Primeras bajas de la semana
Varios especialistas vieron al fin colmadas sus apetencias; la Bolsa baj¨®, y baj¨® porque los bancos contin¨²an mostrando un preocupante estatismo, porque las mejoras de las el¨¦ctricas, fueron bastante menos impetuosas que en las jornadas precedentes y porque las realizaciones de beneficios terminaron por hacer mella en los valores estrella de los grupos industriales. Este conjunto de circunstancias, junto a la p¨¦rdida de medio punto en la acci¨®n de Telef¨®nica, y la acostumbrada acentuaci¨®n de ventas de los jueves, constituidos en jornadas de liquidaci¨®n de las operaciones semanales, terminaron por generar la tendencia a la baja que los ortodoxos del mercado hab¨ªan venido apuntando.No es que los especialistas deseasen un nuevo proceso de p¨¦rdidas. Acostumbran a vivir de sus operaciones burs¨¢tiles, y no tendr¨ªa demasiado sentido que ansiasen entrar en un preceso bajista. Lo que ocurre es que la l¨®gica, si es que se puede hablar de este t¨¦rmino referido a cuestiones burs¨¢tiles, parec¨ªa indicar que se avecinaba una tanda escasamente favorable a las alegr¨ªas.
Sin embargo, al cierre de las reuniones, una demanda selectiva, que se centraba en los valores industriales con capacidad propia de proyecci¨®n y que pagaron las mejoras de d¨ªas anteriores, resurg¨ªa y se pod¨ªan comprobar que algunos tanteos de compra quedaban insatisfechos, especialmente en FASA-Renault.
Con este planteamiento se abr¨ªan nuevos horizontes de esperanza para los incondicionales del optimismo. Estos sectores, adem¨¢s, pueden contar, para solaz particular, con las nuevas posibilidades que apunta la ampliaci¨®n de capital de Telef¨®nica. Por una parte, parece confirmada la firme voluntad del Gobierno de mantener el porcentaje de participaci¨®n p¨²blica en la compa?¨ªa, tanto para este a?o como, para los venideros, a los que afecta el plan cuatrienal.
De esta forma se aleja el fantasma de que debieran ser puestos a la venta los derechos de suscripci¨®n correspondientes a la cartera del Patrimonio del Estado por los casi 5.000 millones de pesetas que no podr¨ªa suscribir por falta de fondos presupuestarios. Adem¨¢s, y seg¨²n un rumor bastante extendido en la ma?ana de ayer, Telef¨®nica cuenta en estos momentos con una cantidad rid¨ªcula de acciones propias en autocartera, por lo que en caso de que se disparase la demanda podr¨ªa contar con algunas dificultades para actuar como reguladora de precios.
Tras el cierre que present¨® ayer la negociaci¨®n de estos derechos de suscripci¨®n, y teniendo en cuenta la condici¨®n de fin (le semana que presentan las reuniones de hoy, parec¨ªa l¨®gico pensar en una nueva rebaja en el precio de estos cupones. No obstante la constataci¨®n de la voluntad gubernamental de mantener el porcentaje de participaci¨®n p¨²blica en el capital de la Telef¨®nica, los rumores sobre el compromiso de mantener su dividejado y la falta de expectativas concretas en las compa?¨ªas el¨¦ctricas, sus m¨¢s inmediatas competidoras en el segmento de inversi¨®n popular al que dirigen sus campa?as, hacen que se puedan producir algunas sorpresas frente a lo esperado.
Las reuniones de hoy, y seg¨²n las impresiones m¨¢s extendidas, pueden desarrollarse dentro de un clima de cierta calma, donde el riesgo de que se produzcan algunos recortes, parece ineludible. No obstante el objetivo de los operadores a corto plazo aparece centrado sobre las reuniones del pr¨®ximo martes, en las que manifiestan tener fundadas esperanzas de recuperaci¨®n.
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