Pesimismo en torno a la nueva ronda de negociaciones entre Espa?a y Argelia sobre el contrato de suministro de gas natural

Una nueva ronda de negociaciones entre Espa?a y Argelia sobre la revisi¨®n del contrato de suministro de gas natural a Espa?a comenz¨® ayer en la sede del Ministerio de Industria y Energ¨ªa, sin que en el resultado de las conversaciones mantenidas en la jornada del jueves se vislumbre un desenlace inmediato. La ausencia del ministro de Petr¨®leo y Petroqu¨ªmica argelino, Belkacem Nabi, en la delegaci¨®n de su pa¨ªs hac¨ªa pensar ayer a fuentes informadas que no habr¨¢ un desbloqueo r¨¢pido en la dif¨ªcil situaci¨®n en que se encuentran las actuales negociaciones.

La nueva ronda de conversaciones dio comienzo ayer bajo la incertidumbre del impacto que ha podido tener sobre el Gobierno argelino las declaraciones del ministro espa?ol de Industria y Energ¨ªa, Carlos Solchaga, que hace 10 d¨ªas curs¨®, inesperadamente, un ultim¨¢tum al Gobierno de Argel bajo el argumento de que Espa?a se ver¨¢ forzada a planificar sus necesidades energ¨¦ticas a medio y largo plazo sin contar con el gas natural si las conversaciones en curso con las autoridades argelinas concluyen sin un acuerdo satisfactorio y econ¨®micamente rentable para Espa?a.En Madrid se esperaba esta semana que Belkacem Nabi acudiera a la prevista ronda negociadora. Por el contrario, el ministro argelino envi¨® a su secretario general y m¨¢ximo representante a nivel t¨¦cnico, Troussena, que en anteriores rondas se ha distinguido por la inflexibilidad de su postura.

No obstante, en medios informados se notaba ayer un cierto optimismo ante la eventualidad de que los argelinos muestren una actitud mucho m¨¢s conciliadora y puedan comenzar a tomarse en serio la ¨²ltima propuesta espa?ola presentada en las conversaciones que tuvieron lugar a mediados de junio en Argel. Las conversaciones ocuparon ayer toda la jornada, desde casi las ocho de la ma?ana hasta bien entrada la noche. Asistieron a la nueva ronda el secretario de Energ¨ªa, Mart¨ªn Gallego, y la directora general de la Energ¨ªa, Carmen Mestre. Del lado t¨¦cnico, figuraron el presidente de Enagas, Mart¨ªn Eyries; el vicepresidente del INH, Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui, y el director de Planificaci¨®n, Guzm¨¢n Solana.

En la ronda de negociaciones mantenida en Argel el pasado mes de junio, la delegaci¨®n espa?ola propuso elevar las cantidades de gas que Espa?a podr¨ªa retirar de Argelia a un volumen intermedio entre las adquiridas en 1982 (13.000 millones de termias) y las contratadas (45.000 millones), si a cambio los argelinos reduc¨ªan sus demandas sobre el precio y las cantidades monetarias reclamadas en concepto de compensaci¨®n por inversiones realizadas. Argelia acept¨®, en principio, esta propuesta, pero al llegar a Madrid, 15 d¨ªas m¨¢s tarde, la propuesta espa?ola fue ignorada.

El problema que se plantea para Espa?a en el suministro de gas argelino es que existe un fuerte desequilibrio entre las necesidades actuales de consumo de este hidrocarburo y las contratadas en 1974. Adem¨¢s Espa?a no admite los deseos argelinos de equiparar los precios unitarios de venta del gas entre el ya definido por la revisi¨®n de 1979 del citado contrato y el que Argelia cobra a otros clientes, como es el caso de Francia, B¨¦lgica e Italia.

El Ministerio de Industria y Energ¨ªa, que se encuentra revisando la estructura de consumos energ¨¦ticos dentro de la elaboraci¨®n del nuevo Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN), parte del principio de que el contrato con Argelia debe adecuarse a la nueva situaci¨®n del mercado internacional y a las necesidades espa?olas de este hidrocarburo. En este sentido, parte de que las cantidades contratadas debe reducirse durante un plazo medio y, como compensaci¨®n, debe aceptarse un precio te¨®ricamente similar al que Argelia exige.

Esta postura flexible significar¨ªa que Espa?a podr¨ªa planificar unos ciertos consumos de gas natural que elevar¨ªa la importancia de este hidrocarburo en la estructura de energ¨ªa primaria espa?ola del 3% actual a m¨¢s de un 5%, con unos precios al consumidor que tendr¨ªan que ser subvencionados en no m¨¢s de un 13% del coste en origen.

Distancias insalvables

Pero desde este planteamiento flexible y l¨®gico hasta las tesis argelinas existe un distancia aparentemente insalvable. La aceptaci¨®n de los argumentos argelinos -es decir, compensaci¨®n por la no retirada de los 45.000 millones de termias y elevaci¨®n del precio hasta casi cuatro d¨®lares por mill¨®n de BTU (British Termical Unit)- supondr¨ªa para Espa?a un coste en origen muy superior a lo que pagan otros pa¨ªses, al tiempo que forzar¨ªa a aceptar una estructura de precios al consumidor que convertir¨ªa a esta fuente energ¨¦tica en un hidrocarburo escasamente competitivo en el mercado interior.Para salvar estas distancias t¨¦cnicas, las negociaciones han sido elevadas a un nivel pol¨ªtico en el que se incluyan compensaciones econ¨®micas por ambas partes. A Espa?a le gustar¨ªa incluir en los acuerdos mecanismos pr¨¢cticos de est¨ªmulo a las exportaciones espa?olas a dicho pa¨ªs, mientras que Argelia obtendr¨ªa compensaciones por el lado de asistencias financieras y tecnol¨®gicas. Pero aqu¨ª parece surgir el problema del elevado riesgo financiero que Espa?a ha contra¨ªdo con Argelia en los ¨²ltimos a?os y la dificultad de diluir este riesgo entre entidades diversas.