Reagan afirma que Washington debe mantener decididamente su control en Oriente Pr¨®ximo

De "despreciable" y "brutal" calific¨® el presidente Ronald Reagan el atentado contra la base de los infantes de Marina estacionados en L¨ªbano, que constituye el mayor golpe contra fuerzas de Estados Un?dos desde la guerra de Vietnam. Reagan declar¨® que Estados Unidos "debe mostrarse mas decidido que nunca" en mantener el control de Oriente Pr¨®ximo.

Los atentados (calificados de "despreciables" y "brutales" por Ronald Reagan) contra los efectivos norteamericano y franc¨¦s en la fuerza multinacional estacionada en L¨ªbano no tienen de momento responsables claros, aunque las sospechas apuntan hacia Damasco y Teher¨¢n. Un grupo fundltamentalista isl¨¢mico, hasta ahora desconocido, se ha responsabilizado de las dos acciones. El mayor golpe contra el Ej¨¦rcito de ?E UU desde Vietnam ("un Pearl Harbour terrorista, en Oriente Pr¨®ximo", ha dicho Edward Kennedy) ha provocado reacciones de repulsa e indignaci¨®n (incluyendo la del Papa y la del Gobierno espa?ol) y una respuesta inmediata en Washington y Par¨ªs: sus tropas continuar¨¢n en L¨ªbano. Reagan ha llegado a afirmar que, ahora m¨¢s que nunca, su pa¨ªs debe mantener el control en Oriente Pr¨®ximo. La matanza de Beirut se produce cuando las fuerzas pol¨ªticas hbanesas pretend¨ªan dirimir sus diferencias en un congreso de reconciliaci¨®n nacional, previsto para el d¨ªa 31 en Ginebra y que, oficialmente, a¨²n sigue convocado.El impacto pol¨ªtico de la misi¨®n suicida de un un grupo extremista isl¨¢mico -pro iran¨ª seg¨²n las sospechas de Washington-, puede originar una fuerte pol¨¦mica pol¨ªtica en EE UU entre la Administraci¨®n Reagan y la oposici¨®n dem¨®crata, sobre la decisi¨®n de Reagan de mantener la fuerza pacificadora en L¨ªbano.El senador dem¨®crata Edward Kennedy ha calificado la acci¨®n como "un Pearl Harbur terrorista en Oriente Pr¨®ximo". "No hay palabras para calificar ese acto despreciable y brutal", dijo, por su parte, el presidente Reagan, con cara muy sombr¨ªa, de regreso a la Casa Blanca desde la localidad de Augusta, donde interrumpi¨® su fin de semana y convoc¨® inmediatamente en la Casa Blanca una reuni¨®n de urgencia del Consejo Nacional de Seguridad, para tomar las "rnedidas necesarias".

El presidente Reagan expres¨® su pesar a las familias de los marines muertos en Beirut por la "tr¨¢gica p¨¦rdida de las vidas de esos hombres j¨®venes".

Reagan confirm¨® que Estados Unidos continuar¨¢ con firmeza su presencia en L¨ªbano para garantizar la estabilidad del Gobierno de Gemayel.

Las reuniones de urgencia fueron presididas por el propio Reagan, con asistencia del vicepresidente, George Bush; el secretario de Estado, George Shultz (que cancel¨® la gira prevista por varios pa¨ªses latinoamericanos); el secretario de Defensa, Caspar Weinberger; el subdirector de la CIA, John Mahon; el responsable del Consejo Nacional de Seguridad, Robert McFarlane, y el jefe del Alto Estado Mayor, general John Vessey.

"No puedo anticipar cu¨¢les ser¨¢n las decisiones", afirm¨® el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, en medio de un ambiente de crisis. Al t¨¦rmino de la primera reuni¨®n del Consejo de Seguridad s¨®lo se confirm¨® que habr¨ªa otras al m¨¢s alto nivel para tratar el conflicto de L¨ªbano, que suma el mayor n¨²mero de v¨ªctimas militares de EE UU desde la guerra de Vietnam.

Por su parte, el secretario de Defensa, Weinberger, en el curso de una entrevista televisada, indic¨® que "hay muchos indicios de que el atentado puede haber sido provocado por un grupo iran¨ª". Record¨® que, el pasado 18 de abril, fue una organizaci¨®n de dicha nacionalidad la que reivindic¨® la explosi¨®n de un coche lleno de dinamita ante la Embajada de EE UU en L¨ªbano, causando 63 muertos.

El secretario de Defensa se neg¨® a descartar la responsabilidad de la URSS en el atentado al destacar el "enorme papel" y la influencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en la zona.

Weinberger no especific¨® qu¨¦ tipo de medidas tomar¨¢ EE UU, pero no excluy¨® una mayor participaci¨®n de la VI Flota (que ya bombarde¨® posiciones de las guerrillas pro sirias en apoyo del Ej¨¦rcito de L¨ªbano) para garantizar la presencia militar de EE UU en L¨ªbano.

Cr¨ªticas a Reagan

Mientras la Casa Blanca, Pent¨¢gono, Departamento de Estado y la CIA analizan la tensa situaci¨®n surgida en L¨ªbano, en la escena pol¨ªtica norteamericana comienzan las cr¨ªticas por la pol¨ªtica de Reagan en Oriente Pr¨®ximo. Aunque todos los l¨ªderes condenan el atentado, varios congresistas, junto a la mayor¨ªa de aspirantes a la candidatura dem¨®crata para la presidencia en 1984, critican la estrategia de Reagan en L¨ªbano. Renace en. la memoria el recuerdo de Vietnam, y el Congreso podr¨ªa invocar el Acta-de Poderes de Guerra, que da facultad de pedir que el presidente ordene la retirada de los marines en el plazo de 60 d¨ªas.

Hace un mes, Reagan logr¨® un fr¨¢gil compromiso con el Congreso, al lograr una autorizaci¨®n para la permanencia de los marines durante 18 meses en L¨ªbano. Pero, en contrapartida, el Congreso obtuvo la garant¨ªa de que Reagan respetar¨ªa el Acta de Poderes de Guerra (votado en la ¨²ltima etapa de la guerra de Vietnam), que da cierto control al Congreso en materia de env¨ªo y permanencia de tropas norteamericanas en el extranjero. La pr¨®xima llegada a Estados Unidos de m¨¢s de 130 ata¨²des cubiertos con la bandera nacional puede tener un impacto popular que condicione la pol¨ªtica de Reagan en L¨ªbano.