La Administraci¨®n y los editores llegan a conclusiones sobre los problemas del sector
Todos los a?os se celebrar¨¢n unas jornadas de estudio sobre el libro
En el castillo de los Obispos de Sig¨¹enza, que fue habilitado a?os ha como parador por el entonces ministro de Informaci¨®n y Turismo Alfredo S¨¢nchez Bella, se clausuraron ayer las primeras Jornadas de Estudio sobre el Libro, celebradas entre representantes de la Administraci¨®n y de los editores, con una serie de conclusiones sobre creaci¨®n intelectual, actividad editorial, sistema bibliotecario, h¨¢bitos de lectura y otros aspectos.
Por iniciativa del departamento que encabeza Javier Solana, los editores de toda Espa?a -enormes, grandes, medianos, peque?os o incipientes, como los representantes de Andaluc¨ªa- se han reunido con personalidades del Ministerio de Cultura, del Instituto Nacional del Libro y, bajo la presidencia del director general del Libro y Bibliotecas, Jaime Salinas, han discutido a fondo sus problemas y, lo que es m¨¢s importante, han llegado a s¨®lidas conclusiones.Como dice Jaime Salinas, lo m¨¢s trascendente de estas jornadas -que est¨¢ en el esp¨ªritu de la Administraci¨®n se prolonguen en a?os sucesivos- ha sido que por primera vez, gracias a la iniciativa ministerial, se ha propiciado una uni¨®n y una cohesi¨®n entre los editores espa?oles, quienes, forzosamente, se han presentado con ideas y propuestas muy claras.
M¨¢s de 32 horas de austeras reflexiones a lo largo de casi tres d¨ªas -en la fortaleza donde la reina do?a Blanca vivi¨® prisionera antes de que su marido, Pedro el Cruel, hiciera que la liquidaran a flechazos- han dado como resultado propuestas tan apasionantes como las que siguen: ayuda a la creaci¨®n intelectual y editorial; potenciaci¨®n y coordinaci¨®n del sistema bibliotecario; medidas para el fomento de los h¨¢bitos de lectura; especial apoyo a la renovaci¨®n tecnol¨®gica; consideraci¨®n especial a la introducci¨®n de los elementos necesarios que permitan peque?as tiradas en los libros o g¨¦neros minoritarios que as¨ª lo requieren.
Tambi¨¦n figura en las conclusiones una propuesta de liberalizaci¨®n arancelaria de las importaciones de papel editorial para conseguir en Espa?a precios internacionales, dado que solamente el papel editorial supone un 5% de la industria papelera y ese arancel es, en la pr¨¢ctica, un impuesto injusto a la lectura; ayuda a las ediciones de especial inter¨¦s cultural y cient¨ªfico; apoyo a las librer¨ªas y a las redes de distribuci¨®n como eslab¨®n final de la cadena productiva; apoyo a las ferias del libro a trav¨¦s del INLE, y a cuantos medios de promoci¨®n de libro y de la lectura se lleven a cabo desde los medios de comunicaci¨®n social.
Un aspecto no menos importante se refiere a las medidas urgentes a tomar para enfrentar la grave crisis financiera provocada por la situaci¨®n econ¨®mica latinoamericana, especialmente en lo que se refiere a M¨¦xico. Se trata de crear mecanis nos para la concesi¨®n de cr¨¦ditos puente y mantenimiento de los apoyos fiscales a la exportaci¨®n, as¨ª como de canales financieros y t¨¦cnicos que sigan haciendo posible la presencia cultural de Espa?a en Latinoam¨¦rica, sobre todo a trav¨¦s de la creaci¨®n de un fondo de acci¨®n cultural.
Creatividad y financiaci¨®n
No hace falta ser un entendido en la materia para saber que las conclusiones obtenidas a lo largo de estas primeras jornadas consiguen mezclar inteligentemente el aspecto creativo con el financiero. El libro es, en Espa?a, la cuarta materia manufacturada en el ranking de exportaci¨®n. Tampoco hay duda de que aumenta cada d¨ªa el n¨²mero de lectores potenciales, aunque, parad¨®jicamente, disminuya su poder adquisitivo. Es ¨¦ste un aspecto que tanto el ministerio como los editores tienen muy en cuenta. Sin embargo, hay que se?alar que las resoluciones a nivel econ¨®mico van a competir a otras instancias ministeriales, ante las cuales el departamenteo de Javier Solana s¨®lo -y nada menos- va a ejercer el papel de grupo de presi¨®n.Est¨¢n, por otra parte, las ayudas a la creatividad, que no van a consistir ya tan s¨®lo en incentivos tipo becas, sino tambi¨¦n en cr¨¦ditos a largo plazo, cuya devoluci¨®n estar¨¢ condicionada a la previa amortizaci¨®n, incluso a la obtenci¨®n de holgados beneficios, tanto por parte del autor como del editor.
La idea es que la cultura, a la manera renacentista -y sin despreciar las individualidades, antes al contrario-, surge, sobre todo, de la interrelaci¨®n entre la colectividad. De editores, gentes ministeriales y, por supuesto, creadores.
Por otro lado, est¨¢ la promoci¨®n de bibliotecas, para cuya puntual y rigurosa puesta en marcha se precisar¨ªan alrededor de 22.000 millones de pesetas, simplemente de entrada.
Como declara uno de los participantes en las jornadas, ¨¦stas han servido, sobre todo, para demostrar que ¨¦ste es, para el libro y para la cultura, un momento de crisis, pero tambi¨¦n de oportunidad.
De una oportunidad hist¨®rica, en la que los editores y la Administraci¨®n se comprometen no s¨®lo al relanzamiento del sector, sino, fundamentalmente, a la revitalizaci¨®n de la cultura en nuestro pa¨ªs; en definitiva, al cambio desde su base.
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