta de que carec¨ªa del secreto creativo de los otros. El papel de tesorero era simb¨®lico porque no ten¨ªamos ni un duro. Del primer n¨²mero -en el que inveIrtimos 370 pesetas- editamos cien ejemplares. Con el segundo llegamos a los 125, ejemplares de tirada y ganamos 40 pesetas".
El agobio espiritual de la dictadura provoc¨® el exilio de muchos artistas. "La mayor¨ªas se fueron a Par¨ªs. Alguno, como Pon?, se afinc¨® en el Brasil. Joan Prats y alguna galer¨ªa barcelonesa hizo exposiciones informativas muy importantes. S¨®lo a trav¨¦s de algunas revistas extranjeras pod¨ªamos conocer lo que supon¨ªa el trabajo de un Klee o de un Kandinsky e, incluso, el de espa?oles como Picasso o Gris. Y eso era muy importante para quienes, a ciegas, realizaban como pod¨ªan experiencias cubistas o cercanas a los conceptos mantenidos por estos artistas. En 1957 empezamos a saber lo que era la escuela del Pac¨ªfico y la sala Gaspar mont¨® la exposici¨®n L'art, l'autre, sobre el informalismo".
Las revistas de arte suplieron, en muchos casos, la falta de exposiciones. Metras edit¨® El Correo de las Artes, entre 1958 y 1962. "La cerr¨® la censura por una desafortunada coincidencia. Publicamos un art¨ªculo sobre los trabajos de Cuixart a partir de un texto brechtiano, y eso coincidi¨® conque, aquel a?o, Bertold Brecht recibi¨® el Premio Stalin". Fue a ra¨ªz del cierre de la revista cuando Metras se plante¨® la apertura de una galer¨ªa, entendida como "un espacio de confrontaciones entre las distintas pr¨¢cticas art¨ªsticas".
La mediaci¨®n mercantil en el proceso art¨ªstico es un hecho inevitable que s¨®lo es se?alada como contradicci¨®n en aquellos artistas que se plantean su trabajo con una mirada nueva. A las vanguardias se les pide el martiriologio de la pobreza como un elemento de autenticidad. "Est¨¢ el hecho, eso s¨ª, de que un cuadro de T¨¤pies se compra por tel¨¦fono no s¨®lo por la garant¨ªa de su valor art¨ªstico, sino por la seguridad que supone la inversi¨®n. Pero, no obstante, hay pocos valores seguros, y la historia del Arte no perdona los bluffs". Para Metras, tras la aton¨ªa de los a?os setenta, se asiste actualmente a la aparici¨®n de una serie de artistas que no buscan acogerse a ning¨²n predecesor de lustre.
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