Los problemas presupuestarios y de organizaci¨®n hacen reconsiderar a Luis Gasca su continuidad como director del certamen
Se estima que esta edici¨®n es decisiva para la supervivencia del festival
El Festival de Cine de San Sebasti¨¢n parece estar a punto de hundirse, y todo el mundo parece ponerse a buen recaudo al grito de s¨¢lvese quien pueda. Luis Gasca, cuyo compromiso verbal para mantenerse en la direcci¨®n del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n finaliza estos d¨ªas, ha anunciado a este peri¨®dico su intenci¨®n de no renovar ese compromiso verbal que le liga al certamen, porque "quiero dedicarme a lo m¨ªo, que es escribir y disfrutar de mi familia". Posteriormente el alcalde de San Sebasti¨¢n, Ram¨®n Labayen, se reuni¨® con Gasca, en lo que fue un intento de evitar que esa fuera una decisi¨®n m¨¢s dr¨¢stica. El alcalde convoc¨® anoche a la Prensa para informar que el s¨¢bado se dar¨¢ por cancelado el compromiso de Gasca, y luego se considerar¨¢ si sigue o no.Sin embargo, los problemas de fondo subsisten. Pilar Olascoaga, secretaria general, 23 a?os en el festival, mujer de hierro y jefa de presupuestos y personal, dice que "el certamen es mi chulo y estoy dispuesta a defenderlo contra quien sea", repitiendo una frase que la ha hecho famosa y que hoy cobra todo su sentido.
El PNV, que contribuye con la mayor¨ªa de las subvenciones, es decir, que tiene el poder dentro del festival, carecer¨ªa de repuestos para sustituir a Gasca. Entre tanto, la Direcci¨®n General de Cine, que ha hecho lo imposible para que la Federaci¨®n Internacional de Asociaciones de Productores Cinematogr¨¢ficos (FIAPC) devuelva a San Sebasti¨¢n la categor¨ªa perdida hace unos a?os, contempla con expectaci¨®n el desarrollo de los acontecimientos, pero carece de atribuciones para impedir el desastre.
De los 80 millones que cuesta el festival, 20 los pone el Gobierno vasco, 20 m¨¢s el Ayuntamiento de Donostia, de cuatro a cinco la Diputaci¨®n, 12 el Ministerio de Cultura y el resto procede de la recaudaci¨®n de taquilla. Adem¨¢s, el ayuntamiento, con mayor¨ªa peneuvista, absorbe durante tres a?os ocho millones de pesetas, hasta nivelar el d¨¦ficit de 25 millones que sufre el festival. Esto quiere decir que la manifestaci¨®n cinematogr¨¢fica donostiarra se encuentra bajo el control del Partido Nacionalista Vasco. Fue precisamente el PNV el que puso, hace tres a?os, a Luis Gasca, escritor y especialista en comics y ciencia-ficci¨®n, al frente de la barca, un tanto vacilante, del certamen.
Sin car¨¢cter internacional
Despose¨ªdo de su Categor¨ªa internacional, el festival cuenta con graves dificultades para recuperarla: para ser aceptado por la FIAPC antes deben estar representados en esta federaci¨®n los productores espa?oles, cosa que no ha sucedido hasta hace muy poco; ¨¦stos, a su vez, deben pagar a la FIAPC cuotas atrasadas por importe de cinco millones de pesetas, y, por ¨²ltimo, las fechas en que se celebra el festival son las menos adecuadas para darle car¨¢cter de competici¨®n, ya que se encuentra situado inmediatamente despu¨¦s del de Venecia y antes del de Montreal, pr¨¢cticamente sin pel¨ªculas in¨¦ditas que echarse a la pantalla.
La directora general de cine, Pilar Mir¨®, en recientes reuniones mantenidas con la FIAPC y con los productores, ha conseguido que ¨¦stos vuelvan a tener un representante en la federaci¨®n, cargo que ha reca¨ªdo en Carlos Dur¨¢n o, en su ausencia, en Luis Megino. Tambi¨¦n se le ha prometido una cierta elasticidad para el cobro de la deuda, y, muy posiblemente, que al Festival de San Sebasti¨¢n recuperar¨ªa su clasificaci¨®n perdida. Sin embargo, este ¨²ltimo punto est¨¢ condicionado al ¨¦xito y la repercusi¨®n internacional que el certamen tenga durante esta ¨²ltima edici¨®n. Condici¨®n tambi¨¦n sine qua non para que el nilinisterio le conceda pr¨®ximamente una subvenci¨®n de 20 millones,, incluida en los Presupuestos Generales del 84, todav¨ªa sin aprobar.
De aqu¨ª se deduce la importancia de que el Festival de San Sebasti¨¢n de este a?o sea o no un fracaso. No obstante, todo parece se?alar que el festival va a la deriva, y podr¨ªa decirse que ello se debe m¨¢s a las luchas intestinas que se producen en su seno que a las condiciones objetivas, realmente dif¨ªciles, por otra parte.
Si Luis Gasca ha sido el hombre ideal al que se ha recurrido en los momentos de apuro, tambi¨¦n es cierto que su presencia puede resultar inc¨®moda en estos tiempos de austeridad que no s¨®lo el certamen, sino tambi¨¦n el Pa¨ªs Vasco, viven. Nutrido de contactos internacionales, haciendo las cosas a su manera, sin un suficiente comit¨¦ de selecci¨®n en que delegar, y con diversos intereses personales, la presencia de Luis Gasca al frente del certamen ten¨ªa, por fuerza, que despertar suspicacias. Justo es decir, pese a todo, que a sus ideas m¨¢s o menos locas se debe tambi¨¦n lo que este festival tiene m¨¢s de fantas¨ªa, de riesgo y de fiesta.
A su lado, Pilar Olascoaga. Una mujer que lo ha dado todo al festival desde hace 23 a?os, que tuvo su momento culminante a la sombra de Miguel de Echarri, y que se ha convertido poco a poco en la verdadera fuerza del certamen.
Nadie duda de que Pilar Olascoaga no quiere el poder, por lo menos en el sentido en que lo mantiene Luis Gasca. Pero quiere que su festival salga adelante tal como ella cree que debe ser. Pol¨ªticamente, Pilar Olascoaga ha estado siempre al lado del poder dominante, aunque las simpat¨ªas m¨¢s claras que se le conocen la han vinculado a la UCD de Su¨¢rez, sobre todo a trav¨¦s de la familia Oreja. Nadie duda tampoco, sin embargo, de que Olascoaga pactar¨ªa con quien fuera con tal de sacar adelante el certamen.
Hay un poder peque?o, visto desde fuera, que es un poder muy grande visto desde dentro del festival: tener toda la informaci¨®n, dominar todos los resortes. Eso, Luis Gasca -equivocado o no- nunca lo ha tenido.
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