As¨ª va la fiesta

El sirimiri, esa llovizna suave y pertinaz, se levanta cada ma?ana de manera amenazante y desluce la perspectiva de las fiestas, aunque no ablanda los ¨¢nimos de las gentes. Ah¨ª est¨¢n, al romper la ma?ana, los primeros decididos que se prestan al juego del sokamuturra (toro ensogado), que diariamente se corre en El Arenal y en la plaza de toros.Llevamos cuatro corridas de feria, una de rejones, en la que destac¨® la t¨¦cnica y el temple de Vidri¨¦ y alg¨²n quiebro de Moura; Domecq no fue tan violento como otras veces y Buend¨ªa es torpe y basto, se dej¨® cornear un caballo por su culpa al exponerlo en unos terrenos imposibles. Se lidiaron toros de Manuel S¨¢nchez Cobaleda, mansurrones.

El segundo d¨ªa se esperaba a Ojeda con expectaci¨®n. No fue para tanto, es poco ¨¢gil con el capote y con la muleta se los mete en la caera, pero a partir de la pala del pit¨®n y con una muleta as¨ª de gran cortas o se asusta si el toro no tiene el recorrido claro y franco que ¨¦l necesita, como ocurri¨® con su segundo. El Yiyo, por contra, imprime m¨¢s verdad y engancha a los toros desde el inicio de su arrancada. Tom¨¢s Campuzano estuvo gris, corno el tiempo, ante unos toros de Ben¨ªtez Cubero flojos y descastados.

El martes, dentro de la oscuridad del d¨ªa, brill¨® la luz torera de un maestro que se va: Manolo V¨¢zquez. Cort¨® la primera oreja de la feria y se llev¨® un pu?ado de arena en la montera y pienso que un recuerdo hondo en el alma de este p¨²blico de Bilbao, cari?oso y agradecido con su persona y con su toreo. Paquirri vagabunde¨® de una forma descarada, y Jos¨¦ Antonio Campuzano estuvo digno con su primero y desconfiado con el ¨²ltimo, listo y gazap¨®n. Para terminar, decir que el presidente mantiene una rigidez necesaria y positiva y que el p¨²blico -es muy bueno... buen¨ªsimo.