Reagan en Manila
Las campanas de Manila no doblan ya por Benigno Aquino, el l¨ªder de la oposici¨®n filipina asesinado a traici¨®n hace ahora un mes. Hoy s¨®lo doblan por la err¨¢tica y orgullosa dictadura de Marcos.( ... )Marcos puede a¨²n asirse al poder con los medios ya familiares a cualquier dictadura en apuros: las porras y los gases lacrim¨®genos, amenazas y bravatas. Pero la poca autoridad. moral o legitimidad que a¨²n le restaran han desaparecido con la a¨²n no explicada muerte de su rival pol¨ªtico.
Las revueltas que se han producido en Filipinas plantean, adem¨¢s, una cuesti¨®n al presidente Reagan: ?por qu¨¦ mantener Manila en el itinerario del viaje que va a realizar el pr¨®ximo mes de noviembre? Cuanto antes cancele esa visita, mejor. ( ... )
Ciertamente, la base a¨¦rea de Clark y la base naval de la bah¨ªa de Subic son de importancia para los intereses norteamericanos. Pero la visita de Reagan a Manita no supondr¨ªa m¨¢s que una asociaci¨®n innecesaria entre la presencia militar norteamericana y una dictadura que agoniza. ( ... )
Marcos sostiene que el vergonzoso asesinato de Aquino fue organizado por los comunistas; pero tambi¨¦n hab¨ªa acusado, con anterioridad, a Aquino de ser comunista.( ... )
En cualquier caso, no son los comunistas los inspiradores de las protestas que se han producido contra el r¨¦gimen filipino. Se trata, ni m¨¢s ni menos, que de la repulsa ante un asesinato propio de g¨¢nsteres, que anula la credibilidad de todo lo relacionado con Marco y su r¨¦gimen, que se mantiene en el poder sin someterse a ninguna ley. ( ... )
25 de septiembre
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