A diestro y siniestro
Hay un d¨²o de palabras que siempre me ha parecido revelador, no por lo que designa en s¨ª mismo sino m¨¢s bien por los significados que ciertos f¨®rjadores de acepciones le han acoplado a trav¨¦s del tiempo. Me refiero a la oposici¨®n derecha-izquierda, pero sobre todo como expresi¨®n verbal de una contradicci¨®n pol¨ªtica.Se afirma que ambos t¨¦rminos fueron por primera vez usados con un sentido pol¨ªtico durante la Revoluci¨®n Francesa, pero en ese entonces s¨®lo designaban la ubicaci¨®n (a la derecha o a la izquierda del presidente) de los distintos grupos pol¨ªticos en la Asamblea Constituyente. Luego, como los de la derecha defendieron un poder fuerte, y los de la izquierda se opon¨ªan, las dos palabras sirvieron para etiquetar las distintas posiciones ideol¨®gicas. Y as¨ª continu¨® la historia. Izquierdas y derechas han sobrevivido y se han disputado el favor de los pueblos, pero curiosamente los astutos forjadores de acepciones han ido rescatando del pasado viejos signos e inventando otros, a fin de prestigiar la palabra derecha y desacreditar la palabra izquierda.
MARIO BENEDETTI
ENVIADO ESPECIAL
Basta abrir cualquier diccionario para hallar una verdadera org¨ªa de virtudes junto a la palabra derechola: recto, discreto, erguido, no encogido, cierto, verdadero, equitativo, razonable, juicioso, sano, honesto, sensato, etc¨¦tera, pero derecho es siri¨®nimo de diestro, y ¨¦ste (adem¨¢s de matador de toros, s¨ªmbolo del coraje y la habilidad) es, asimismo, inteligente, ¨¢gil, experto, sagaz, listo, prevenido, despabilado, ducho, avisado, suelto, virtuoso, afortunado, justo, sincero.
El vocablo izquierdo convoca menos ideas afines, aunque ninguna particularmente lozana: zurdo, zocato, torcido. Hay una, sin embargo, que lo resume todo: siniestro. Y ¨¦sta s¨ª que convoca equivalentes: aciago, funesto, infeliz, avieso, tr¨¢gico, l¨²gubre, espantoso, espeluznante, espantable, perverso, desgraciado, malintencionado, maligno. Y, por si fuera poco, est¨¢ el lote correspondiente al sustantivo siniestro, o sea: incendio, naufragio, hundimiento, desgracia, desastre, hecatombe, ruina, azote, plaga, aver¨ªa, resabios, vicios.
Desde ni?os nos ense?aron que cumplir algo "a derechas" era hacerlo estupendamente: que "ceder a la derecha" era una inequ¨ªvoca se?al de respeto; que convertirse en el brazo o la mano o el ojo derechos de alguien notorio o poderoso era un signo de eficacia e influencia; que entrar en un sitio o en una situaci¨®n "con el pie derecho" era asegurar el ¨¦xito; que el militar "de la derecha" era siempre el superior, y, por si nos quedaban algunas dudas, que el mism¨ªsimo Jes¨²s estaba "sentado a la diestra de Dios padre".
De paso, tambi¨¦n aprendimos que hab¨ªa malhechores "con intenciones siniestras"; que la mano izquierda era "la m¨¢s torpe,, y quien insist¨ªa en usarla prioritariamente deb¨ªa ser curado de esa "enfermedad", aunque en buena parte de los casos reemplazara la zurdera por la tartamudez; que una "jornada siniestra" era por ejemplo cuando se nos venc¨ªa una letra y no ten¨ªamos ni cinco; que quien carec¨ªa en su cuenta bancaria de ceros a la derecha pod¨ªa convertirse en un "cero a la izquierda". Por otra parte, en ediciones recientes, alg¨²n diccionario incluye un nuevo hallazgo: izquierdear, obrar insensatamente. Toda una campana sem¨¢ntica contra la izquierda.
