El componente l¨²dico

Este ballet se present¨® hace alg¨²n tiempo en Madrid; al ser conocido de todos su l¨ªnea y danza y forma de trabajo, paso a comentar directamente el programa.Muy interesantes las dos coreograf¨ªas de Gilberto Ruiz Lang; en Muda imatge de la mort (1982) se consiguen momentos muy expresivos y sugerentes que, sin embargo, se pierden por la reiteraci¨®n en secuencias progresivas de un mismo movimiento; en Passacaglia (1980), el core¨®grafo no olvida -y hace bien- el componente l¨²dico de la danza.

Ha conseguido un ballet en el que m¨²sica, vestuario y t¨¦cnica forman una unidad. Buena la interpretaci¨®n de este ballet. Sus bailarines han sabido dar la agilidad y frescura que requer¨ªa esta coreograf¨ªa, consiguiendo as¨ª gozar ellos y el p¨²blico. Gracias.

Fanon (1983), de David Vaughn. Cuando un individuo quiere contar algo a trav¨¦s del movimiento debe saber que el movimiento expresivo inacabado, como trazo al espacio, no llega nunca a deleitar y que pocas veces alcanza el fin pretendido; que la t¨¦cnica no es el ¨²nico medio para danzar, pero, si se hace como parte esencial, obliga a una perfecci¨®n de la misma.

Valeri, cor de lle¨® (1982), de Cesc Gelabert, abusa de l¨ªneas din¨¢micas buscando efectos y expresiones de forma. Conviene recordar que estas ¨²ltimas emanan, por lo general, de estados an¨ªmicos.

Armon¨ªa en el espacio

Es muy dif¨ªcil conseguir armon¨ªa en el espacio si se construye s¨®lo con l¨ªneas una coreograf¨ªa tem¨¢tica, y casi imposible interesar al espectador de la danza cuando estas l¨ªneas no son bien interpretadas. Una t¨¦cnica inadecuada deja de provocar en el espectador. Toda danza conlleva su propia t¨¦cnica: Graham, Lim¨®n, Wigman... Est¨¢ claro que un movimiento modificado, redondo, consciente, sacado de su contexto cl¨¢sico, no sirve como medio de expresi¨®n a otra forma de danza.Esto mismo ocurre en Evidencia (1983), tambi¨¦n de Vaughn, donde, aunque var¨ªan tema, m¨²sica, vestuario, etc¨¦tera, se utiliza un mismo movimiento.

Afortunadamente, los recursos teatrales introducidos en esta coreograf¨ªa del Ballet Contemporani de Barcelona est¨¢n interpretados con tanta gracia y naturalidad que oscurecen los pasitos de danza metidos aqu¨ª y all¨¢, sin que se vea muy claro por qu¨¦, cu¨¢ndo y d¨®nde. Contribuye mucho a ello la buena actuaci¨®n de Toni Mart¨ªnez, que se mete al espectador en el bolsillo y acapara la atenci¨®n del p¨²blico que acude al Centro Cultural de la Villa de Madrid.