En medio de un gran desconcierto, los habitantes de Bilbao se esforzaban ayer por conseguir agua potable y alimentos
En Bilbao y su provincia, la tragedia an¨®nima, estad¨ªstica, di¨® paso ayer, al retirarse las aguas, a los miles de dramas humanos concretos que subyacen bajo las cifras. A las cinco de la tarde de ayer, se facilit¨® una lista oficial de 23 fallecidos identificados. Dero.casi simult¨¢neamente, un oyente comunicaba a una emisora local que en el barrio bilba¨ªno de El Pe?ascal acababa de ver con sus propios ojos a otras tres personas muertas que los vecinos trataban de extraer de entre los escombros de una casa y del interior de un autom¨®vil totalmente sepultado por el barro.
A esa hora eran todav¨ªa muy escasas las noticias que se ten¨ªa de localidades como Bermeo, Baquio, Ondarroa, Guernica, Mundaca y otros pueblos costeros, de los que solo se sab¨ªa. que hab¨ªan sufrido con particular intensidad los efectos de la riada. Un vecino de Bermeo que se hab¨ªa trasladado a Bilbao a pie, por el monte, fue el primero en llevar a la capital vizca¨ªna noticias concretas de esa localidad marinera. No se hab¨ªa registrado fallecimientos, pero las aguas hab¨ªan alcanzado alturas de hasta cuatro metros en algunos edificios y todas las calles del pueblo estaban cubiertas por toneladas de pescado, procedente de las f¨¢bricas de conservas anegadas, que se estaban pudriendo sobre el barro que cubr¨ªa todas las calles. Se solicitaban vacunas, escavadoras y grandes cantidades de cal viva ante la amenaza de infecciones.Similar situaci¨®n se viv¨ªa en el casco viejo bilba¨ªno. Los alimentos del mercado de La Ribera, arrastrados por la corriente, se pudr¨ªan en la calle y se hab¨ªan dado ¨®rdenes severas de que se impidiera a la gente aprovisionarse con tales alimentos, pues hab¨ªa peligro de infecci¨®n.
A las 14.00 horas, el aspecto del casco viejo, espacio festivo apenas 48 horas atr¨¢s, era desolador. Las huellas dejadas por el agua en las fachadas de las casas testimoniaban que la riada hab¨ªa superado la altura de los primeros pisos de los edificios de la calle Ribera, la m¨¢s pr¨®xima a la r¨ªa del Nervi¨®n. Lo que hab¨ªan sido casetas de las comparsas eran solo un mont¨®n de hierros retorcidos, trozos de lona y toneladas de barro.
Brigadas de vecinos, sin m¨¢s herramientas que escobones y otros utensilios caseros, se empe?aban en empujar los restos de agua estancada y barro hacia los desag¨¹es abiertos en las encrucijadas de las calles.
La desproporci¨®n entre los esfuerzos desplegados y los resultados obtenidos era manifiesta. En Barrencalle-Barrena, una de las siete calles, sendas monta?as de escombros, cimentados por toneladas de barro y que llegaban hasta la altura del primer piso de las casas, imped¨ªan el acceso, a la calle por ambos extremos de la misma. Comerciantes de la zona, muy nerviosos, se acercaban a los informadores que hab¨ªan logrado acceder al lugar para quejarse airadamente de la falta de medios materiales, palas mec¨¢nicas en particular, necesarios para despejar la zona de forma que pudieran, al menos, acercarse a sus negocios: "Mucho coordinar, pero aqu¨ª no viene nadie. Hace un rato ha aparecido una escavadora, ha estado un cuarto de hora y se ha marchado. Nos est¨¢n tomando el pelo" .
Desde primera hora de la ma?ana, numerosas familias se amontonaban ante la sede del Gobierno Civil pidiendo ayuda. Hab¨ªa all¨ª comerciantes que ped¨ªan la presencia de polic¨ªa ante sus establecimientos para evitar que la gente se llevase los productos a la venta, pero hab¨ªa sobre todo padres y madres con ni?os en los brazos pidiendo a cualquier persona que llevase un brazalete de identificaci¨®n un poco de agua para preparar el biber¨®n de sus hijos.
Los esfuerzos de los equipos de socorro se centraban ayer en restablecer las comunicaciones con las zonas de la provincia que hab¨ªan quedado aisladas. Grupos dotados con veh¨ªculos todo terreno hab¨ªan salido de madrugada para abrir v¨ªas por las que poder transportar posteriormente los equipos de ayuda necesarios. Viajeros llegados a Bilbao durante la noche del s¨¢bado al domingo, en ocasiones tras haber permanecido hasta 49 horas bloqueadas en el alto de Altube, informaron que a su paso por localidades como Miravalles y Arrigorriaga, se hab¨ªan encontrado con centenares de personas que, atravesando las huertas, le dirig¨ªan a la autopista para solicitar de los automovilistas agua y alimento.
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