Cambiar el signo
Se supone que siniestro deriva del lat¨ªn vulgar, sinexter, alteraci¨®n de sinister, por influencia de dexter, o sea que aun etimol¨®gicamente lo siniestro est¨¢ supeditado a lo diestro. La acepci¨®n funesta de lo siniestro viene al parecer de la antig¨¹edad y se explica por el significado atribuido al hecho de volar aves por la izquierda. De origen germ¨¢nico son, en cambio, el bracio godo y el bracio ledro, usados en castellano s¨®lo por los pesadamente eruditos, pero sin prioridad para la diestra o para la siniestra.
Las fuerzas de la naturaleza son despu¨¦s de todo las m¨¢s independientes y por ello la histor¨ªa de los naufragios se?ala que las grandes borrascas no tienen especial preferencia por babor o por estribor, ya que todo depende del voluble talante de Poseid¨®n.
Tal vez haya llegado el momento de restablecer la verdad. Si la dejan tranquila, la sem¨¢ntica pol¨ªtica fija sus propios rumbos. Si hoy nos fij¨¢ramos hacia d¨®nde vuelan las aves, ver¨ªamos que las palomas vuelan hacia la izquierda y son de buen presagio, y en cambio los halcones vuelan hacia la derecha y Dios no ampare.
Cuando las tradiciones verbales pasan por la pol¨ªtica, algunas cosas van quedando en claro. Los latinos ten¨ªan dos adjetivos: dextrorsum (para designar lo que va de izquierda a derecha) y sinistrorsum (para nombrar lo que va de derecha a izquierda). Es obvio que, por ejemplo, hubo en la Espa?a de transici¨®n, y habr¨¢ seguramente en las etapas poscacerolas del Cono Sur, bastante m¨¢s sinistrorsos que dextrorsos. Ah, pero en el ancho mundo tambi¨¦n hay pal¨ªndromos o capic¨²as, es decir, esas palabras (oro, radar, somos) o frases o se?ores, que admiten indistintamente una lectura de derecha a izquierda o viceversa. Algo as¨ª como avenidas de doble circulaci¨®n. ?Recuerda el lector aquello de "D¨¢bale arroz a la zorra el abad"? Bueno, eso era y es un pal¨ªndromo, pero hasta la fecha no se ha aclarado si el abad era ecologista. si la vulpe era vegetariana, o si el arroz era simplemente un subterfugio para ocultar otros intercambios. El general Pinochet, en cambio, jam¨¢s ser¨¢ pal¨ªndromo, ni siquiera dextrorsum. Naci¨® mirando a la derecha.y le vino tort¨ªcolis: un irrecuperable. Por otra parte, en los medios rurales, cuando los carreteros quieren que la caballer¨ªa tuerza a la izquierda, gritan: "?Ri¨¢!". En los medios urbanos, en cambio, cuando los pol¨ªticos quieren que la ciudadan¨ªa tuerza a la derecha, gritan: "iOtan!".
Hay que tomar medidas sem¨¢ntico-pol¨ªticas. Porque de lo contrario, ?c¨®mo sonar¨ªa que en las cr¨®nicas de cualquier C¨¢mara o Congreso, en lugar de referirse a una izquierda parlamentaria, se hablara.de una siniestra parlamentaria? ?O que a alg¨²n partido de centro-izquierda se lo llamara de centro- siniestra? ?O que a la acci¨®n de la ultraderecha se la calificara de ultradestreza? (destreza: cualidad de diestro).
Hay que cambiar de signo. Por lo pronto, introducir la conjetura de que Cristo est¨¢ sentado a la izquierda y no a la diestra de Dios padre. ?Fundamentos? Creo que bastar¨ªa con la tesis del camello, el rico, el ojo de la aguja y el reino de los cielos. Otra sugerencia: en medio de tanta hipocres¨ªa en el tema de los derechos humanos, ?no ser¨ªa hora de que inici¨¢ramos una campa?a internacional por los izquierdos humanos?
Vivimos y morimos a diestro y siniestro. Esa mano de nieve que esperaba Bergam¨ªn y que al final lleg¨®, porque tarde o temprano siempre acude a la cita, ,ser¨¢ diestra o siniestra? Lo ¨²nico que sabemos es que, al menos mientras dure la explosi¨®n demogr¨¢fiea, est¨¢ prohibida la resurrecci¨®n, y, por tanto, la muerte no ser¨¢ capic¨²a.
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