Los ocho vascos acusados del asalto al cuartel de Berga, expulsados del juicio por vitorear a ETA

Ocho de los nueve acusados por el asalto al cuartel militar de Berga fueron expulsados de la sala momentos antes de iniciarse la vista oral porque gritaron vivas a las organizaciones terroristas ETA Militar y ETA Pol¨ªtico-militar. Esos ocho procesados se negaron ayer en L¨¦rida a admitir la legitimidad del consejo de guerra que iba a juzgarles y ante el que hab¨ªan presentado la renuncia sus abogados defensores. El procesado Jordi Puig contest¨® en catal¨¢n a las preguntas que se le formularon. El juicio qued¨® visto para sentencia y el fiscal rebaj¨® sus peticiones de penas para los encartados.

En sus conclusiones, el fiscal rebaj¨® notablemente las penas, fij¨¢ndolas en 40 a?os de c¨¢rcel para Ibarretxe Azpeitia, 65 para Sagarzazo Mutuberria, 90 para Urquijo Muruaga, 51 para Gorritxo Marticorena, 82 para Bandarian Santiago, 82 para Elkoroibe Garitano, 47 para Iza Unamuno, y 95 para Lacasta Egea. En cuanto al catal¨¢n Jordi Puig, la solicitud del fiscal es de 29 a?os de prisi¨®n, 113 a?os menos que la pena solicitada en principio. Se espera que la sentencia definitiva sea conocida hoy mismo.El consejo de guerra se inici¨® a las 5.20 de ayer en el cuartel de Artiller¨ªa de Gardeny, en las afueras de L¨¦rida, en medio de unas extremas medidas de seguridad. En la ciudad no se registr¨® ning¨²n tipo de incidente, salvo cuatro falsas amenazas de bomba.

Tras leer un capit¨¢n un resumen del sumario abierto a ra¨ªz del asalto al cuartel de Berga, fueron llamados nuevamente los procesados. Anteriormente, el encausado Jordi Puig, militante del Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN), hab¨ªa entrado ya en la sala. La primera detenida vasca en comparecer ante el tribunal fue Carmele Barandiar¨¢n Santiago, quien declar¨® "no acepto este tribunal y me niego, a contestar". El resto de los detenidos lanz¨® vivas a ETApm y a Euskadi, a excepci¨®n de Luis Mar¨ªa Lacastra Egea, que, adem¨¢s de calificar al tribunal de "fascista", lanz¨® tambi¨¦n un viva a ETAm.

En este momento, los detenidos vascos (que adem¨¢s de los dos citados son Miren Arrate Elkoroiribe Garitano, Emilio Sagarzazo Mutuberria, Pablo Ibaretxe Azpeitia, Vicente Garretxo Marticorena, Jes¨²s Javier Urquijo Muruaga y Jos¨¦ Mar¨ªa Iza Unamuno) fueron expulsados por segunda vez de la sala.

Algunos de sus familiares, que hab¨ªan coreado los vivas lanzados por los detenidos, fueron desalojados de la sala por miembros de la Polic¨ªa Militar. Tras la comparecencia del ¨²ltimo acusado, Jos¨¦ Mar¨ªa Iza Unamuno, la totalidad de los familiares de los detenidos vascos abandon¨® la sala.

En catal¨¢n

Unos instantes m¨¢s tarde se inici¨® el interrogatorio de Jordi Puig Planella, que en todo momento se expres¨® en catal¨¢n. El presidente del tribunal le aconsej¨® que lo hiciera en castellano porque algunos de los miembros del jurado pod¨ªan no entender, "lo que puede ir en contra suya, a pesar de que usted tiene todo el derecho de expresarse en catal¨¢n". A estas palabras, el acusado hizo una referencia a que las "fuerzas de ocupaci¨®n" tambi¨¦n deber¨ªan conocer el catal¨¢n. El coronel, natural de Manresa, le contest¨®: "Jo s¨®c tant catal¨¤ com vost¨¦ (Yo soy tan catal¨¢n como usted)".Jordi Puig, mantuvo en todo momento que "nunca supe el verdadero motivo de la presencia de aquel grupo de vascos en Catalu?a hasta d¨ªas despu¨¦s, cuando fui detenido en una barraca de un pueblo del Bergued¨¤". Manifest¨® que su conexi¨®n con el grupo que asalt¨® el cuartel de Berga era Miren Arrate Elkoroiribe a la que hab¨ªa conocido durante las fiestas de los Sanfermines celebrados cuatro meses antes del asalto, la noche del 15 noviembre de 1980.

El independentista catal¨¢n Jordi Puig acus¨® a la Guardia Civil de la comandancia de Manresa de haberle hecho firmar una declaraci¨®n que ¨¦l nunca hab¨ªa realizado, adem¨¢s de dejar muy claro que no conoc¨ªa "a ning¨²n otro de los miembros del grupo".

La raz¨®n por la que Puig acudi¨® desde Gerona a Berga el 15 de noviembre fue justificada por el detenido por el hecho de que "Miren me llam¨® por tel¨¦fono para decirme que ten¨ªa unos problemas en Berga y decid¨ª ir a ayudarla".

En todo momento, el detenido no ocult¨® que ayud¨® al grupo de vascos, pero dej¨® muy claro que "no supe lo que hicieron hasta d¨ªas despu¨¦s. Tampoco vi armas y no rob¨¦, no me vest¨ª de militar y no habl¨¦ ni vi a ning¨²n centinela del cuartel de Berga en ning¨²n momento", dijo, aunque admiti¨® haber visto a un soldado que era introducido en un veh¨ªculo. "Con referencia a ese soldado, s¨®lo puedo decir que los vascos me comentaron que hab¨ªan tenido problemas con los militares".

Los testigos

Los primeros testigos que declararon fueron los presentados por el Ministerio Fiscal. Eran los cuatro soldados que estuvieron de guardia la noche de autos, dos de ellos miembros del ret¨¦n de guardia que fue sorprendido por los asaltantes. Los otros dos eran los miembros de la guardia que descubri¨® el asalto. Ninguno de los testigos del fiscal reconoci¨® al encausado Jordi Puig, al que observaron con detenimiento mientras ¨¦ste permanec¨ªa sentado en el banquillo de los acusados, que en ning¨²n momento fue utilizado por los encausados vascos.A continuaci¨®n se inici¨® el interrogatorio de los testigos de la defensa. El primero de ellos, un soldado, indic¨® al tribunal que ¨¦l estaba en el cuerpo de guardia en el momento del asalto y que no pudo ver nada claro. Otros dos testigos de la defensa, una profesora de Literatura Catalana del Instituto Vicen? Vives, de Gerona, donde estudiaba Jordi Puig, y un compa?ero de clase amigo suyo, corroboraron al tribunal haber visto a Jordi Puig en la noche del 14 de noviembre y en la ma?ana del d¨ªa siguiente, respectivamente.

Esta declaraci¨®n vendr¨ªa a corroborar la tesis de la defensa de que Jordi Puig no intervino ni en la preparaci¨®n ni en la ejecuci¨®n del asalto al cuartel de Berga. Finalmente, los propietarios de los veh¨ªculos robados por los presuntos terroristas para llevar a cabo la acci¨®n, declararon no haber visto nunca Jordi Puig.

Por su parte, un guardia civil de, Manresa que intervino en la detenci¨®n del procesado catal¨¢n confirm¨® que ¨¦ste no llevaba ning¨²n arma cuando fue descubierto en la barraca del Bergued¨¤, cinco d¨ªas despu¨¦s del asalto, en compa?¨ªa de cuatro de los procesados.