Tratar con Nicaragua
?Qu¨¦ negociaci¨®n razonable podr¨ªa promover la estabilidad, e incluso la paz, en Centroam¨¦rica? He aqu¨ª una idea: consiga que dejen de molestar los perros de la guerra, insista en la total ausencia de intervenci¨®n militar en las fronteras, proh¨ªba las remesas de armas ofensivas a todos los gobiernos de la regi¨®n, mande a casa a todos los consejeros militares extranjeros, recompense el respeto de los derechos humanos y las elecciones democr¨¢ticas, y estimule una aut¨¦ntica reconciliaci¨®n de todos.Se le puede perdonar si no se percata de que ¨¦ste es precisamente el plan que la Administraci¨®n Reagan dice que preconiza. Es el programa que propusieron los Estados democr¨¢ticos de Centroam¨¦rica en una reuni¨®n celebrada en Costa Rica el ¨²ltimo mes de octubre. Y en sus aspectos cruciales coincide con las propuestas que acaban de ofrecer Nicaragua y el grupo mediador de Contadora, constituido por M¨¦xico, Venezuela, Colombia y Panam¨¢. ( ... )
La mayor torpeza es la intervenci¨®n militar. Al presidente Reagan le ha resultado dif¨ªcil demostrar que Nicaragua haya desempe?ado alg¨²n papel significativo en El Salvador. Sin embargo, el apoyo estadounidense a los rebeldes de Nicaragua es flagrante. El presidente justifica el apoyo a los contras comparando a los sandinistas con los reg¨ªmenes comunistas europeos, que se mantienen en el poder gracias a los tanques sovi¨¦ticos. Si este fuera el caso, deber¨ªa acoger con satisfacci¨®n la oferta nicarag¨¹ense de retirar sus consejeros cubanos simult¨¢neamente a los dem¨¢s consejeros extranjeros de la regi¨®n.
Hostilidades que ya duran a?os no van a desvanecerse por maniobras sem¨¢nticas de pocos d¨ªas. Indudablemente har¨ªa falta mucha argucia para que semejante pacto diplom¨¢tico se sostuviera, pero hay ahora algunas ideas prometedoras que aliados y adversarios han puesto sobre la mesa.
Estas ideas requieren algo m¨¢s matizado que la observaci¨®n de Reagan de que es dif¨ªcil tratar con los sandinistas porque est¨¢n siendo subvertidos o dirigidos por fuerzas externas. Comprobar generosamente la sinceridad de la apertura nicarag¨¹ense costar¨ªa poco ( ... ).
23-24 de julio
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