El centro
Primero me lo anunci¨¦ Antonio Garrigues-Walker en la muestra pict¨®rica del Bancobao: "Que foy a firmar con Roca". Est¨¢bamos entre Sorollas y Beruetes. Lo que han firmado es un pacto de Centro, una cosa vagamente reformista y liberal. Cuando la derecha no se atreve a decir su nombre, a m¨ª la derecha me pone espanto en el epigastrio. Ser centristas, reformistas y liberales son tres maneras de no ser nada. La nada es muy rica en variantes. S¨®lo que ha habido un homenaje a Neruda en Aluche, con Aurora Bautista, Margallo, Esperanza Alonso, Enriqueta Carballeira, Jos¨¦ Sacrist¨¢n, Pellicena, Nuria Espert, Victoria Vera y m¨¢s personal. Neruda lo dej¨® dicho: "Ven con cien hombres en tu cabellera, / ven con mil hombres entre tu pecho y tus pies, 1 ven como un r¨ªo lleno de ahogados". Y el caso es que viene. La mujer/ met¨¢fora de Neruda tiene, naturalmente, una lectura hist¨®rica: "Solos sobre la tierra para comenzar la vida". Eso es. Garrigues / Roca, solos sobre la tierra quemada de la derecha, van a comenzar la vida. Pero ya sabemos de qu¨¦ vida se trata. Un reformismo que reforma a los lumpen, que siempre salen torcidos, y un liberalismo del dinero que s¨®lo es liberalismo, claro, para los que tienen dinero. Una cosa mala. Anoche fui al Olimpia con Soledad, a ver a Els Comediants. La primera parte fue una ordal¨ªa mediterr¨¢nea de petardos, dragones, mu?econas, fuegos, candiles, disfraces, antorchas y participaci¨®n. Como le dije a una chica de la radio, desde el Orlando de Ronconi yo no ve¨ªa tal nivel de participaci¨®n en el distante / reticente p¨²blico madrile?o.La segunda parte fue una verbena hortera de barrio napolitano, donde hasta se cant¨® Toma a Sorrento. Bueno, pues lo mismo pasa con el paleocapitalismo: que empiezan con mucha marcha reformista / liberal, y en seguida se quedan en la contabilidad mezquina y fraudulenta del abuelo. La peripecia del nuevo Centro, encima, no cuenta con Su¨¢rez -o Su¨¢rez no cuenta con ellos-, pues que el Duque anda en m¨¢s altos ducados de ambici¨®n o indiferencia. Fraga se va quedando en el ninot gigant¨®n de esta derecha nionetarista que, por desgracia, no encuentra una ortograf¨ªa pol¨ªtica para expresarse. Los analistas dicen que a Felipe Gonz¨¢lez puede inquietarle la reconstituci¨®n del Centro pol¨ªtico, pero a nadie, ni aun siendo presidente, le inquieta lo que no existe. Este Centro no es sino el nuevo domin¨® que se viste la derecha/ Pierrot, que s¨®lo puede ofrecer un cierto entendimiento con Reagan. Pero de ese entendimiento ya se ha cuidado el propio presidente Gonz¨¢lez, al nivel que sea y con m¨¢s credibilidad que nuestros neocentristas. Se le reprocha mucho al PSOE su debilidad por la izquierda, pero no se valoran suficientemente sus movidas por la derecha, que no son s¨®lo, ni mucho menos, claro, entreguismo y chachach¨¢, sino la manera de anticiparse a toda posible maniobra de la derecha invertebrada, que ahora dicen que anda mucha. En Catalunya, un suponer, el nacionalismo de Pujol es un nacionalismo de derechas, y as¨ª le va, o un Centro imitado de Madrid, que no centra nada. Los partidos centrista / reformistas que van a nacer, existen ya, impl¨ªcitamente, dentro del Gobierno. Los m¨¢s inquietantes del PSOE, para cierta derecha, no es lo que el PSOE tiene, obviamente, de izquierda, sino lo que tiene de derecha. Giscard le robaba las iniciativas a Mitterrand para ponerlas en pr¨¢ctica desde el Poder, y as¨ª dur¨® catorce a?os. Ahora puede estar pasando lo mismo, pero a la viceversa, en Espa?a. Que el psocialismo se anticipa a las iniciativas de la derecha, con lo cual la anula. Dice Camacho: "No es que nos hayamos endurecido, sino que el Gobierno se ha reblandecido". Gracias a ese reblandecimiento, las mil derechas no saben c¨®mo hac¨¦rselo y vivaquean en sus taifas, campamentos y pubs. El Centro es un quede.
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